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DOS HERMANOS, HISTORIA DE LOS

DOS HERMANOS, HISTORIA DE LOS

La historia egipcia de los Dos Hermanos ha sido preservada en un manuscrito hierático en el Museo Británico (No. 10183) conocido como el Papiro d†™Orbiney. Fue escrito por Seti II de la décimonovena dinastí­a y data del siglo XIII a. de J.C. La historia en sí­ misma es probablemente mucho más antigua. Sus personajes principales son Anubis (o Anpu) y Bata, quienes llevan los nombres de los dioses egipcios. La historia puede ser clasificada como mitologí­a.
Al comienzo de la historia, Bata, el hermano menor soltero, viví­a con su hermano mayor Anubis. El hermano menor atendí­a el ganado y ayudaba en general en la granja de su hermano mayor. Un dí­a cuando Anubis mandó a Bata a la casa a hacer un encargo, la esposa de Anubis intentó seducir a Bata. El joven, como el José de la Biblia, en una circunstancia similar, se horroizó ante la sugestión y repudió a la mujer. Cuando Anubis regresó a la casa, sin embargo, su esposa fingió que habí­a sido atacada por Bata e insistió en que su esposo matara a su hermano menor.
Anubis creyó en la falsa evidencia que le presentó su esposa y se escondió detrás de la puerta, lanza en mano, listo para atacar a Bata cuando regresara por la tarde. Cuando las vacas entraron al corral le anunciaron a Bata la intención de su hermano. Bata miró bajo la puerta y vio a su hermano en pie, con la lanza en la mano. Así­ que Bata huyó y Anubis corrió detrás de él.
Mientras estaba huyendo Bata pidió al dios sol lo vindicara y la petición fue contestada cuando Re-Harachti formó un rí­o lleno de cocodrilos entre los dos hermanos. Bata entonces llamó a su hermano del otro lado del rí­o y le reveló la verdad acerca de su esposa. Bata se castró a sí­ mismo y declaró que se iba al Valle de los Cedros (en el Lí­bano).
Al llegar al Valle de los Cedros, dijo Bata, †œTomaré el corazón y lo colocaré en un árbol†. Si el cedro fuese cortado Bata morirí­a. Su hermano Anubis serí­a avisado de lo que pasara por una señal: Si un vaso de cerveza dado a Anubis diera espuma, él sabrí­a que el árbol habí­a caí­do y que su hermano habí­a muerto. Entonces serí­a la responsabilidad de Anubis de venir a rescatarlo para buscar su corazón y colocarlo en un jarro de agua helada.
Anubis se dio cuenta de su error, mató a su esposa por pretender engañarlo y lloró por su hermano menor. Mientras tanto Bata, en el Valle de los Cedros, recibió una esposa de los dioses, la cual era la mujer más bella de la tierra y en quien se encontraba la esencia de todos los dioses.
Sin embargo, la historia de Bata no tiene un fin feliz. El mar llevó un rizo del pelo de su esposa a Egipto: el faraón olió la fragancia y envió mensajeros para encontrar a la muchacha y traerla a Egipto. Bata mató a los primeros mensajeros; pero el faraón envió a otros, entre los cuales habí­a una mujer que sedujo a la esposa de Bata con adornos hermosos y la persuadió a que fuera a Egipto. En Egipto la esposa infiel persuadió al faraón para que ordenara cortar el árbol de cedro que tení­a el corazón de Bata. El corazón cayó y Bata murió.
Cuando un vaso de cerveza fue puesto delante de Anubis, aquél empezó a espumar y él entonces comprendió que su hermano habí­a muerto. Anubis inició el viaje hacia el Valle de los Cedros, encontró el corazón de su hermano (en forma de una fresa) y lo colocó en un vaso de agua helada. Bata entonces revivivió pero rápidamente se transformó en un toro para poder regresar a Egipto a fin de castigar a su esposa. Anubis cabalgó sobre el hermoso toro hacia Egipto y tanto él como el toro fueron altamente honrados. En el comedor real el toro se presentó a sí­ mismo a su esposa como Bata, después de lo cual ella pidió al faraón que le permitiera comer el hí­gado del toro. Fue proclamada una gran fiesta, durante la cual el toro fue sacrificado. El toro, sin embargo, sacudió su cuello y dos gotas de sangre cayeron sobre los sitiales de la puerta del palacio del faraón. Las gotas crecieron hasta ser dos grandes árboles de persea. Un dí­a, cuando su esposa estaba sentada bajo uno de los árboles, Bata se identificó nuevamente. Su esposa pidió una vez más al faraón: †œhaz que corten estos dos árboles de persea, por favor, y que hagan unos hermosos muebles.† Ella estuvo de pie delante de los árboles mientras eran cortados y una astilla saltó accidentalmente y le cayó en la boca. Entonces quedó embarazada y dio a luz a un hijo que rápidamente ganó los corazones de todos. Fue hecho virrey de Nubia y a la muerte del faraón le sucedió en el trono de todo Egipto. Allí­ mismo el nuevo faraón—quien era en realidad una reencarnación de Bata— reunió a los oficiales reales y acusó a su esposa de los crí­menes que habí­a cometido. Los oficiales estuvieron de acuerdo con Bata y (presumiblemente) la esposa infiel fue condenada a muerte. El faraón reinó por 30 años.
El principio de la historia tiene puntos de comparación con la historia bí­blica de José (Gn. 39). José, como el hermano menor, era una persona de confianza. La esposa de Potifar, como la cuñada de Bata, sugirió una relación ilí­cita. José, como Bata, resistió la tentación y conservó su integridad moral. La esposa de Potifar, como la cuñada de Bata, acusó a su ví­ctima con el crimen que él estaba negándose a cometer.
La última parte de la historia contiene elementos mitológicos que están totalmente alejados de la manera y forma de expresión bí­blica. Puede notarse, sin embargo, que el faraón estaba siempre listo a añadir una hermosa mujer a su harén, y para ello estuvo dispuesto a enviarla a buscar al Valle de los Cedros aun sin conocerla, guiándose solamente por la frangancia de un rizo de su cabello. Cuando el hambre llevó a Abraham a Egipto (Gn. 12:10-16), el patriarca temí­a que el faraón quisiera tomar a Sara para su harén; así­ que, para protegerse, declaró que ella era su hermana. La reputación de los faraones en ese sentido estaba bien justificada.
BIBLIOGRAFIA: John A. Wilson, †œEgyptian Myths, Tales, and Mortuary Texts†, ANET , págs. 23–25.

Fuente: Diccionario Bíblico Arqueológico