GILGAMESH, EPOPEYA DE
Creencias de la antigüedad. Gilgamesh, héroe de relatos asirio-babilónicos, se convirtió en elemento importante de la cultura y los sistemas religiosos de esos pueblos. Otros lo relacionan con los relatos del libro de Génesis, afirmando que su autor conocía de Gilgamesh.
Según la tradición, Gilgamesh procuró vivir para siempre e intentó utilizar los conocimientos de Utnapistim, una especie de Noé babilónico. En los relatos muere tanto Gilgamesh como su amigo Enkidu. La Epopeya de Gilgamelsh, uno de los documentos de mayor valor escritos en el lenguaje de los acadios, ofrece mucha información sobre las creencias de los pueblos de la Mesopotamia y sus alrededores y Gilgamesh forma parte de su manera de entender los orígenes y el destino de la humanidad.
Fuente: Diccionario de Religiones Denominaciones y Sectas
Las tabletas que contienen las aventuras épicas de Gilgamesh, el 50 rey de la 1ra. dinastía, el cual reinó en *Uruk después del diluvio, de acuerdo con la *lista de reyes sumerios, fueron descubiertas en 1853 por Hormuzd Rassam, colaborador y sucesor de Austen Henry Layard, entre los textos cuneiformes de la biblioteca de *Asurbanipal en Nínive. La epopeya era evidentemente muy popular, ya que se han descubierto porciones de ésta en *Boghazkoy en el Asia Menor, y un pequeño pero importante fragmento fue accidentalmente descubierto en 1955 entre los escombros de *Meguido en Palestina durante las campañas del Instituto Oriental.
Aunque Gilgamesh pudo haber sido realmente el nombre de un rey de Uruk, el relato de su aventura épica es un mito que probablemente data de principios del segundo milenio a. de J.C. Al empezar la historia, Gilgamesh es el tirano de Uruk, que aterroriza a sus habitantes. La gente, al clamar a sus dioses pidiendo alivio, recibe respuesta a sus oraciones al ser enviado Enkidu quien sirve como un compañero y freno para Gilgamesh. Enkidu, al principio, vive con los animales salvajes con los que se identifica a sí mismo. No es sino hasta que es seducido por una ramera de la ciudad que Enkidu comienza a vivir como un ser humano. Después de este evento, los animales lo rechazan y él aprende a usar ropas, a comer la comida de los humanos, a pastorear ovejas y a luchar contra el león y el lobo, quienes antes fueron sus amigos.
Se podría esperar que Gilgamesh y Enkidu llegaran a ser rivales, pero en vez de eso llegaron a ser amigos íntimos. Salían juntos a las montañas del cedro (la cordillera Amanus) y destruyeron al perverso gigante Humbaba. Gilgamesh fue aclamado como un héroe y la misma diosa Istar se enamoró de él. Gilgamesh desdeñó las ofertas de amor de ella, recordándole de una sucesión de amantes que ella, había inmisericordemente despreciado. En venganza, Istar insistió en que Anu creara un monstruo llamado el toro del cielo. Enkidu y Gilgamesh enfrentan este nuevo desafío. Gilgamesh mató al toro y Enkidu rasgó el muslo derecho del toro y lo tiró a la cara de Istar.
Aunque la muerte del toro del cielo puede tomarse como una victoria para Enkidu y Gilgamesh, Istar estaba determinada a vengarse. Enkidu enfermó y al poco tiempo murió. Gilgamesh lloró la pérdida de su amigo y comprendió que un día él también moriría. En esta nueva crisis, él recordó de su antepasado Utnapistim, un mortal que había sobrevivido al diluvio y así había ganado la inmortalidad. Gilgamesh resolvió encontrar a Utnapistim y buscar por medio de él los recursos para la inmortalidad. Emprendió un azaroso peregrinaje a través de elevadas montañas y de aguas de la muerte para alcanzar a Utnapistim. A lo largo del camino fue disuadido por la sirena Siduri, cuyo con sejo recuerda a Eclesiastés 9:7-9. Siduri dice:
Gilgamesh, ¿a dónde vagas
Fuente: Diccionario Bíblico Arqueológico