ELEMENTOS

stoiqueion (stoicei`on, 4747), usado en el plural, significa primariamente cualquier primera cosa de las que otras surgen en una serie, o un todo compuesto. La palabra denota un elemento, un primer principio (de stoicos, hilera, rango, serie; cf. el verbo stoiqueo, caminar o marchar en orden o formación; véase ANDAR). Se usaba de las letras del alfabeto, como elementos del lenguaje. En el NT se usa de: (a) la sustancia del mundo material (2Pe 3:10,12); (b) de las engañosas especulaciones de los misterios gentiles y de las teorí­as judaicas, tratado ello como principios elementales: “los rudimentos del mundo” (Col 2:8; RV: “los elementos del mundo”), mencionados como “filosofí­a y huecas sutilezas”. Estas cosas se presentaban como superiores a la fe en Cristo; en Colosas el culto a los ángeles, mencionado en el v. 28, es explicable por la suposición, mantenida por judí­os y gentiles en aquel distrito, de que las constelaciones eran o bien ellas mismas seres celestes animados, o bien estaban gobernadas por ellos; (c) los principios rudimentarios de la religión, judaica o gentil, descritos también como “los rudimentos del mundo” (Col 2:20), y como “los débiles y pobres rudimentos” (Gl 4.3,9), que constituí­an un yugo de esclavitud; (d) los principios elementales (el ABC) del AT, como revelación de Dios (Heb 5:12 “rudimentos”, RV, RVR, lit.: “los rudimentos del principio de los oráculos de Dios”), como se enseñan a los espiritualmente recién nacidos. Véase RUDIMENTO.¶

Fuente: Diccionario Vine Nuevo testamento

El gr. stoijeia, traducido “elementos” en 2 P. 3.10, 12; “rudimentos” en Gá. 4.3, 9 (°nbe, “lo elemental”); Col. 2.8, 20, es el plural neutro del adjetivo stoijeios, que significa “ubicado en una fila”, “elemento de una serie”. Por consiguiente stoijeia se usa:

1. Para las letras del alfabeto cuando se las escribe en serie. De este uso proviene el significado “rudimentos” o “primeros principios (cf. °bla), “el ABC” de cualquier asunto, como en He. 5.12. 2. Puede también significar las partes componentes de cuerpos físicos. En particular, los estoicos usaban este término para los cuatro elementos: tierra, agua, aire, fuego. 3. Hay indicaciones en los escritores cristianos al promediar el ss. II d.C. del uso de stoijeia en sentido astronómico para los cuerpos celestes (cf. Justino Mártir, Apol. 2.5.2). 4. Las pruebas que ofrecen los himnos órficos y la Hermética, agregado al uso gr. moderno, muestran que stoijeia adquirió posteriormente el significado de “ángeles”, “espíritus” (“espíritus elementales”). Pero no está confirmado el que se usara de este modo ya en el ss. I d.C.; los ejemplos primitivos que se han invocado son de significado o fecha dudosos. Los escritores judíos asocian los espíritus o ángeles con diversos objetos físicos (cf. I Enoc 40.11–21; Jubileos 2.2), pero no los llaman stoijeia (de 2 Enoc 16.7, a veces citado para esto, no poseemos el texto gr.).

Los críticos han sugerido los cuatro sentidos mencionados para los pasajes paulinos. 2 concuerda con la preocupación con los mandamientos acerca de cosas materiales en Col. 2.21, y la referencia a la filosofía en 2.8. 3 concuerda con la mención de las observancias de fechas en Gá. 4.10. 4 concuerda con la referencia a dioses falsos en Gá. 4.8 y a ángeles en Col. 2.18. Pablo parece aplicar sus observaciones igualmente a los mundos judío y gentil, pero esto no ofrece criterio alguno para su significado. Los judíos prestaban gran, atención a las cosas físicas y a la astronomía en la ley, y creían en la mediación de los ángeles (cf. Gá. 3.19; 1.8); los gentiles se ocupaban de los elementos y de la astronomía en su filosofía, y adoraban dioses falsos, a los que Pablo considera como demonios (1 Co. 10.20). Quizá la mejor interpretación siguiendo estas líneas combina los sentidos 2 y 3 al estilo de los Oráculos sibilinos (2.206; 8.337). El sentido 1,“el ABC de la religión”, concuerda bien con el contexto general de Gálatas, con su insistencia en que los conversos de Pablo no debían volverse a un sistema destinado para la “infancia” de la religión, pero esto le da un sentido forzado al genitivo “del mundo”, que debe entenderse como si significase “favorecido por el mundo” o “característico del mundo”. El asunto se viene discutiendo desde el período patrístico, y deberá quedar abierto a menos que se obtenga más luz.

En 2 P. 3 la mención de stoijeia entre “cielo” y “tierra” en el vv. 10 sugiere poderosamente el sentido 2. Los que favorecen el sentido 4 en Pablo han sostenido que se aplica aquí también, haciendo referencia al Testamento de Leví 4.1; 1 Enoc 68.2 para menciones de espíritus que se disuelven en fuego.

Bibliografía. G. Hendriksen, Colosenses Filemón, 1982, pp. 158–160; H. Schlier, La carta a los Gálatas, 1975, pp. 220–225; H. H. Esser, “Ley”, °DTNT, t(t). II, pp. 429–430.

G. Delling, TDNT 7, pp. 670–687; E. Lohse, Colossians and Philemon, 1971, pp. 96–99.

M.H.C.

Douglas, J. (2000). Nuevo diccionario Biblico : Primera Edicion. Miami: Sociedades Bíblicas Unidas.

Fuente: Nuevo Diccionario Bíblico