Biblia

G2837

G2837

Diccionario Strong

κοιμάω

koimáo

de G2749; poner a dormir, i.e. (pasivamente o reflexivamente) dormitar; figurativamente morir, fallecer: dormir.

—-

Diccionario Tuggy

κοιμάω. (fut. κοιμήσω; 1 tiempo futuro voz pasiva κοιμηθήσομαι; 1 tiempo aoristo voz pasiva ἐκοιμήθην; tiempo perfecto voz pasiva κεκοίμημαι). En las escrituras solamente en voz pasiva Dormir, dormirse, morir. A.T. בּוּת , Dan 6:19(Dan 6:18). הָיָה ni. Dan 8:27. הָלַךְ , 1Cr 17:11. יָגַע , Jer 51:33(Jer 45:3). יָשַׁב , 2Re 4:20. יָשַׁן , Isa 5:27. Varias veces לִין , Gén 24:54. נָחַת , Job 21:13. סָבַךְ pu., Job 8:17. רָבַץ Gén 49:9. רָרַם ni., Dan 8:18. La mayoría de las veces שָׁכַב qal., Gén 19:4. שָׁכַב hi. 1Re 17:19. שָׁכַב hoph., Eze 32:19. מִשְׁכָּב , Isa 57:8. N.T.

A) literal Dormir, dormirse : Mat 28:13; Luc 22:45; Jua 11:12; Hch 12:6.

B) figurativo De la muerte, comparada con el dormir: Mat 27:52; Jua 11:11; Hch 7:60; Hch 13:36; 1Co 7:39; 1Co 11:30; 1Co 15:6; 1Co 15:18; 1Co 15:20; 1Co 15:51; 1Ts 4:13-15; 2Pe 3:4.

—-

Diccionario Swanson

(Swanson 3121)

κοιμάομαι (koimaomai), κοιμάω (koimaō): vb.; ≡ DBLHebr 8886; Strong 2837-1. LN 23.66 dormir, condición de estar dormido (Mat 28:13); 2. LN 23.104 estar muerto (Mat 27:52; Hch 13:36; 1Co 7:39; 1Co 11:30; 1Co 15:6, 1Co 15:18, 1Co 15:20, 1Co 15:51; 1Ts 4:13-14, 1Ts 4:15; 2Pe 3:4+)

—-

Diccionario Vine NT

koimaomai (κοιμάομαι, G2837), se usa del dormir natural (Mat 28:13; Luc 22:45; Jua 11:12; Hch 12:6); de la muerte del cuerpo, pero solo de aquellos que son de Cristo; sin embargo, nunca del mismo Cristo, aunque él es «primicia de los que durmieron» (1Co 15:20); de los santos que partieron antes de que Cristo viniera (Mat 27:52; Hch 13:36); de Lázaro, mientras Cristo estaba aún sobre la tierra (Jua 11:11); de los creyentes desde la ascensión (1Ts 4:13-14, 1Ts 4:15; Hch 7:60; 1Co 7:39; 1Co 11:30; 1Co 15:6, 1Co 15:18, 1Co 15:51; 2Pe 3:4).¶

Nota: «Este uso metafórico de la palabra dormir es apropiado, por la similitud de apariencia entre un cuerpo dormido y un cuerpo muerto; por lo general lo que caracteriza a ambos es el reposo y la paz. El objeto de la metáfora es el de sugerir que, así como el que duerme no deja de existir mientras su cuerpo duerme, de la misma manera la persona que ha muerto sigue existiendo a pesar de su ausencia de la región en la que los que permanecen se pueden comunicar, y que, así como se sabe que el sueño es cosa temporal, lo mismo sucederá con la muerte del cuerpo.

»Que es el cuerpo lo único que está a la vista en esta metáfora es evidente: (a) de la derivación de la palabra koimaomai, echarse, tenderse, yacer (cf. anastasis, resurrección, de ana, «arriba» e istemi, hacer estar de pie); cf. Isa 14:8, donde para «yaciste» la LXX traduce «dormiste»; (b) del hecho de que en el NT la palabra resurrección se usa solo del cuerpo; (c) de Dan 12:2, donde a los físicamente muertos se les describe como « los que duermen (LXX katheudo, como en 1Ts 5:6) en el polvo de la tierra», lenguaje este inaplicable a la parte espiritual del hombre; además, cuando el cuerpo vuelve allí de donde provino (Gén 3:19), el espíritu retorna a Dios que lo dio (Ecl 12:7).

»Cuando la estructura física del cristiano (la casa terrena de nuestro tabernáculo, 2Co 5:1) se disgrega y vuelve al polvo, la parte espiritual de su sumamente complejo ser, el asiento de su personalidad, parte para estar con Cristo (Flp 1:23). Y ya que el estado en el que el creyente, ausente del cuerpo, está en el hogar con el Señor (2Co 5:6-9), es descrito como «mucho mejor» que el estado presente de gozo en comunión con Dios y de feliz actividad en su servicio, que por todas partes queda reflejado en los escritos de Pablo, es evidente que la palabra «dormir», allí donde se aplica a los cristianos que han partido, no tiene en absoluto la intención de comunicar la idea de que el espíritu se halle en estado de inconsciencia.

»Los primeros cristianos adoptaron la palabra koimeterion, que era usada por los griegos para denominar a una casa usada para alojar a forasteros, para designar el lugar de sepultura de los cuerpos de los suyos que habían dejado esta escena; de ahí proviene la palabra castellana «cementerio», «el lugar de dormir»» (de Notes on Thessalonians, por Hogg y Vine, p. 172).

Fuente: Varios Autores