H127
Diccionario Strong
אֲדָמָה
adamá
de H119; tierra (de su rojez generalmente): agricultura, labrador, nación, país, tierra.
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Diccionario Chávez
אדמה Tierra, territorio (Deu 7:13). — a) ish ha-adamáh = hombre de la tierra = agricultor (Gén 9:20). b) admát afár territorio del polvo (el dominio que es terrenal y pasajero (Dan 12:2; RVA traduce «polvo de la tierra»).
— אדמוני Rojizo (Gén 25:25). — Var. אדמני.
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Diccionario Vine AT
‘adamah (אֲדָמָה, H127), «suelo; tierra». Este nombre también se encuentra en arábigo. Los casos en hebreo son alrededor de 224, abarcando todos los períodos de la Biblia hebraica.
Para comenzar, este nombre se refiere a «tierra» cultivable (quizás de color rojizo). Tiene agua y plantas: «Sino que subía de la tierra un vapor el cual regaba toda la faz de la tierra» (Gén 2:6). Este mismo significado se encuentra en la primera cita que contiene el término (Gén 1:25): «Todo animal que se arrastra sobre la tierra». El vocablo se contrasta con «erial, yermo» (suelo improductivo); es el término genérico que indica la superficie del planeta «tierra» y que, juntos o por separado, significa «suelo, tierra». El cuerpo del primer hombre, Adán, se formó solo de ‘adamah (cf. Gén 2:9): «Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra []» (Gén 2:7).
Adamah puede usarse específicamente para describir una «tierra» que un grupo particular de personas cultiva o que recibe para culivarla: «Mira desde tu morada santa, desde el cielo, y bendice a tu pueblo Israel y la tierra que nos has dado, como juraste a nuestros padres: una tierra que fluye leche y miel» (Deu 26:15). Una variante adicional de este matiz tiene que ver con el propio suelo: «Te ruego, pues, ¿de esta tierra no se dará a tu siervo la carga de un par de mulas [para erigir un altar al Señor]?» (2Re 5:17).
En Éxo 3:5 ‘adamah se usa más en el sentido del «suelo» que pisamos, sin tener en cuenta su productividad: «Quita las sandalias de tus pies, porque el lugar donde tú estás tierra santa es».
El matiz «propiedad» o «posesión» se destaca con más claridad en pasajes como Zac 2:12 : «Jehovah poseerá a Judá como su heredad en la tierra santa» (RVA; cf. Sal 49:11). Aunque ‘adamah nunca tiene una referencia política, a veces se usa con el significado de «propiedad» o «patria» (cf. Isa 14:2; Isa 19:17; y en particular Eze 7:2). Otro ejemplo es Isa 15:9 (RVA): «Pero yo aún traeré sobre Dibón otras cosas: leones contra los fugitivos de Moab, y contra los sobrevivientes de la tierra».
En todo el Antiguo Testamento existe una relación entre ‘adam («hombre») y ‘adamah («tierra»). Tienen una afinidad etimológica puesto que ambos parecen derivarse del verbo ‘adom («ser rojo»). Mientras que Adán obedeciera a Dios, la «tierra» rendiría su fruto. Por consiguiente, la «tierra» pertenece a Dios y estando bajo su autoridad corresponde a los esfuerzos de su siervo (Gén 2:6). Con el pecado se rompe la armonía entre el hombre y la «tierra», y esta ya no responde a su cuidado. Su vida se mueve hacia adentro y hacia la muerte en lugar de hacia arriba y hacia la vida. A medida que crece la rebelión humana disminuye la fertilidad del «suelo» (Gén 4:12, Gén 4:14; cf. Gén 8:21). En Abraham la redención prometida (Gén 3:15) se manifiesta mediante una debida relación entre Dios y el hombre y entre este y la «tierra» (Gén 28:14-15). Bajo Moisés la productividad del «suelo» dependía de la obediencia del pueblo de Dios (cf. Deu 11:17).
Fuente: Varios Autores