GALILEA, MAR DE

Así­ llamado por su ubicación en el este de Galilea, también se lo llama lago de Genesaret (Luk 5:1), ya que la fértil meseta de Genesaret se encuentra en el noroeste (Mat 14:34). El AT lo llama mar de Cineret (heb., forma de arpa, Num 34:11; Deu 3:17; Jos 13:27), por el pueblo del mismo nombre a su orilla (Jos 19:35). Es probable que Genesaret sea una corrupción de ello. Mar de Tiberias es otra designación (Joh 6:1; Joh 21:1), asociada con Tiberias, la capital de Herodes Antipas.

Ubicado unos 100 km. al norte de Jerusalén, su lecho no es más que una depresión del valle del Jordán. Cuando el rí­o Jordán baja al sur en su curso del monte Hermón hasta el mar Muerto, entra al mar de Galilea en la punta norte y sale en la punta sur, a una distancia de 22 km. El ancho máximo del mar es 13 km. en Magdala. El mar de Galilea es conocido por sus tormentas repentinas y violentas (Mar 4:39; comparar Mat 14:22-34; Mar 6:45-53; Joh 6:15-21).

Fuente: Diccionario Bíblico Mundo Hispano

†¢Mar de Galilea.

Fuente: Diccionario de la Biblia Cristiano

Lago interior de agua dulce que se encuentra en la parte N. de Palestina y al que también se ha llamado mar de Kinéret (Nú 34:11), lago de Genesaret (Lu 5:1) y mar de Tiberí­ades (Jn 6:1). (La palabra griega que se traduce †œmar† también puede significar †œlago†.) (Véanse MAPA, vol. 2, pág. 740; GRABADOS, vol. 1, pág. 336, y vol. 2, pág. 740.)

Tamaño y topografí­a de la zona. El mar de Galilea está situado, como promedio, a unos 210 m. por debajo del nivel del mar Mediterráneo, y forma parte de la gran hendidura. Este mar alcanza una profundidad máxima de 48 m. y tiene una longitud aproximada de 21 Km. de N. a S., con una anchura máxima de unos 12 Km. Dependiendo de la estación, el color de las cristalinas aguas del mar de Galilea varí­a de verde a azul, y la temperatura promedio del agua oscila entre 14 °C. en febrero y 30 °C. en agosto. Este lago se abastece principalmente del rí­o Jordán.
El lecho del mar de Galilea parece una enorme palangana. Desde sus orillas del lado oriental se elevan empinadas montañas de piedra caliza cubiertas de lava que alcanzan una altitud de unos 610 m. Sin embargo, al O., las montañas no se elevan de manera tan abrupta. El mar de Galilea está prácticamente rodeado de colinas y montañas, exceptuando las llanuras del Jordán, es decir, los puntos por donde entra el rí­o en el lago (extremo N.) y por donde reanuda su curso (extremo SO.). La parte septentrional la ocupan grandes bloques de basalto. Al S. de la ciudad de Tiberí­ades, en la costa occidental, se encuentran aguas termales sulfurosas, que son famosas desde hace tiempo por sus propiedades medicinales. Uno de estos manantiales llega a alcanzar la temperatura de 58 °C.

Clima. El clima cálido de los alrededores del mar de Galilea es propicio para el crecimiento de plantas tropicales, como el azufaifo, la palmera y el í­ndigo. A lo largo de sus orillas se hallan tortugas de tierra, tortugas de mar, cangrejos de rí­o y pulgas de mar. Abundan los pájaros y los peces. En el siglo XIX, el naturalista H. B. Tristram comentó: †œLa densidad de los bancos de peces en el mar de Galilea es tal que a quien no lo haya presenciado le es difí­cil imaginárselo. A menudo estos bancos cubren media hectárea o más de superficie, y a medida que los peces se desplazan lentamente en grupo, van tan juntos, con sus aletas dorsales dejándose ver en la superficie del agua, que a cierta distancia parece la huella que deja un aguacero en la superficie†. (The Natural History of the Bible, 1889, pág. 285.)
No son raras las tormentas repentinas, como las que conocieron Jesucristo y sus discí­pulos. (Mt 8:24; 14:24.) Debido al bajo nivel del mar de Galilea, la temperatura del aire es mucho más cálida allí­ que en las mesetas y montañas circundantes, lo que resulta en trastornos atmosféricos. Asimismo, por el valle del Jordán llegan fuertes vientos procedentes del monte Hermón, que se encuentra hacia el N. no muy lejos de allí­ y cuya cima está coronada de nieve.
En el primer siglo las orillas de este lago estaban bastante pobladas, pero en la actualidad Tiberí­ades es la única ciudad que queda de las nueve que Josefo menciona en el mar de Galilea.

El ministerio de Jesús en esta región. Este lago figura con frecuencia en el ministerio terrestre de Jesús. El Hijo de Dios habló varias veces desde una barca a grandes multitudes reunidas en su ancha orilla cubierta de guijarros. (Mr 3:9; 4:1; Lu 5:1-3.) En una de estas ocasiones hizo que algunos de sus discí­pulos tuviesen una pesca milagrosa, y llamó a Pedro, Andrés, Santiago y Juan para ser †œpescadores de hombres†. (Mt 4:18-22; Lu 5:4-11.) Jesús realizó muchas obras poderosas en la vecindad del mar de Galilea: sanó a enfermos, expulsó demonios (Mr 3:7-12), calmó el viento y el mar (Mr 4:35-41) y también anduvo sobre el agua (Jn 6:16-21); una vez alimentó milagrosamente con varios panes y unos cuantos pescados a más de 5.000 personas y en otra ocasión, a más de 4.000. (Mt 14:14-21; 15:29, 34-38.) Jesús condenó con razón a tres ciudades de aquella zona —Corazí­n, Betsaida y Capernaum— por permanecer insensibles a pesar de las muchas obras poderosas que presenciaron sus habitantes. (Mt 11:20-24.)
Después de su resurrección de entre los muertos, Jesús se apareció a algunos de sus discí­pulos junto al mar de Galilea e hizo que tuviesen una segunda pesca milagrosa. Posteriormente subrayó la importancia de alimentar a sus ovejas. (Jn 21:1, 4-19.)

Fuente: Diccionario de la Biblia

Lago en la región de Galilea, también denominado, en el AT, “mar de *Cineret” (Nm. 34.11) o “Cinerot” (Jos. 12.3, °vrv3), y en el NT “lago de Genesaret” (Lc. 5.1) y “mar de Tiberias” (Jn. 21.1). El nombre heb. actual es Yam Kinneret.

Este lago tiene unos 21 km de largo y hasta 11 km de ancho, y se encuentra a 211 m por debajo del nivel del mar. El río Jordán lo atraviesa de N a S; por consiguiente sus aguas son dulces—a diferencia de las del mar Muerto—y su actividad pesquera (* Pez), tan prominente en el relato neotestamentario, y tan conocida en todo el imperio romano, dio lugar a un floreciente comercio de exportación. Por otra parte, la posición del lago, rodeado de montañas y en las profundidades del valle hendido del Jordán, lo expone a cambios atmosféricos y a tormentas inesperadas.

Está bordeado por una llanura de ancho variable; en general las laderas en la orilla oriental son abruptas (Mr. 5.13), y algo más suaves en la occidental. Hacia el N y el S, por donde entra y sale el río Jordán, se encuentran las llanuras ribereñas del lago.

En las riberas del lago hubo emplazamientos de ciudades—Capernaum, Betsaida, etc.—en las que se llevó a cabo buena parte del ministerio de Cristo. En sus días formaban una cadena floreciente y casi continua de asentamientos alrededor del lago, que comerciaban y se comunicaban entre sí por medio del mismo. Hoy, solamente *Tiberias sigue existiendo como ciudad—incluso hay incertidumbre en cuanto a la ubicación de otras varias ciudades primitivas—, y otras pautas comerciales le han restado importancia al lago como foco de atracción de la vida en la región.

Bibliografía. °G. A. Smith, GHTS, 1960; A. González Lamadrid, La fuerza de la tierra, 1981, pp. 295.

G. A. Smith, The Historical Geography of the Holy Land25, 1931, pp. 437–463.

J.H.P.

Douglas, J. (2000). Nuevo diccionario Biblico : Primera Edicion. Miami: Sociedades Bíblicas Unidas.

Fuente: Nuevo Diccionario Bíblico