DUELO (COMO DESAFIO)

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Es el reto a un combate fí­sico o psicológico, pero que puede llegar hasta el desprecio de la vida ajena o al riesgo de la propia por una cuestión de falso honor, por dignidad o por agresividad.

El duelo, en cuanto acto arrogante, es malo. Pero es totalmente inmoral cuando, por irritación, pone en peligro la vida propia o la ajena, sobre todo en la medida en que el motivo no responde a juicios serenos.

Es difí­cil educar al creyente para que sepa razonar en los momentos de pasión y para que valore objetivamente el sentido de una ofensa en relación al riesgo de un desafí­o vital. Pero hay que intentarlo por todos los medios pues en el hombre debe prevalecer la razón sobre el impulso.

En los tiempos antiguos el motor de los dasafí­os estaba en el sentido del honor de los caballeros medievales y renacentistas. En los tiempos actuales puede ser el falso valor, la arrogancia, las apuestas, los odios y el espí­ritu de violencia que en determinados ambientes se respira desde la infancia y termina perjudicando en la adultez.

Pedro Chico González, Diccionario de Catequesis y Pedagogí­a Religiosa, Editorial Bruño, Lima, Perú 2006

Fuente: Diccionario de Catequesis y Pedagogía Religiosa