ESCUPIR

Mat 26:67; Mar 14:65 escupieron en el rostro, y le
Mat 27:30; Mar 15:19 escupiéndole, tomaban la
Mar 7:33 los dedos .. y escupiendo, tocó su lengua
Mar 8:23 y escupiendo en sus ojos, le puso las
Mar 10:34 escupirán en él, y le matarán; mas el
Luk 18:32 escarnecido, y afrentado, y escupido
Joh 9:6 escupió en tierra, e hizo lodo con la saliva


latí­n spuere. Arrojar fuera de la boca. En tiempos de Antí­oco IV Epí­fanes, el escriba Eleazar fue martirizado por escupir la carne de cerdo que le habí­an introducido en la boca a la fuerza, manteniéndose fiel a la Ley, 2 M 6, 18-20. Jesús escupió en tierra e hizo barro con la saliva, lo untó en los ojos de un ciego de nacimiento y le devolvió la visión, Jn 9, 6-7. E. a alguien en el rostro era un insulto, señal de desprecio, Nm 12, 14; Jesús fue sometido a esta afrenta, antes de morir, Mt 26, 67; 27, 30; Mc 14, 65; 15, 19; Lc 18, 32.

Diccionario Bí­blico Digital, Grupo C Service & Design Ltda., Colombia, 2003

Fuente: Diccionario Bíblico Digital

En el rostro, era una gran ofensa: (Num 12:14, Deu 25:9).

– A Jesús le escupieron, Mat 26:67, Mc.14.

Diccionario Bí­blico Cristiano
Dr. J. Dominguez

http://biblia.com/diccionario/

Fuente: Diccionario Bíblico Cristiano

Jesús, para dar más realismo y plasticidad a sus milagros, como un gesto litúrgico, con su saliva les tocaba la lengua (Mc 7, 33), o escupí­a en la tierra, hací­a barro con su saliva y les untaba los ojos (Jn 9, 6; Mc 8, 23). Saliva la suya benefactora y salvadora. Como contrapartida, los evangelistas nos dicen, en sentido real y figurado, que Jesús fue escupido y abofeteado (Mt 26, 67; 27, 30; Mc 14, 65; 15, 19), tal y como él mismo lo habí­a previamente anunciado (Lc 8, 32), lo que fue para él un acto de escarnio, de afrenta y de humillación. -> .

E. M. N.

FERNANDEZ RAMOS, Felipe (Dir.), Diccionario de Jesús de Nazaret, Editorial Monte Carmelo, Burbos, 2001

Fuente: Diccionario de Jesús de Nazaret

Arrojar saliva por la boca. Escupir a una persona en el rostro era un acto de profundo desprecio, enemistad o indignación con aquel a quien se humillaba. (Nú 12:14.) Job sufrió esta humillación cuando padeció adversidades. (Job 17:6; 30:10.) Si un hombre en Israel rehusaba llevar a cabo el matrimonio de cuñado estipulado en la ley mosaica, la viuda rechazada tení­a que quitarle la sandalia y escupirle en la cara en presencia de los ancianos de su ciudad como señal de vejación pública. (Dt 25:7-10.)
A Jesucristo le escupieron cuando compareció ante el Sanedrí­n (Mt 26:59-68; Mr 14:65), y luego los soldados romanos hicieron lo mismo después de su juicio ante Pilato. (Mt 27:27-30; Mr 15:19.) Jesús ya habí­a predicho que sufrirí­a ese trato despreciativo (Mr 10:32-34; Lu 18:31, 32), con lo que se cumplieron las palabras proféticas: †œMi rostro no oculté de cosas humilladoras ni del esputo†. (Isa 50:6.)
Por otra parte, el registro bí­blico recoge tres ocasiones en las que Jesucristo utilizó su saliva para hacer curaciones milagrosas. (Mr 7:31-37; 8:22-26; Jn 9:1-7.) Como los resultados fueron milagrosos y los milagros de Jesús se ejecutaban por el poder del espí­ritu de Dios, en estos casos Cristo no usó su propia saliva en calidad de agente curativo natural.

Fuente: Diccionario de la Biblia

1. ptuo (ptuvw, 4429), escupir. Aparece en Mc 7.33; 8.23; Joh 9:6:¶ En la LXX, Num 12:14:¶ 2. emptuo (ejmptuvw, 1716), escupir sobre (en, en, y Nº 1). Aparece en Mat 26:67; 27.30; Mc 10.34; 14.65; 14.19; Luk 18:32:¶ En la LXX, Num 12:14, en algunos textos; Deu 25:9:¶

Fuente: Diccionario Vine Nuevo testamento

Desde tiempos antiguos el gesto oriental de escupir a una persona, o de escupirle la cara, demostraba una profunda enemistad (Nm. 12.14). Cristo se sometió a esta indignidad como el Siervo sufriente (Is. 50.6; Mt. 26.67).

Los esenios castigaban al que escupía en la asamblea con una penitencia de 30 días (Jos., GJ 2. 147, y el Manual de disciplina de Qumrán, 7, 13).

La “saliva” (gr. ptysma) fue utilizada por Cristo para curar a los ciegos (Mr. 8.23; Jn. 9.6) y a un sordomudo (Mr. 7.33). En este último caso probablemente fue colocada en la boca para facilitar el habla. Ireneo pensaba que su uso con lodo en Jn. 9.6 tenía caracter creativo. La técnica de curación era común tanto a los judíos como a los griegos. Suetonio dice que Vespasiano curó a un ciego con saliva. Los rabinos condenaron su uso si iba acompañado de encantamientos. El uso persistió con el empleo del término effatha en los ritos bautismales en Roma y Milán. Véase A. E. J. Rawlinson, The Gospel according to St. Mark², 1942, pp. 102.

D.H.T.

Douglas, J. (2000). Nuevo diccionario Biblico : Primera Edicion. Miami: Sociedades Bíblicas Unidas.

Fuente: Nuevo Diccionario Bíblico