H4194

Diccionario Strong

מָוֶת

mávet

de H4191; muerte (nat. o violenta); concr. muerto (s) , su lugar o estado (hades); fig. pestilencia, ruina: de muerte, morir, mortal, muerte, muerto.

מוּת לַבֵן Mut labén. Véase H4192.

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Diccionario Chávez

מָוֶת Muerte:

a) ben mávet = persona que debe morir (1Sa 20:31; Ver nota RVA). b) ish mávet = persona digna de muerte (1Re 2:26). — Const. מוֹת; Suf. מוֹתוֹ; Const.pl. מוֹתֵי; Suf. מֹתָיו.

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Diccionario Vine AT

mawet (מָוֶֶת, H4194), «muerte». Este vocablo se encuentra 150 veces en el Antiguo Testamento. El término mawet aparece a menudo como antónimo de jayyîm («vida»): «Llamo hoy por testigos contra vosotros a los cielos y a la tierra, de que he puesto delante de vosotros la vida y la muerte, la bendición y la maldición. Escoge, pues, la vida para que vivas, tú y tus descendientes» (Deu 30:19 RVA). Mawet se usa más en lenguaje poético que en los libros históricos: de Job a Proverbios unas 60 veces, entre Josué y Ester 40 veces; pero en los profetas mayores, unas 25 veces.

La «muerte» es el fin natural de la vida humana sobre esta tierra; es una dimensión del castigo de Dios sobre los hombres: «Pero del árbol del conocimiento del bien y del mal no comerás, porque el día que comas de él, ciertamente morirás» (Gén 2:17 RVA). Por tanto, todos los seres humanos mueren: «Si estos mueren como mueren todos los hombres … entonces Jehová no me ha enviado» (Núm 16:29 RVA). El Antiguo Testamento usa «muerte» en frases como «el día de mi muerte» (Gén 27:2) y «año de muerte» (Isa 6:1); y también usa el término en relación con algún acontecimiento previo (Gén 27:7, Gén 27:10) o posterior (Gén 26:18) a la defunción de alguna persona.

La «muerte» puede sobrevenir a cualquiera violentamente o como ajusticiamiento: «Si un hombre ha cometido pecado que merece la muerte, por lo cual se le ha dado la muerte, y le has colgado de un árbol, no quedará su cuerpo en el árbol durante la noche» (Deu 21:22-23 RVA). Saúl se refirió a David como «hijo de muerte» [«reo de muerte» BJ] porque tenía la intención de matarlo (1Sa 20:31; cf. Pro 16:14). Reflexionando sobre una de sus experiencias, David compone un salmo en el que relata su cercanía con la muerte: «Ciertamente me rodearon las olas de la muerte, y los torrentes de la perversidad me atemorizaron. Me rodearon las ligaduras del Seol; me confrontaron los lazos de la muerte» (2Sa 22:5-6 RVA; cf. Sal 18:5-6). Isaías predijo que el Siervo Sufriente tendría una muerte violenta: «Se dispuso con los impíos su sepultura, y con los ricos estuvo en su muerte. Aunque nunca hizo violencia, ni hubo engaño en su boca» (Isa 53:9 RVA).

Otra causa de «muerte» puede ser una plaga. En una ciudad asediada, debilitada por pésimas condiciones sanitarias, la población diezmaría. Jeremías se refiere a esta clase de muerte en Egipto y lo atribuye al juicio de Dios (Jer 43:11); en este caso se trata de «muerte» por causa de hambre y pestilencia. Lamentaciones describe la situación de Jerusalén antes de su caída frente a los caldeos: «En la calle la espada priva de hijos; en la casa es como la muerte» (Lam 1:20 RVA; cf. también Jer 21:8-9).

Finalmente, el vocablo mawet denota el «reino de los muertos» o sheôl. Este lugar de muerte tiene puertas (Sal 9:13; Sal 107:18) y cámaras (Pro 7:27); el camino de los malos conduce a esta morada (Pro 5:5).

Isaías esperaba el fin de la «muerte» cuando se restableciera plenamente el reinado del Señor: «Destruirá a la muerte para siempre; y enjugará el Señor toda lágrima de todos los rostros; y quitará la afrenta de su pueblo de toda la tierra; porque Jehová lo ha dicho» (Isa 25:8). Sobre la base de la resurrección de Jesús, Pablo argumenta que el hecho arriba predicho ya ocurrió (1Co 15:54); por otro lado, Juan esperaba con ansias la resurrección cuando Dios va a enjugar toda lágrima (Apo 21:4).

Temûtah significa «muerte». Encontramos un caso en Sal 79:11 (RVA): «Llegue a tu presencia el gemido de los presos. Conforme a la grandeza de tu brazo, preserva a los sentenciados a muerte [lit. «hijos de muerte»]» (cf. Sal 102:20).

Mamôt se refiere también a «muerte». El término aparece en Jer 16:4 : «De enfermedades dolorosas morirán» (cf. Eze 28:8).

Fuente: Varios Autores