FUELLE

Fuelle (heb. mappûaj [del verbo nâfaj, “soplar”]). Instrumento que consistí­a en un par de bolsas de cuero que, cuando se las expandí­a, se llenaban de aire por medio de una válvula, y, cuando se las comprimí­a, lo expulsaban. Los antiguos conocí­an un instrumento similar y lo usaban para insuflar aire en los hornos con el fin de producir suficiente calor como para fundir metales (Jer 6:29). Los palestinos pintados en la tumba de un noble en Beni-hasán (s XIX a.C.) llevaban 2 objetos que han sido interpretados como fuelles. Si la identificación es correcta, la pintura es una evidencia de que estos palestinos eran herreros nómades (véase las hojas finales de este Diccionario). Fuente. El vocablo es traducción de 2 términos hebreos que se refieren a sendos objetos bien diferenciados. 1. Generalmente ayin, “fuente”, “manantial”. Palestina tiene abundancia de fuentes o manantiales. Generalmente surgen de debajo de una capa de roca o una saliente rocosa en la falda de una colina (sobre esas colinas los antiguos construí­an la mayorí­a de las ciudades). Muchas de ellas hací­an lo necesario para alcanzar el manantial mediante túneles y pozos sin tener que salir de los muros protectores de la ciudad. Algunas fuentes antiguas llegaron a ser famosas, como las de Gihón en el valle del Cedrón, el lugar de la coronación de Salomón (1Ki 1:33, 34). De importancia especial eran las fuentes en el desierto (Gen 16:7). Donde no los habí­a, los hombres dependí­an de pozos* y cisternas.* La ruta de los israelitas después de salir de Egipto, al principio estuvo supeditada por la ubicación de fuentes y pozos (Exo 15:23-25, 27). Las fuentes no siempre se diferenciaban de los pozos, como muestra una comparación de Gen 16:7 con el v 14 (figs 187, 190, 242). Muchas ciudades recibieron sus nombres de las fuentes próximas: En-gadi, En-dor, En-rimón, En-semes, etc., donde la partí­cula “En” es una transliteración ‘ên-, una forma del heb. ayin. En la Biblia y en este Diccionario se nombran las siguientes fuentes (véase bajo el nombre las explicaciones correspondientes; agréguese “Fuente de”): Harod, Neftoa y Rogel. A continuación de esta entrada se menciona la Fuente del Dragón. Véase Beer-Iahai-roi. 2. Kîyôr, “palangana”, “lavatorio”. Especí­ficamente, el lavatorio de bronce en el atrio del antiguo tabernáculo, ubicado entre el altar del holocausto y el santuario; más tarde, un objeto similar, pero más elaborado, para contener agua en el templo de Salomón (Exo 30:17-21; 1Ki 7:23-39). Los sacerdotes la usaban para sus ritos: se debí­an lavar las manos y los pies antes de ministrar ante el altar o entrar al santuario (Exo 30:17-21; Lev 8:11). Estas abluciones eran sí­mbolos de la exigencia de Dios de la absoluta pureza y limpieza de corazón y vida en los que se acercan a él para adorarlo. La fuente de bronce hecha en el monte Sinaí­ fue fundida de los espejos de las mujeres israelitas (Exo 38:8). Consistí­a de 2 partes: un recipiente y su pedestal, ambos de bronce, sobre el que se apoyaba (30:18). El ” mar de bronce” y las 10 fuentes apoyadas 470 sobre las 10 basas del mismo material construidas por Salomón para el templo (1Ki 7:23-43) serví­an para el mismo propósito que las fuentes del santuario. El “mar de bronce” serví­a para que los sacerdotes “se lavaran en él”, y las 10 fuentes “para lavar y limpiar en ellas lo que se ofrecí­a en holocausto” (2Ch 4:6). Cada una de las 10 fuentes tení­a su propia base o basa, montada sobre ruedas para su traslado de una parte a otra del atrio según las necesidades. Estas basas y el “mar de bronce” estaban primorosamente decoradas (1Ki 7:23-37). No se sabe nada del tamaño o la capacidad de la fuente original del tabernáculo. La fig 229 muestra un antiguo vehí­culo para el culto, descubierto en Chipre, que parece haber cumplido una función similar a la de las fuentes en el templo de Salomón. Cada una de las 10 fuentes portátiles contení­a 40 batos (unos 880 1; v 38). Véase Bronce, Mar de. 229. Carro cultual micénico encontrado en Chipre. Probablemente las fuentes del templo de Salomón fueran similares.

Fuente: Diccionario Bíblico Evangélico

Cueros inflables que se usaban para soplar un fuego (Jer 6:29).

Fuente: Diccionario Bíblico Mundo Hispano

Utensilio que al expandirlo aspira aire a través de una válvula y al contraerlo con fuerza lo expele enérgicamente por un cañón de salida. Para conseguir que los hornos dispongan de un tiro con mayor presión, el fuelle es más eficaz que el simplemente abanicar o usar las anticuadas cañas huecas o tubos por los que se soplaba con este propósito. Los fuelles estaban hechos de una manera muy sencilla: en un marco o base se montaba una bolsa, a la que se uní­a un tubo que apuntaba al horno y que podí­a ser de hierro o de caña con contera de barro resistente al fuego. Los fuelles accionados a mano eran útiles para fraguas pequeñas, pero en hornos grandes de altas temperaturas se utilizaban fuelles accionados con los pies, uno bajo cada pie del operario, quien los presionaba alternativamente, tirando cada vez de una cuerda para rellenar de aire el que estaba comprimido. Con el fin de que los hornos grandes dispusieran de un tiro continuo, se hací­a que dos hombres accionaran dos pares de fuelles. La palabra hebrea para fuelle es map·pú·aj, que proviene de la raí­z na·fáj (soplar). (Gé 2:7.) En las Escrituras se habla especí­ficamente del fuelle una vez (Jer 6:29), aunque quizás se haga alusión a él en Isaí­as 54:16 y Ezequiel 22:20, 21. En estos textos las expresiones son figurativas y las ilustraciones se basan en los métodos que se utilizaban para refinar metales. (Véase REFINAR, REFINADOR.)

Fuente: Diccionario de la Biblia