FARAON

v. Egipto, Rey
Gen 12:15 de él; y fue llevada la mujer a casa de F
Gen 41:1 que pasados dos años tuvo f un sueño
Gen 47:2 tomó cinco .. los presentó delante de F
Exo 3:10 te enviaré a F, para que saques de Egipto
Exo 5:6 mandó f .. a los cuadrilleros del pueblo
Exo 7:3 endureceré el corazón de F, y .. señales
1Ki 3:1 Salomón hizo parentesco con f rey de
Psa 136:15 y arrojó a f y a su .. en el Mar Rojo


Faraón (heb. Parôh, “el sol” o “el rey”: transliteración del egip. Pr-3, “la casa grande”; gr. Farao). Término usado en Egipto desde tiempos del Reino Antiguo para designar el palacio o la corte. También la designación especí­fica para los reyes desde la dinastí­a 18ª en adelante, época en la cual Moisés escribió el Pentateuco. (Los emblemas reales y el trono de un faraón de la dinastí­a 18ª aparecen en las figs 125 y 521.) Estos reyes tení­an 3 tí­tulos y 2 nombres; cada uno. Usualmente los egipcios usaban el 1er, nombre, pero los egiptólogos modernos y los historiadores usan el 2º. En el AT se mencionan por nombre los siguientes faraones: Sisac,* Tirhaca,* Necao* y Hofra.* Varios otros sólo son identificados con el término general de Faraón, lo que impide su individualización; otros pueden serlo con diversos grados de certeza: 1. Faraón que tomó a Sara, la esposa de Abrahán, y la llevó a su harén, y luego la liberó sin haberla tocado después que cayó sobre él un castigo divino (Gen 12:15-20). Sobre la base de un éxodo a mediados del s XV a.C., Abrahán, llamado unos 430 años antes, habrí­a vivido durante el Reino Medio; entonces, este faraón parecerí­a haber sido uno de los reyes de la dinastí­a 12ª (véase CBA 1: 327, 328, 568). Véase Cronologí­a (II, B). 2. Faraón que elevó a José al cargo de visir o Primer Ministro de Egipto, y bajo cuyo reinado entraron en Egipto Jacob y su familia (Gen_41-47). Ese acontecimiento, 215 años después del llamamiento de Abrahán, habrí­a ocurrido en el s XVII a.C., cuando los hicsos gobernaban el paí­s. Por ello, es razonable concluir que este faraón fue uno de los reyes hicsos semí­ticos. Como aún no se conoce la secuencia de estos reyes, no podemos identificar al benefactor de José. Véase Cronologí­a (II, B). 3. Faraón que “no conocí­a a José” (Ex. 1:8). En base a lo que se dijo antes, muy probablemente uno de los primeros reyes de la dinastí­a 18ª, que expulsó a los hicsos de Egipto y restableció el gobierno nacional en el paí­s. Este serí­a Ahmosis (c 1591-c 1564 a.C.), el vencedor de los hicsos, o su sucesor inmediato, Amenhotep I (c 1564-c 1542 a.C.; las fechas de la dinastí­a 18ª sólo se conocen aproximadamente). 4. Faraón que dio el decreto de matar a los varones hebreos recién nacidos (Exo 1:15-22). Muy probablemente fue Tutmosis I (c 1542-c 1524 a.C.), por causa del esquema cronológico adoptado en este Diccionario, que ubica el éxodo en el 1445 a.C., cuando Moisés tení­a 80 años de edad (cf Act 7:21-23, 30), lo que harí­a que 1525 a.C. fuera la fecha del nacimiento de Moisés. 5. Faraón bajo cuyo reinado Moisés huyó a Madián (Exo 2:15); probablemente Tutmosis III, cuyo reinado independiente ocurrió entre c 1486 y c 1450 a.C., pero que ya era poderoso 439 como corregente con su tí­a Hatshepsut algunos años antes. 6. Faraón del éxodo (Exo 3:10), probablemente Amenhotep II (c 1450-c 1427 a.C.; fig 214). 7. Faraón con cuya hija se casó Salomón (1Ki 3:1; 7:8; 9:16, 24): tal vez Siamón (c 1004- c 984 a.C.) o Psusenés II de Tanis (c 984-c 950 a.C.), los 2 últimos reyes de la dinastí­a 21ª. 8, 9. Faraón que recibió a Hadad de Edom en tiempos de David (1Ki 11:14-22): quizá Siamón (c 1004-c 984 a.C,) o Psusenés II de Tanis (c 984-c 950 a.C.). El faraón que dio su hija a Hadad como esposa pudo haber sido Psusenés II o Sheshonk I (el Sisac bí­blico), el primer rey de la dinastí­a 22ª. Bib.: G. Steindorff y K. C. Scele, When Egypt Ruled the East [Cuando Egipto gobernó el Este] (Chicago, 1942); E. Drioton y J. Vandier, L’Egypte [Egipto] (Paris, 1946; éste libro contiene una lista completa de los reyes egipcios en las pp 597-602).

Fuente: Diccionario Bíblico Evangélico

egipcio gran mansión. Originalmente este término designaba entre los antiguos egipcios el palacio real. Posteriormente se empleó para referirse al rey de Egipto, y, según algunos eruditos, con esta connotación se comenzó a emplear hacia el año 1400 a. C. En Egipto se creí­a que el f. era hijo del dios Osiris, y era el intermediario entre los dioses y los hombres.

En las Escrituras se usa f. para significar rey de Egipto. Fares ® Peres. Farfar, uno de los dos rí­os que bañan las tierras de Damasco, el otro es el Abaná, 2 R 5, 12.

Diccionario Bí­blico Digital, Grupo C Service & Design Ltda., Colombia, 2003

Fuente: Diccionario Bíblico Digital

El gobierno de Egipto y, por consiguiente, el monarca supremo, investido de todos sus poderes; era conocido como gran casa, en idioma egipcio: Pero, de donde proviene el término faraón. Los reyes de Egipto, en 26 dinastí­as distintas, comenzaron con Menes en 3400 a. de J.C. hasta terminar con Psametik III, destronado cuando los persas conquistaron Egipto en 525.

Los faraones de Egipto se mencionan en los siguientes contextos del AT:
1. Gen 12:10-20. Abraham debe de haber descendido a Egipto en los primeros años del segundo milenio antes de Cristo. Amenemes I, según el sistema fechador de Breasted, fue faraón desde el 2000 hasta el 1970.
2. Varias citas en Génesis, capí­tulos 39 al 50. Es razonable ubicar el perí­odo en que José (y el pueblo de Israel) gozaron del favor de Egipto en la época de la invasión de los hicsos, que fueron expulsados en el 1580 a. de J.C.
3. Varias citas de éxodo, capí­tulos 1 al 15, se refieren al faraón de la opresión y del éxodo del pueblo hebreo.
4. 1Ch 4:18, un faraón cuya hija contrajo matrimonio con Mered.
5. 1Ki 3:1; 1Ki 9:16, 1Ki 9:24; 1Ki 11:1, el reinado de Salomón puede ser fechado con bastante certeza entre los años 961 y 922 a. de J.C., perí­odo que corresponde al reinado del faraón Sheshonk I (945 a 924).
6. 2Ki 18:21 e Isa 36:6, el faraón de la época en que reinó Senaquerib.
7. 2Ki 23:20-35, el faraón Necao fue el último que trató de restablecer la autoridad egipcia en los accesos del norte (609-593 a. de J.C.). En la planicie de Meguido, donde Egipto habí­a ganado el control de la tierra 900 años antes, Necao persiguió y mató a Josí­as. Depuso a Joacaz y lo envió a morir a Egipto; puso a Joacim en el trono de Judá y fijó un tributo a la tierra conquistada. Dos años después, el imperio de Necao cayó ante el ataque de Babilonia. Jeremí­as se refiere a este suceso (Jer 37:7; Jer 46:2).
8. Eze 29:1. El año es 587 a. de J.C. y el faraón mencionado, por tanto, debe de ser Hofra, o Apries, en el primer año de su reinado que se extendió desde el 588 hasta el 569. Este fue el faraón cuyas tropas no lograron liberar a Jerusalén en el 586 y cuya débil acción contra la Babilonia de Nabucodonosor confirmó brillantemente el anuncio de Jeremí­as. Jeremí­as (Eze 44:30, única referencia a Hofra [BJ: Jofrá; RVR-1909: Hophra] por su nombre) profetizó su final. Ver EGIPTO.

Fuente: Diccionario Bíblico Mundo Hispano

(La gran casa). Originalmente el término se usaba para designar el palacio donde viví­a el rey de Egipto, pero a mediados de la decimoctava dinastí­a (1575-1308 a. C.) se aplicó al gobernante. En la Biblia se aplica siempre al rey de Egipto, añadiéndosele a veces el nombre particular del personaje. En la Biblia se mencionan varios f., pero no es siempre fácil identificarlos con los personajes que se conocen por ví­a de la historia secular. A continuación la opinión de algunos eruditos.

1. El de tiempos de Abraham. No se sabe exactamente el nombre ni a cuál dinastí­a pertenecí­a. Algunos especulan que pudo ser en tiempos de la XI dinastí­a, que gobernó desde †¢Tebas a partir del 2134 a. C.

. El de tiempos de José. No se conoce su nombre. En la †¢cronologí­a que usamos en este Diccionario, José aparece en la época de los f. Amenemhet II, Senusert II, Senusert III y Amenemhet III. El reino de este último terminó alrededor del 1792 a.C. Pero hay que observar que en la historia de José se mencionan caballos (†œy José les dio alimentos por caballos† [Gen 47:17]). Se sabe que este animal fue introducido en Egipto por los hicsos en su invasión desde Siria en una época posterior. Los hicsos gobernaron Egipto entre los años 1720 al 1550 a. C.

. El que no conocí­a a José. No se conoce su nombre. Según la †¢cronologí­a que usamos en este Diccionario, pudo haber sido Amenemhet IV, que gobernó del 1792 al 1782 a.C. Esto, de nuevo, no concuerda con lo mencionado anteriormente sobre el gobierno de los hicsos. El término hicso, entre los egipcios, significaba †œgobernantes extranjeros†. Eran semitas. ¿Explicarí­a esto el hecho de que José, un semita, fuera colocado en posición tan relevante? Hasta el momento sólo se pueden hacer especulaciones sobre el particular.

. El de tiempos del éxodo. Probablemente Amenofis II (1450-1423 a. C.). Hijo de Tutmosis III, llamado por algunos †œel Faraón de la opresión†.

. El de tiempos de David. Probablemente Amenenope, de la XXI dinastí­a, dio asilo a †¢Hadad, prí­ncipe edomita, tras la masacre que hizo Joab de su pueblo. Hadad casó con †œla hermana de la reina Tahpenes† (1Re 11:15-25).

. El suegro de Salomón. Sianum, de la XXI dinastí­a (1090-945 a. C.). Salomón casó con su hija (1Re 3:1; 1Re 7:8).

. Sisac. Sesón I, de la XXII dinastí­a (libia) (945-924 a. C.). Invadió a Judá en tiempos de †¢Roboam (1Re 14:25). Dio refugio a Jeroboam (1Re 11:40; 2Cr 10:2).

. Zera. Se trata de Osorkón I, sucesor de Sisac (910-869 a. C.), o uno de sus generales. Derrotado por el rey Asa (2Cr 14:9-14).

. So. El †¢f. con el cual el rey †¢Oseas trató de aliarse, lo que provocó la invasión de †¢Salmanasar y la toma de Samaria (2Re 17:1-6). Algunos identifican a este f. con Osorkón IV, de la XXIII dinastí­a.

. Tirhaca. Taharka, de la XXV dinastí­a (688-663 a. C.). Con él hizo alianza †¢Ezequí­as (2Re 18:21; 2Re 19:9).

. Necao. Nejo II, de la XXVI dinastí­a (609-594 a. C.). Mató al rey †¢Josí­as en una batalla en †¢Meguido (2Re 23:29-30).

. Hofra. Apris, de la XXVI dinastí­a (588-568 a. C.). Fue el f. de tiempos de Jeremí­as, quien predijo que serí­a derrotado por sus enemigos (Jer 44:30).

Fuente: Diccionario de la Biblia Cristiano

tip, REYE BIOG HOMB HOAT HIST

ver, EGIPTO, EXODO

vet, (en egipcio: “casa grande”).

Tí­tulo del rey de Egipto; se empleaba con o sin el nombre del soberano. En base al estudio crí­tico de Courville (ver Bibliografí­a en EGIPTO), se pueden ofrecer las siguientes identificaciones de los que reinaban en tiempos de José, de la opresión, y del éxodo. Se debe tener presente que el estudio de Courville representa una revisión a fondo de las cronologí­as generalmente admitidas como ciertas, pero que adolecen de graves fallos y anacronismos; la cronologí­a revisada, por otra parte, llega a una sistemática coherencia con los monumentos, inscripciones y documentos egipcios, por una parte, y con las Escrituras por la otra. (a) El Faraón que elevó a José al rango de visir (cp. Gn. 40-47) es identificado, en base a la cronologí­a revisada, con Sesostris I. Entre otras razones que apoyan esta identificación se halla una inscripción de uno de sus gobernadores afirmando su administración prudente del grano previamente recolectado y guardado en previsión de un hambre que tení­a que venir (Courville, vol. I, p. 134), además de otra inscripción, de Bebi, que Courville documenta como contemporánea a la anterior (aprox. 1638-1593 a.C.). (b) Ello concuerda con el hecho de que el faraón “que no conocí­a a José” (cp. Ex. 1:8) serí­a Sesostris III. Este faraón emprendió un gran proyecto de construcciones en la región del Delta del Nilo. Estas construcciones eran de ladrillo, y no de piedra, según documenta Breasted (“History of Egypt”, pp. 196, 198) (cp. Ex. 1:14). Casi todos los reyes de esta dinastí­a (la XII) usaron ladrillo en la construcción de sus pirámides. Y Josefo dice que los israelitas construyeron pirámides para los egipcios (Ant. 2:9, 1). Tanto él como su sucesor Amenemhet III centraron sus actividades de construcción en el Delta, la tierra de Gosén. Es en esta área que han sido localizadas las ciudades de Pitón y de Pi-Rameses. Aunque la mayor parte de los restos de estas ciudades se atribuyeron a Ramsés II, ver sin embargo el apartado dedicado a dicho monarca. Por otra parte, Sesostris III tení­a como uno de sus nombres alternativos el de Ramessesos, y su sucesor Amenemhet III el de Ramessemeno. Estos, junto con Ramesse, fueron los faraones de la opresión. Hubo, sin embargo, un cambio de dinastí­a. Ramesse fue el primer faraón de la dinastí­a XIII, el último faraón de la opresión, y Koncharis el faraón del éxodo. Hay a continuación del éxodo un largo silencio acerca de Egipto en la Biblia. No se menciona a ningún faraón hasta el reinado de Salomón (1 R. 3:1). Este perí­odo es de difí­cil explicación si se acepta la cronologí­a comúnmente aceptada para la historia de Egipto, por cuanto monarcas como Ramsés II y Merneptah habrí­an sido coetáneos de Aod y Barak respectivamente. Sin embargo, no hay concordancia alguna entre la ausencia total de Egipto en la época de los jueces y las victorias de Merneptah sobre Israel en su Estela de la Victoria. No obstante, la documentada identificación de los amalecitas con los hicsos (Courville, vol. I, pp 227-241; Velikovsky, pp 55-101) da la clave de este silencio. El depredador imperio de los hicsos, que logró el dominio de Egipto sin hallar resistencia (Josefo: “Contra Apión”: 1:14), tuvo su inicio con un Egipto postrado por las diez plagas, la destrucción del ejército y la muerte del faraón reinante, con lo que el paí­s habrí­a quedado sumido en un estado de confusión (véanse EGIPTO y EXODO). La batalla en Refidim entre los israelitas que salí­an de Egipto y los amalecitas, que entraron (cp. Ex. 17:8-16) es el punto clave que sitúa el inicio del imperio hicso en Egipto. Su final queda también marcado en las Escrituras con la derrota de los amalecitas por parte de Saúl (1 S. 15), después de haber sido expulsados de Egipto por Amhose I (alrededor del año 1025 a.C.). (c) Sisac es el primero de los faraones que es mencionado en la Biblia con nombre propio (1 R. 14:25, 26; 2 Cr. 12:2-9). Generalmente se identifica con Sesonk I. Sin embargo, Courville documenta que Sesonk I pertenecí­a a una dinastí­a posterior, durante el dominio asirio de Egipto (Courville, vol. I, pp. 252-265; vol. II, pp. 104-106). La anterior identificación de los amalecitas con los hicsos, y de su destrucción bajo Saúl con su expulsión bajo Amhose I (1.025-1.000 a.C.) permite la identificación de Sisac con Tutmose III (928-903 a.C.). El Nuevo Imperio subió con él a la cima de su poder, consiguiéndose la posesión de Palestina y de los territorios al este y al norte del Eufrates. Tutmose III dio una inscripción con la lista de las ciudades conquistadas de Palestina, y una representación de los utensilios y tesoros del templo de Jerusalén (Velikovsky, PP. 144-177). (d) So (2 R. 17:4) se identifica con Ramsés II (793-726 a.C.), hacia la época tardí­a de su reinado, tras un largo proceso de decadencia. Su nombre de trono era Ra-user-Maat-Sotepen-Ra. Emprendió la reconstrucción de las ciudades del Delta, que habí­an quedado destruidas en las campañas de Ahmose I contra los hicsos. En estas reconstrucciones hizo inscribir su nombre con gran profusión (Courville, vol. I, PP. 116-118; Wright, “Biblical Archaeology”, p. 60). (e) Para Tirhaca (2 R. 19:9); Necao (2 R. 23:29-34) y Hofra (Jer. 44:30), véase EGIPTO, (a) C. Otros faraones mencionados en la Biblia son: (f) El faraón que, creyendo a Sara hermana de Abraham, la tomó para su harén. Dios intervino antes de que se produjera nada irreparable (Gn. 12:15-20). (g) El faraón cuya hija Bitia se casó con Mered (1 Cr. 4:18). (h) El faraón cuya hija se casó con Salomón, Tutmose I (987-967 a.C.). Este faraón conquistó e incendió la ciudad de Gezer en Canaán (1 R. 3:1; 7:8, etc.; 1 R. 9:16), dándola como dote a su hija. (i) El faraón que dio hospitalidad a Hadad cuando huyó de Salomón, dándole su cuñada como esposa (1 R. 11:14-22). (Seguramente Tutmose III, ver c.)

Fuente: Nuevo Diccionario Bíblico Ilustrado

[011]

Titulo que se daba al rey y señor de todos en Egipto. En las primeras dinastí­as parece que aludí­a a la casa real o corte y era el toponí­mico del lugar en que residí­a el señor. En tiempos posteriores, cuando los israelitas se formaron como pueblo, Faraón es el tí­tulo que se da al rey y señor y que sólo él ostenta ante sus súbditos.

Pedro Chico González, Diccionario de Catequesis y Pedagogí­a Religiosa, Editorial Bruño, Lima, Perú 2006

Fuente: Diccionario de Catequesis y Pedagogía Religiosa

Tí­tulo dado a los reyes de Egipto. Se deriva de una palabra egipcia que significa †œgran casa†. En los documentos más antiguos de Egipto, al parecer la palabra designaba el palacio real, y con el transcurso del tiempo llegó a aplicar al rey o cabeza del gobierno. Algunos eruditos sostienen que esta última acepción surgió a mediados del II milenio a. E.C. Si tal fuera el caso, esto significarí­a que Moisés usó el término según se aplicaba en su dí­a (1593-1473 a. E.C.) cuando registró el relato de la visita de Abrahán a Egipto. (Gé 12:14-20.) Por otra parte, es muy probable que el tí­tulo también tuviera ese significado en los dí­as de Abrahán (2018-1843 a. E.C.), si no en documentos oficiales, al menos sí­ a nivel popular. El primer documento en el que el tí­tulo está relacionado con el nombre personal del rey viene del reinado de Sisaq, cuyo gobierno fue contemporáneo del de Salomón y Rehoboam. De manera similar, en la Biblia se enlaza el tí­tulo con el nombre tanto en el caso del faraón Nekoh (2Re 23:29) como del faraón Hofrá (Jer 44:30), que reinaron desde finales del siglo VII hasta principios del siglo VI a. E.C. Para este tiempo los documentos egipcios también incluí­an el tí­tulo en los cartuchos reservados especialmente para escribir el nombre real.
Los Faraones mencionados en la Biblia son Sisaq, So, Tirhaqá, Nekoh y Hofrá, sobre los que se habla en artí­culos separados en esta obra. Existe cierta duda en cuanto a si Zérah el etí­ope era un gobernante de Egipto o no. También se hace referencia a otros faraones anónimos. Debido a lo confuso de la cronologí­a egipcia, no es posible relacionar con seguridad a estos faraones con los de la historia seglar (véanse CRONOLOGíA [Cronologí­a egipcia]; EGIPTO, EGIPCIO [Historia]). Entre estos faraones anónimos están: el que intentó tomar a Sara, la esposa de Abrahán (Gé 12:15-20); el Faraón que hizo que se elevase a José a un puesto de autoridad (Gé 41:39-46); el Faraón (o faraones) del perí­odo de la opresión de los israelitas, antes de que Moisés regresara de Madián (Ex 1 y 2); el Faraón que gobernaba durante las diez plagas y en el tiempo del éxodo (Ex 5–14); el padre de Bití­as, la esposa del Méred judaí­ta (1Cr 4:18); el Faraón que dio asilo a Hadad de Edom en el tiempo de David (1Re 11:18-22); el padre de la esposa egipcia de Salomón (1Re 3:1), y el Faraón que derribó Gaza durante los dí­as del profeta Jeremí­as (Jer 47:1).
Para los egipcios el Faraón reinante era un dios, el hijo del dios-sol Ra, y no solo un representante de los dioses. Se creí­a que era la encarnación del dios Horus (con cabeza de halcón), sucesor de Osiris. Algunos de los tí­tulos ostentosos que se le concedí­an eran: †œsol de los dos mundos†, †œSeñor de la corona†, †œel dios poderoso†, †œdescendencia de Ra†, †œel eterno† y muchí­simos más. (History of Ancient Egypt, de G. Rawlinson, 1880, vol. 1, págs. 373, 374; History of the World, de J. Ridpath, 1901, vol. 1, pág. 72.) En la parte delantera de su corona estaba la imagen del sagrado ureus, o cobra, que, según se creí­a, escupí­a fuego y destrucción a sus enemigos. La imagen de Faraón se encontraba a menudo en los templos junto a las de los otros dioses. Existen incluso escenas egipcias en las que el Faraón reinante aparece adorando su propia imagen. Como dios, la palabra de Faraón era ley, así­ que no gobernaba de acuerdo con un código de leyes, sino por decreto. No obstante, la historia muestra que su supuesto poder absoluto estaba limitado de manera considerable por otras fuerzas dentro del imperio, entre las que cabe mencionar el sacerdocio, la nobleza y el ejército. Todo esto ayuda a entender lo difí­cil que fue la asignación de Moisés de presentarse ante Faraón con las demandas y advertencias de Jehová. (Compárese con Ex 5:1, 2; 10:27, 28.)
No hay nada que indique que la hija de Faraón dada a Salomón en matrimonio abandonara la adoración falsa. (1Re 3:1; 11:1-6.) Los reyes antiguos (al igual que los modernos) solí­an valerse de tales matrimonios para estrechar las relaciones con otros reinos. El registro no muestra si la proposición inicial para la alianza procedió de Salomón o de Faraón. (Véase ALIANZA.) El que Salomón asemejara a la doncella sulamita con una yegua en los carros de Faraón refleja la fama de los carros de Egipto en aquel tiempo. (Can 1:9; compárese con 1Re 10:29.)
La profecí­a de Isaí­as, escrita en el siglo VIII a. E.C., describe el estado de confusión o desconcierto que existí­a, o tendrí­a que existir, en Egipto y entre los consejeros de Faraón. (Isa 19:11-17.) La historia muestra que hubo disensiones internas en Egipto a partir del tiempo de Isaí­as. Aunque la infiel Judá a veces se volvió a veces a Egipto para recibir apoyo militar, contrario a la palabra de Jehová, los jactanciosos faraones fueron como una †œcaña quebrantada† incapaz de servirles de apoyo firme. (Isa 30:2-5; 31:1-3; Eze 29:2-9; compárese con Isa 36:4, 6.)

Fuente: Diccionario de la Biblia

I. El término

El título corriente en la Escritura para los reyes de Egipto. Proviene del egp. pr-˓˒, ‘gran casa’. Originalmente no era más que un nombre para el palacio real y la corte egipcia, y se usa así en los reinos antiguo y medio en el 3º milenio a.C. en la primera mitad del 2º. Pero al promediar a dinastía 18ª (ca. 1450 a.C.) este término comenzó a aplicarse a la persona del rey, como sinónimo de “Su Majestad”. Los primeros ejemplos de este uso datan aparentemente de los reinos de Tutmosis III (?) y IV, luego bajo Amenofis IV/ Akenatón. Desde la dinastía 19ª en adelante, el término “faraón” aparece constantemente en documentos, igual que lo que ocurre particularmente en Gn. y Ex. Desde la 22ª dinastía en adelante (945 a.C.), el término “faraón” podía también ir unido al nombre del rey: así, “Faraón Sesonc”, aparece en una estela de la época, así como las referencias ligeramente posteriores del AT a Faraón Necao y Faraón Hofra. Véase Sir A. H. Gardiner, Egyptian Grammar3, 1957, p 75; J. Vergote, Joseph en Égypte, 1959, pp. 45–48, y las referencias mencionadas.

II. Faraones específicos

1. Un contemporáneo de Abraham (Gn. 12.15–20). Como Abraham vivió ca. 1900 a.C., su faraón probablemente fuera uno de los varios reyes Amenemhat y Sesostris de la dinastía 12ª (ca.1991–1778 a.C.).

2. Un contemporáneo de *José (Gn. 37–50). José vivió ca. 1700 a.C.; su faraón por lo tanto muy probablemente fue uno de los reyes hicsos de la dinastía 15ª.

3. El o los faraones de la opresión. El número de gobernantes que abarcan las expresiones “rey de Egipto” y “faraón” en Ex. 1–2 es cuestión de interpretación: puede ser uno, o dos. En cualquier caso, precedería/n directamente al faraón del éxodo.

4. El faraón del éxodo (Ex. 5–12). Si el éxodo ocurrió en la primcra mitad del ss. XIII a.C., que es lo más probable tomando como base los testimonios disponibles, el faraón del éxodo y el último de los opresores sería Ramsés II.

5. Padre de Bitia, mujer de Mered de la tribu de Judá (1 Cr. 4.18). La fecha de Bitia y por ende de su padre es incierta, y por lo tanto no ha sido identificado todavía.

6. El faraón que recibió al joven príncipe Hadad de Edom como refugiado que escapaba de David y Joab cuando devastaron a los edomitas (1 R. 11.18–22), y le dio por esposa a su cuñada. Este faraón tiene que ser uno de los tardíos de la dinastía 21ª, e. d. Amenemope o Siamún. Las dudas en torno a la cronología de la dinastía 21ª impiden determinar fechas más precisas.

7. El faraón que capturó Gezer y se la dio como dote a la hija que entregó en matrimonio a Salomón (1 R. 9.16; cf. tamb. 3.1; 7.8; 9.24; 11.1). La incursión de Sisac en Palestina en 925 a.C., el quinto año de Roboam, no fue posterior a su propio año 21º y él ascendió en el 945 a.C. aprox. Salomón murió en 931/30 a.C., después de un reinado de 40 años que comenzó ca. 970 a.C.; por lo tanto Sisac ascendió al trono en el 25º año de Salomón. En consecuencia, los contemporáneos egipcios de Salomón durante los primeros 25 años de su reinado serían los últimos dos reyes de la dinastía 21ª, Siamún y Psusennes II. De estos dos, Siamún es quizá el faraón que tomó Gezer y la entregó con su hija a Salomón; una escena triunfal de Tanis (Zoán) quizá proporciona pruebas de las actividades guerreras de Siamún en Filistea. Sobre este período de las relaciones entre Egipto e Israel, cf. K. A. Kitchen, Third Intermediate Period in Egypt, 1972, pp. 273ss, 280ss.

8. *Sisac, que es Sesonc I, fundador de la dinastía 22ª (libia). 9. *So, contemporáneo de Oseas. 10. *Tirhaca, de la dinastía 25ª (etíope). 11. *Necao, segundo rey de la dinastía 26ª, es el faraón de Jer. 25.19 12. *Hofra, cuarto rey de la dinastía 26ª, es, aparentemente, el faraón de Jer. 37.5, 7, 11; Ez. 17.17; 29.2–3; y posiblemente de Jer. 47.1. *Zera casi seguramente no fue faraón.

III. Otras referencias

Estas se encuentran en los profetas principalmente. Is. 19.11 forma parte de un pasaje que refleja la desintegración de Egipto. Dicha fragmentación interna se hizo crónica primeramente a comienzos de la época de Isaías, a fines de las dinastías 22ª-24ª (ca.750–715 a.C.), y continuó durante el predominio de los reyes etíopes de la dinastía 25ª (ca. 715–664 a.C.). El orgullo originado en la larga y enaltecida continuidad de la tradición faraónica de conformidad con el vv. 11 se refleja en los arcaísmos deliberados fomentados por los reyes de las dinastías 25ª y 26ª, que procuraban por este medio recrear las glorias de épocas anteriores. La engañosa reputación exterior de los reyes etíopes, su real incapacidad para ayudar a Israel contra los ejércitos de Asiria, están resumidos en Is. 30.2–3. Sebitku (“Sabataka”) ocupaba el trono en 701 a.C. cuando el Rabsaces asirio destituyó al faraón como si fuese una “caña frágil” (Is. 36.6 = 2 R. 18.21). Para “la casa de Faraón en Tafnes” (Jer. 43.9), véase * Tafnes.

Tanto Jeremías (46.25–26) como Ezequiel (30.21–25; 31.2, 18; 32.31–32) a partir de 587 a.C. profetizaron que Egipto sería derrotada por *Nabucodonosor II de Babilonia. En 568 a.C. Nabucodonosor llegó a guerrear contra Egipto, como lo indica un texto babilónico fragmentario, si bien la magnitud de su éxito contra Ahmosis II (Amasis) se desconoce todavía debido a la falta de documentos pertinentes. Finalmente, Cnt. 1.9 refleja meramente la gran fama de los carros de los faraones del reino nuevo (ca. 1550–1070 a.C.) y posteriores. (* Egipto, Historia; * Cronologia del Antiguo Testamento )

Bibliografía. A. J. Pirene, Historia de la civilización de Egipto, 1964; E. Driotton, J. Vandier, Historia de Egipto, 1981; S. Bartina, “Faraón”, °EBDM, t(t). III, cols. 449–450.

K.A.K.

Douglas, J. (2000). Nuevo diccionario Biblico : Primera Edicion. Miami: Sociedades Bíblicas Unidas.

Fuente: Nuevo Diccionario Bíblico

El término

(Hebreo: PR`H, Par’ o, o, después de una vocal, Phar’o; griego Pharaó; latín, Pharao).

Título dado en las Sagradas Escrituras a los antiguos reyes de Egipto. El término se deriva del egipcio Per‘o, “gran casa”, el cual originalmente designaba el palacio real, pero gradualmente se aplicó al gobierno y luego al gobernante mismo, como el Vaticano y el Quirinal en tiempos modernos. Ya en tiempos de la XVIII (siglos XVI a XIV a.C.) se halla su uso común como una designación reverencial del rey. En los inicios de la dinastía XXII (del siglo X al VIII a.C.) en lugar de utilizarse sólo como hasta entonces, se comenzó a añadir a los otros títulos antes del nombre del rey, y desde dinastía XXV (del siglo VIII al VII a.C.) ya fue, por lo menos en el uso ordinario, el único título que precedía al apelativo real. Mientras tanto, la vieja costumbre de referirse al soberano simplemente como Per´o todavía se hallaba en las narrativas. El uso bíblico del término refleja la usanza egipcia con bastante exactitud. A los primeros reyes se les menciona siempre con el título general de faraón, o farao, el rey de Egipto; pero con la dinastía XXII comienzan a aparecer los nombres personales, aún cuando la antigua denominación se usaba todavía, especialmente cuando se habla de gobernantes contemporáneos. La ausencia de nombres propios en los primeros libros de la Biblia no es indicación de una fecha de composición tardía ni del conocimiento vago del autor sobre la historia egipcia, sino más bien todo lo contrario. Lo mismo es aplicable al uso del título faraón, para reyes anteriores a la dinastía XVIII, lo que concuerda con el uso egipcio en la época de la dinastía XIX.

Faraones con Nombre en la Biblia

El primer rey que se menciona por su nombre es Sosaq (Sesonq I), el fundador de la dinastía XXII y contemporáneo de Roboam y Jeroboam (1 Ry. 11,40; 2 Crón. 12,2 ss.). Su nombre no está precedido del título “faraón” probablemente porque los hebreos no estaban aún familiarizados con el nuevo título. Al siguiente Sua, o So, aliado de Oseas, rey de Israel (2 Ry. 17,4) se le identifica comúnmente con Shabaka, el fundador de la dinastía XXV, pero muy probablemente fue desconocido antes del reinado de Shabaka. La opinión de Winckler en el sentido de que fue un gobernante de Musri, en el norte de Arabia, es aceptada por muchos, pero parece no tener suficiente fundamento. Tirhacá, quien fue oponente de Senaquerib, es llamado rey de Etiopía (2 Ry. 19,9; Is. 37,9), y por ello no recibe el título de faraón que lleva en documentos egipcios. Necao (Nekó), quien derrotó a Josías (2 Ry. 23,29 ss; 2 Crón. 35,20 ss.), y Efree, o Jofrá, el contemporáneo de Sedecio (Jer. 44,30) fueron llamados faraón Nekó y faraón Efrí, de conformidad con la usanza egipcia.

Faraones sin Nombre en la Biblia

(1) El faraón de Abraham:

Las incertidumbres inherentes a la antigua cronología hacen imposible determinar la identidad del faraón que gobernaba Egipto cuando Abraham llegó a ese país. El texto masorético da 1125 años entre la migración de Abraham a Canaán y la construcción del Templo, en tanto que los LXX le asigna 870 (véase cronología general). Puesto que algunos eruditos sitúan la construcción en el 1010 a.C. y otros en el 969 a.C., la fecha de la migración de Abraham estaría entre 2135 ó 2094 a.C. según el texto masorético, y entre 1880 y 1839 a.C. según los LXX. La antigua cronología egipcia es tan incierta en este sentido como la cronología bíblica. Si son correctas las fechas de Meyer, adoptadas en el artículo Egipto, el viaje de Abraham a Egipto tendría que ser situado en el reinado de uno de los Mentuhoteps de la dinastía XI, o al de Usertesen (Sesotris) III, o al de Amenemhet III de la XII.

(2) El faraón de José

Generalmente se admite que José ejerció su oficio bajo el reinado de uno de los reyes pastores o hicsos, quienes gobernaron Egipto entre las dinastías XII y XVIII, y quienes finalmente fueron expulsados por Amenofis I poco después de 1580. Se desconoce la duración de su reinado, pero probablemente no duró más de cien años. De acuerdo a esto, la tenencia del oficio de José se podría colocar en el siglo XVII a.C. Si el Éxodo tuvo lugar a principios del reinado de Meneftá I, es decir, alrededor de 1225, como afirman muchos estudiosos, y la permanencia de los israelitas en Egipto duró 430 años, según establece el texto masorético (Éxodo 12,40), el tiempo sería alrededor de 1665. A partir de monumentos egipcios podemos conocer los nombres de cuatro reyes hicsos: un Khian y tres Apofises. Jorge Sincelo puntualiza que en su tiempo (siglo VIII d.C.) había consenso general en el sentido de que el faraón de José fue Apofis, probablemente Apofis II, el más importante de los tres. Es muy probable que este señalamiento sea verdadero, pero la historia de este período es muy obscura como para tener una declaración definitiva.

(3) El faraón de la opresión y el Éxodo

Vea israelitas.

(4) Los otros faraones

El faraón con quien Adad buscó refugio en tiempos de David (1 Ry. 11,17) fue un rey de la dinastía XXI, ya sea Paynozem o Amenemopet. El suegro de Salomón (1 Rey. 3,1) pudo haber sido Amenemopet, Siamon o Pesibkhenno II. Muchos piensan que el faraón mencionado en 2 Rey. 18,21 e Isaías 36,6 sería Tirhacá; pero si la expedición de Senaquerib ocurrió en 701, como se afirma generalmente, hay pocas dudas de que Shabaka, o posiblemente Shabataka, sea el faraón mencionado. Tirhacá llegó al trono unos años después, y el título rey de Etiopía (2 Rey. 19,9; Is. 37,9) se le da por anticipación. El faraón sin nombre de Jeremías 25,19 es probablemente Nekó, quien ciertamente es al que se refieren en 46,17 y 47,1; en todos los demás lugares se quiere decir Efri. Este último es también el faraón de Ezequiel.

Bibliografía: Vea la literatura mencionada bajo los artículos a los que se hace referencia.

Fuente: Bechtel, Florentine. “Pharao.” The Catholic Encyclopedia. Vol. 11. New York: Robert Appleton Company, 1911.
http://www.newadvent.org/cathen/11788c.htm

Traducido por Giovanni E. Reyes, L H M.

Fuente: Enciclopedia Católica