ESPEJO

1Co 13:12 ahora vemos por e, oscuramente
2Co 3:18 mirando .. como en un e la gloria del
Jam 1:23 que considera en un e su rostro natural


Espejo (heb. mar’âh, re’î, gilyônîm [Isa 3:23, de significado incierto]; gr. ésoptron). Los espejos antiguos, de los cuales se han encontrado muchos en las excavaciones del Cercano Oriente, en especial en Egipto, estaban hechos de metal pulido, generalmente una aleación de cobre y estaño (bronce). Más tarde se usaron espejos de plata y de oro. Su forma era generalmente redonda u ovalada, aunque algunos fueron cuadrados; comúnmente tení­an un mango que, junto con el dorso del espejo, estaba decorado (fig 207). Los espejos que las mujeres hebreas llevaron desde Egipto eran de bronce, y proporcionaron el material para la fuente (Exo 38:8; cf 12:35). Los de vidrio no comenzaron a usarse hasta el perí­odo romano tardí­o; en consecuencia, los espejos que mencionan Pablo (1Co 13:12) y Santiago (1:23) fueron probablemente de metal. La imagen en un espejo metálico es de menor calidad que la de los modernos, como se puede apreciar por la declaración de Pablo de que un rostro se puede ver sólo borrosamente en un espejo, hecho que le resultaba muy familiar (1Co 13:12). 207. Espejos de bronce provenientes del Egipto antiguo. Sobre el mango del espejo de la derecha se aprecia la cabeza de la diosa con cuernos del buey Hator.

Fuente: Diccionario Bíblico Evangélico

latí­n speculum. Superficie lisa y pulida en que se reflejan los objetos. El primer e. del hombre, seguramente, fue el agua, Pr 27, 19. En las Escrituras se mencionan los espejos de metal, como los de bronce, de las mujeres que serví­an a la entrada de la Tienda del Encuentro, con los que se hicieron la pila y la basa del Santuario, Ex 38, 8. Isaí­as habla de los espejos, entre los objetos propios de la vanidad de las mujeres de Jerusalén, Is 3, 33. En sentido figurado, se dice que el firmamento es duro como un e. de metal fundido, Jb 37, 18; hay que desconfiar del enemigo, así­ se haga el humilde, pues su maldad es bronce que se mancha. Hay que tratarlo como quien pule el e. hasta hacer desaparecer la herrumbre, Si 12, 11. El e., como el sueño, es engañoso, Si 34, 3. El apóstol Pablo dice que en la tierra vemos la gloria de Dios, como en un e., después, en el cielo lo veremos cara a cara, 1 Co 13, 12; 2 Co 3, 18.

Santiago dice que quien oye la palabra de Dios y no la pone en práctica es como el que se mira en el e., da media vuelta y se olvida de lo que vio, St 1, 22-25.

Diccionario Bí­blico Digital, Grupo C Service & Design Ltda., Colombia, 2003

Fuente: Diccionario Bíblico Digital

Los espejos de las mujeres que prestaban servicio estaban hechos de bronce (Exo 38:8; Job 37:18). Pablo habla (1Co 13:12) de cuán inadecuados eran estos espejos de la antigüedad cuando dice ahora vemos oscuramente. Santiago compara al oidor de la palabra, que no es al mismo tiempo un hacedor, con el hombre que mira su cara natural en un espejo (Jam 1:23-24) y después se olvida cómo es. Los espejos antiguos no eran de vidrio sino de metal.

Fuente: Diccionario Bíblico Mundo Hispano

tip, UTEN

vet, Superficie pulida, destinada a reflejar los objetos y el rostro (Is. 3:23; 2 Co. 3:18; Stg. 1:23). Los espejos de la antigüedad eran de metal fundido, de bronce y de otras aleaciones de cobre (Ex. 38:8; Jb. 37:18); redondos, ovalados o cuadrados, con un mango. Cuando se oxidaban, se volví­an a pulimentar (Eclo. 12:11). Estos objetos no estaban a la par de los espejos modernos, quedando la imagen un tanto borrosa (1 Co. 13:12). Más tarde, en occidente se hicieron espejos de estaño. Se pretende que el inventor del espejo de plata fue Praxí­teles (época de Pompeyo). Se hací­an también espejos de oro.

Fuente: Nuevo Diccionario Bíblico Ilustrado

Antiguamente los espejos de mano (Isa 3:23), a veces se hací­an de piedra pulida, aunque por lo general estaban hechos de bronce o cobre y, más tarde, de estaño, plata u oro. Es probable que los espejos de vidrio no comenzaran a aparecer hasta el siglo I E.C. Los espejos de metal fundido se bruñí­an bien para que reflejasen la imagen de forma adecuada. Con este propósito se usaba piedra pómez en polvo, que después se aplicaba periódicamente con una esponja que solí­a ir colgada del mismo espejo. Sin embargo, los antiguos espejos de metal no reflejaban la imagen con tanta claridad como los actuales espejos de cristal. Esta es la razón por la que el apóstol Pablo escribió: †œEn la actualidad vemos en contorno nebuloso por medio de un espejo de metal†. (1Co 13:12.)

Uso figurado. Las Escrituras a veces se refieren a los espejos de manera figurativa o ilustrativa. En Job 37:18 se compara a los cielos con un espejo de metal cuya cara bruñida da un reflejo brillante. El discí­pulo Santiago usó el espejo para representar la Palabra de Dios cuando instó a las personas a ser no solo oidores de la Palabra, sino hacedores de ella. (Snt 1:22-25.) Y el apóstol Pablo mostró que los cristianos †œ[reflejan] como espejos la gloria de Jehovᆝ en su ministerio. (2Co 3:18; 4:1.)

Fuente: Diccionario de la Biblia

A. NOMBRE esoptron (e[soptron, 2072), traducido «espejo». Se usa para referirse a cualquier superficie suficientemente lisa y regular que refleje de manera unirforme los rayos de luz, y que por ello produzca imágenes de objetos que, estando en realidad enfrente de ellos, parezcan al ojo como estando detrás. Los espejos de los tiempos bí­blicos eran, según parece, metálicos; en 1Co 13:12 se representa el conocimiento espiritual de esta vida en forma metafórica como una imagen percibida oscuramente en un espejo metálico. El oyente que no obedece es como la persona que, habiéndose considerado en un espejo, se olvida de la imagen reflejada después de alejarse de él. El que obedece es el que mira al espejo y retiene en su alma la imagen de lo que deberí­a ser.¶ B. Verbo katoptrizo (katoptrivzw, 2734), de katoptron, espejo (kata, abajo; ops, ojo o vista). Significa en la voz activa hacer reflejar; en la voz media, reflejar como espejo; «mirando †¦ como en un espejo» (2Co 3:18). Véase MIRAR.

Fuente: Diccionario Vine Nuevo testamento

Durante el período del AT los espejos se hacían de metal, fundidos y prolijamente pulidos (Job 37.18). En Palestina se han encontrado varios espejos de bronce que datan de la edad del bronce media en adelante. Constituyen un modelo común en todo el Cercano Oriente; cf. los que usaban las mujeres israelitas en Ex. 38.8 (véase ANEP, Nº 71). El significado del heb. gillāyôn en la lista de adornos de Isaías (3.23, traducido “tabla” en Is. 8.1) es incierto; podría significar espejos (Tg., °vrv2 ); otros sugieren vestidos de gasa (LXX, rsv). Los espejos de vidrio aparecieron probablemente en el ss. I d.C. Ya fuesen de metal o de vidrio, dichos espejos jamás proyectaban una imagen perfecta (1 Co. 13.12). Es probable que en 2 Co. 3.18 (gr. hēmeiskatoptrizomenoi) la idea de Pablo sea la de que vemos lo que se refleja simplemente (°vrv2 ); pero podría ser que lo que quiere decir sea que nosotros reflejamos (°bj; véase Arndt, pp. 425–426; R. V. G. Tasker, 2 Corinthians, TNTC, 1958, pp. 67–68). Santiago ofrece una ilustración sencilla tomando como base el uso del espejo (1.23).

A.R.M.

Douglas, J. (2000). Nuevo diccionario Biblico : Primera Edicion. Miami: Sociedades Bíblicas Unidas.

Fuente: Nuevo Diccionario Bíblico