FLOR

Job 14:2 sale como una f y es cortado, y huye
Psa 103:15 hombre .. florece como la f del campo
Son 1:14 racimo de f de alheña .. mi amado
Son 2:12 se han mostrado las f en la tierra, el
Son 5:13 sus mejillas, como .. como fragantes f
Isa 40:8; 1Pe 1:24 sécase la hierba, cáese la f
1Pe 1:24 toda la gloria del hombre como f de la


Flor (heb. tsîts, nêts, nitstsân, peraj; gr. ánthos). Palestina tiene muchas flores en primavera, que forman un manto muy colorido, aunque breve, sobre una tierra que de otro modo es triste y calcinada por el sol la mayor parte del año (fig 226). Sin embargo, la Biblia habla muy poco de estas flores y nombra sólo algunas pocas de las muchas especies que prosperaban en las antiguas tierras bí­blicas. Adornos de flores embellecí­an el candelabro del tabernáculo (Exo 25:31, 34; etc.), decoraban el “mar de bronce” del templo de Salomón y estaban esculpidas en las tablas de cedro de su interior (1Ki 6:16, 18; 7:26; 2Ch 4:5; etc.). A menudo se compara la vida del hombre con una flor que se abre brevemente, y que luego se marchita y muere (Job 14:1, 2; Psa 103:15; Isa 28:1; 40:6-8; Jam 1:10, 11; 1Pe 1:24; etc.). Véanse Flora; los nombres de las flores individuales. Flor de harina. Véase Harina. Flora. La flora descripta en la Biblia corresponde a las regiones subtropicales que alternan con desiertos, montañas, llanuras costeras y cuencas fluviales y lacustres. Según las Escrituras, las regiones más fértiles de Palestina eran: la planicie de Sarón (Isa 35: 2), los bosques de coní­feras del Lí­bano y del Hermón, los valles próximos a Jericó, la planicie de Esdraelón en Galilea y ciertas zonas de Transjordania. Véanse írbol; Bosque. Las plantas conocidas por los autores sagrados se pueden agrupar en 2 categorí­as: 1. Leñosas: árboles frutales, otros árboles, arbustos. 2. Herbáceas: gramí­neas (“que llevan simiente”; por lo general los cereales) y otras hierbas (cf Gen 2:5; Exo 9:25). De acuerdo con las Escrituras, el hombre podí­a comer “herbáceas de simiente” y árboles frutales; las hierbas (“herbáceas sin simiente”) serví­an para alimento de los animales; los árboles no frutales se utilizaban de distintas maneras (Gen 1:29; 2:9; Deu 20:19, 20). La tabla de las pp 460-463 esboza una lista de las diversas plantas de la Biblia tal como aparecen en la RVR (sus nombres están en la 1ª columna; los vocablos hebreo-arameos y griegos y la nomenclatura cientí­fica, en las otras 3 columnas). Ocasionalmente parece que una palabra original no deberí­a estar en la 459 tabulación, pero se la incluye por su equivalencia en otras versiones y en la LXX (a veces como resultado de una enmienda en el texto original); que un vocablo original sirva para 2, 3 o más especies revela la dificultad de su identificación; la variedad de términos cientí­ficos indica otras posibilidades de origen. Se sugiere que la tabla se estudie en conexión con los análisis particulares de las diversas plantas. 226. Flores primaverales sobre la costa del Mar de Galilea; el monte Hermón a la distancia.

Fuente: Diccionario Bíblico Evangélico

ver PLANTAS

Fuente: Diccionario Bíblico Mundo Hispano

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Organo reproductor de las plantas en donde se realiza la fecundación y la futura aparición de los frutos. Las flores se revisten de colores vistosos para atraer a los insectos que facilitan la natural fecundación en su seno.

Las flores, por su belleza y naturalidad, han estado siempre asociadas a la vida de los hombres: como ornamento, como sí­mbolo y como objeto de ofrenda en los cultos, en la convivencia y en los homenajes sociales.

Es curioso que son pocas veces aludidas en la Escritura Sagrada: como signo de caducidad la flor de hierba (Sant. 10 1; Petr. 2. 24) o como modelo de belleza y sencillez, los lirios del campo (Mt. 6.28; Lc. 12.27). Es el Cantar de los Cantares el único sitio en que se habla con cierta profusión de algunas flores: nardos (1. 12), narcisos (2.11), azucenas o lirios (2,1; 6.2; 7.3), higuera (2,13), flor de vid, (2.15), balsameras (6.2), granados (7.13), madrágoras (7.14)

Si embargo en la piedad cristiana el significado de algunas flores concretas han sido asociadas a determinados valores vitales: almendros signos de fecundidad, violetas como humildad, crisantemos para los difuntos.

Pedro Chico González, Diccionario de Catequesis y Pedagogí­a Religiosa, Editorial Bruño, Lima, Perú 2006

Fuente: Diccionario de Catequesis y Pedagogía Religiosa

anthos (a[nqo”, 438), flor; es un término usado en ciertos nombres de flor. Se usa en Jam 1:10,11; 1Pe 1:24, dos veces.¶ Nota: Para semidalis, “flor de harina”, véase HARINA.

Fuente: Diccionario Vine Nuevo testamento