Biblia

H4397

H4397

Diccionario Strong

מַלְאָךְ

malák

de una raíz que no se usa sign. despachar como delegado; mensajero; espec. de Dios, i.e. ángel (también profeta, sacerdote o maestro): embajador, enviado, mediador, mensajero, ángel.

—-

Diccionario Chávez

מַלְאָךְ

1) Mensajero (Gén. 32:4/Gén 32:3).

2) Agente — En Isa 23:2 los Rollos del M. M. tienen מַלְאֲכֵיךָ en lugar de מִלְאוּךְ, lo que nos llevaría a traducir:

«Sidón, tus agentes que cruzan el mar», en lugar de «Sidón, que cruzando el mar te han llenado».

3) Mensajero de Dios:

a) Profetas (Isa 44:26). b) Sacerdotes (Mal 2:7; Ecl. 5:5/Ecl 5:6). c) Fuerzas cósmicas (Sal 104:4). d) Angeles (Gén 48:16). e) El Angel de YHVH, evidentemente una teofanía (Éxo 3:2). — Const. מַלְאַךְ; Suf. מַלְאָכוֹ, מַלְאָכִי; Pl. מַלְאָכִים; Const. מַלְאֲכֵי; Suf. מַלְאָכָיו.

—-

Diccionario Vine AT

malak (מַלְאָךְ, H4397), «mensajero; ángel»). En ugarítico, arábigo y etiópico, el verbo leac significa «enviar». Aun cuando leac no existe en el Antiguo Testamento hebraico, se puede percibir la relación etimológica con malak. Es más, el Antiguo Testamento usa el vocablo «mensaje» en Hag 1:13 (RVA), término que incorpora el significado de la raíz leac, «enviar». Otro nombre derivado de la misma raíz es melacá, «trabajo», que aparece 167 veces. El nombre Malaquías (malachi), literalmente «mi mensajero», se basa en el nombre malak.

El nombre malak se encuentra 213 veces en el Antiguo Testamento hebraico. Es más frecuente en los libros históricos, donde generalmente tiene la acepción de «mensajero»: Jueces (31 veces), 2 Reyes (20 veces), 1 Samuel (19 veces) y 2 Samuel (18 veces). Los libros proféticos se valen de malak con moderación, con la notable excepción de Zacarías, donde el ángel del Señor comunica su mensaje al profeta. Por ejemplo: «Respondí entonces y dije al ángel que hablaba conmigo: Señor mío, ¿qué es esto? Y el ángel me respondió y me dijo: Estos son los cuatro vientos [pl. de malak] de los cielos, que salen después de presentarse delante del Señor de toda la tierra» (Zac 6:4-5).

El vocablo malak denota a alguien que ha sido enviado a través de una gran distancia por algún individuo (Gén 32:3), o por una comunidad (Núm 21:21), con el fin de comunicar un mensaje. A menudo se envían varios mensajeros juntos: «Y Ocosías cayó por la ventana de una sala de la casa que tenía en Samaria; y estando enfermo, envió mensajeros [pl. de malak] y les dijo: Id y consultad a Baal-zebub dios de Ecrón, si he de sanar de esta enfermedad» (2Re 1:2). La fórmula introductoria del mensaje que porta el malak contiene a menudo la frase «Así ha dicho», o «Esto es lo que … dice», lo cual avala la autoridad del mensajero al comunicar el mensaje de su señor: «Jefté ha dicho así: Israel no tomó tierra de Moab, ni tierra de los hijos de Amón» (Jue 11:15). Como representante del rey, el malak cumpliría las funciones de un diplomático. En 1Re 20:1 ss leemos que Ben-adad envió mensajeros con los términos de su rendimiento: «Envió mensajeros a la ciudad a Acab rey de Israel, diciendo: Así ha dicho Ben-adad» (1Re 20:2-3).

Estos pasajes confirman la posición importante del malak. Honores para el mensajero equivale a rendir pleitesía a quien lo envía. Lo contrario también es cierto. El insulto de Nabal a los siervos de David fue como si lo insultaran a él (1Sa 25:14 ss); y cuando Hanún, rey de Amón, humilló a los siervos de David (2Sa 10:4 ss), este no tardó en enviar a su ejército en contra de los amonitas.

Dios también envía mensajeros. En primer término están los mensajeros proféticos: «Y Jehová el Dios de sus padres envió constantemente palabra a ellos por medio de sus mensajeros, porque él tenía misericordia de su pueblo y de su habitación. Mas ellos hacían escarnio de los mensajeros de Dios, y menospreciaron sus palabras, burlándose de sus profetas, hasta que subió la ira de Jehová contra su pueblo, y no hubo ya remedio» (2Cr 36:15-16). Hageo se autodenominó el «mensajero del Señor» (malak Yahveh).

También hubo mensajeros ángelicales. El vocablo castellano ángel está relacionado etimológicamente al término griego angelos, cuya traducción es similar al hebreo: «mensajero» o «ángel». El ángel es un mensajero sobrenatural del Señor con un mensaje particular. «Los dos ángeles llegaron a Sodoma al anochecer. Lot estaba sentado junto a la puerta de Sodoma, y al verlos se levantó Lot para recibirlos postrándose a tierra» (Gén 19:1 RVA). Los ángeles también tienen la comisión de proteger al pueblo de Dios: «Pues a sus ángeles mandará acerca de ti, que te guarden en todos tus caminos» (Sal 91:11).

En tercer y más significativo lugar están las frases malak Yahveh, «el ángel del Señor», y malak elohîm, «el ángel de Dios». Estas siempre se usan en singular y denotan un ángel que sobre todo tiene la función de salvar y proteger: «Porque mi ángel irá delante de ti, y te llevará a la tierra del amorreo, del heteo, del ferezeo, del cananeo, del heveo y del jebuseo, a los cuales yo haré destruir» (Éxo 23:23). El ángel puede también ser mensajero de maldición: «Y alzando David sus ojos, vio al ángel de Jehová, que estaba entre el cielo y la tierra, con una espada desnuda en su mano, extendida contra Jerusalén. Entonces David y los ancianos se postraron sobre sus rostros, cubiertos de cilicio» (1Cr 21:16).

La relación entre el Señor y el «ángel del Señor» a menudo es tan cercana que es difícil separar a los dos (Gén 16:7 ss; Gén 21:17 ss; Gén 22:11 ss; Gén 31:11 ss; Éxo 3:2 ss; Jue 6:11; Jue 13:21s). Esta identificación ha contribuido a que algunos intérpretes concluyan que el «ángel del Señor» era el Cristo preencarnado.

Por lo general, en la Septuaginta el término malak se traduce como angelos y la frase «ángel del Señor» por angelos kuriou. Las versiones en castellano hacen esta misma distinción al traducir malak simplemente como «ángel» o «mensajero».

Fuente: Varios Autores