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FILOSOFIA DE LA RELIGION

FILOSOFIA DE LA RELIGION

(v. religión)

(ESQUERDA BIFET, Juan, Diccionario de la Evangelización, BAC, Madrid, 1998)

Fuente: Diccionario de Evangelización

La religión, dimensión esencial de toda persona en todo tiempo y lugar, comprende fenómenos y experiencias diversas, es objeto de estudio de varias disciplinas Y afecta esencialmente a las relaciones del hombre consigo mismo (felicidad-salvación-inmortalidad), con el mundo (creación, uno-muchos…), con Dios (existencia, atributos, revelación). Inevitablemente se plantea la necesidad, criterio de discriminación y orientación de la responsabilidad, de una «opción fundamental» sin la cual no serí­a posible ningún discurso, o -lo que en definitiva es lo mismo- serí­a igualmente posible cualquier discurso.

Puesto que la filosofí­a de la religión es, por definición, una reflexión crí­tica sobre el hecho religioso, está presente siempre que se encuentren estos elementos : no sólo en la tradición grecorromana (no nos ocupamos aquí­ de otras culturas), sino también en la patrí­stica y en la especulación escolástica, hasta el pensamiento del Renacimiento y de la Reforma. Los elementos caracterí­sticos son el paso del mythos al logos, el sentimiento de lo divino y la presencia de Dios en la naturaleza, en la historia y su implicación en el destino mismo del hombre (podemos recordar a Homero Y Hesí­odo, pero también la crí­tica de Simónides de Keos; a los trágicos, pero también a los comediógrafos; el De Natura deorum, de Cicerón, pero también la crí­tica severa del De civitate Dei, de Agustí­n). Se comprende fácilmente, en el esfuerzo de los santos Padres, el acento en los semina Verbi y, en la especulación escolástica, la insistencia en la armoní­a entre la razón y la fe, Pero ya en el humanismo se contrapone una indignitas, con temas relativos a la locura, a la dignitas hominis. En este clima, junto con otras razones más especí­ficamente sociales y polí­ticas, se sitúa la Reforma. J Con el Tratado teológico-polí­tico, de Spinoza (trad. esp.: Sí­gueme, Salamanca, 1976), se puede señalar el comienzo, en la etapa de la Ilustración la puesta a punto temática, y con la filosofí­a romántico-idealista la definición en sentido moderno de la filosofí­a de la religión. Hay que recordar al menos la Educación del género humano, de Lessing (1780), la Religión dentro de los limites de la pura Razón, de Kant (1793), las Lecciones sobre la filosofí­a de la Religión (trad. esp, Alianza, Madrid 19871990, 3 vols.), de Hegel, y la Filosofí­a de la revelación, de Schelling. Con este filón se entrecruza otro, de crí­tica de la religión: el de Hamann (Escritos cristianosl, Schleiermacher (Sobre la Religión), Kierkegaard (Migajas filosóficas) y Newman (Grammar of Assent. trad. esp.: El asentimiento religioso, Herder Barcelona 1960). Es evidente que el problema religioso está presente y encuentra diversas soluciones en todas las corrientes de pensamiento, hasta el reciente «pensamiento débil».

Hay que aludir particularmente a la «Izquierda hegeliana» para la que la Aufhebung de la religión deberí­a haber significado la eliminación definitiva de la misma en el pensamiento y en la vida del «hombre nuevo». Con La esencia del cristianismo (1841; ed. española, Sí­gueme, Salamanca 1975) y La esencia de la religión (1845). de Feuerbach, a través de la reducción a la antropologí­a primero, y a la fisiologí­a después, se prepara el camino para el materialismo dialéctico de Marx, que incluye a la religión entre las superestructuras que deberí­an desaparecer automáticamente con la solución de su raí­z, el capital. De todas formas, conviene recordar el contexto de aquella definición tan célebre de la religión como «opio del pueblon. «La miseria 1-Cligiosa es, por una parte, la expresión de la miseria real y por la otra, la protesta contra la miseria real. La religión es el suspiro de la criatura oprimida, cl corazón de un mundo sin corazón, así­ como es el espí­ritu de una situación carente de espí­ritu» (K. Marx, Introducción a la Crí­tica de la filosofí­a del derecho de Hegel, 1843, en K. Marx – F, Engels, Sobre la religión, Salamanca 1974, 94). El pensamiento se convirtió en ideologí­a y finalmente ha acabado la ideologí­a, pero no la religión (ni tampoco, por desgracia, la miseria).

S. Spera

Bibl.: S. Spera, Religión (filosofí­a de la), en DTF,.1172-ll94; G. Ferretti, Filosofí­a de la Religión, en DTI, 1, 152-186; J Schmitz, Filosofí­a de la Religión, Herder, Barcelona 1987; K. Rahner, Oyentes de la palabra, Herder, Barcelona 1967. J Gómez Caffarena J. Martí­n Velasco, Filosofí­a de la Religión, Revista de Occidente, Madrid 1973; J. Gómez Caffarena (ed.), Religión, Trotta, Madrid 1993.

PACOMIO, Luciano [et al.], Diccionario Teológico Enciclopédico, Verbo Divino, Navarra, 1995

Fuente: Diccionario Teológico Enciclopédico