H5707

Diccionario Strong

עֵד

ed

contracción de H5749 ; concr. testigo; abst. testimonio; espec. grabador, i.e. príncipe: testigo, testimonio.

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Diccionario Chávez

עֵד Testigo:

a) ve-éd éin bah = y no hay testigo contra ella (Núm 5:13). b) ve-antáh ha-shiráh ha-zót le-fanáv le-éd = y dará testimonio este cántico en presencia de él (Deu 31:21; la RVA traduce:

«dará testimonio contra él»). — Suf. עֵדִי; Pl. עֵדִים; Const. עֵדֵי; Suf. עֵדַי, עֵדֵיהֶם.

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Diccionario Vine AT

‘ed (עֵד, H5707), «testigo». Los 69 casos de esta palabra están esparcidos a lo largo de los varios géneros y períodos de la literatura, aun cuando no se encuentra en los escritos históricos fuera del Pentateuco.

El término se relaciona con el campo legal o jurídico. Primero, en el campo de asuntos civiles el vocablo puede referirse a alguien que está presente durante un trámite legal y que puede atestiguar al respecto en caso de necesidad. Por lo general, se trataba de escribanos o notarios; por ejemplo, para constatar un acuerdo verbal sobre traspaso de propiedad: «Y la costumbre en tiempos pasados en Israel tocante a la redención y el intercambio de tierras para confirmar cualquier asunto … Entonces Booz dijo a los ancianos y a todo el pueblo: Vosotros sois testigos hoy de que he comprado de la mano de Noemí todo lo que pertenecía a Elimelec y todo lo que pertenecía a Quelión y a Mahlón» (Rut 4:7, Rut 4:9 LBA). Más adelante los «testigos» no solo testificaban en cuanto a la transacción y lo confirmaban oralmente, sino firmaban un documento o escritura legal. Es así como el término adquiere un matiz adicional que indica tanto la capacidad como la disponibilidad del «testigo», lo cual les permite avalar con su firma: «Entregué el documento de la compra a Baruc hijo de Nerías … en presencia de Hanameel, hijo de mi tío, en presencia de los testigos que habían firmado el documento de la compra» (Jer 32:12 RVA). Un objeto o un animal podían testificar de la veracidad de una acción o de un acuerdo. Su existencia o aceptación por las partes involucradas servía como «testigo» (así como en el caso de los animales que se entregaron a Abimelec en Gén 21:30): «Ven, pues, ahora, y hagamos pacto tú y yo, y sea por testimonio entre nosotros dos [que atestigüe sobre nuestra mutua relación]» (Gén 31:44 : primer pasaje con el término). Jacob entonces levantó un majano o montículo de piedras como «testimonio» adicional (Gén 31:48) y apela a Dios como «testigo» y juez si el pacto no se cumple.

En el derecho penal mosaico el acusado tiene la facultad de carearse con su acusador y de aportar evidencia en cuanto a su inocencia. En el caso de una mujer recién casada acusada por su marido de adulterio, el testimonio de este es suficiente para comprobar la culpabilidad a menos que los padres de la mujer tengan, antes del matrimonio, claras evidencias de su virginidad (Deu 22:14 ss). Por lo general, confrontaban al acusado con alguien que presenció o escuchó su culpabilidad: «Si alguno pecare por haber sido llamado a testificar, y fuere testigo que vio, o supo, y no lo denunciare, él llevará su pecado» (Lev 5:1). Quien miente en un tribunal de justicia incurre en severas penalidades. El noveno mandamiento puede tener como referencia inmediata un contexto concreto como este (Éxo 20:16). De ser así, sirve para sancionar procedimientos jurídicos concretos, salvaguardar a las personas de acusaciones y condenas secretas y asegurarles su derecho y privilegio de autodefensa. En el intercambio entre Jacob y Labán antes mencionado, el primero también llama a Dios como «testigo» (Gén 31:50), entre ellos, aquel que vigilará las violaciones y, que al mismo tiempo por ser Dios, es Juez. Aunque en la mayoría de los casos los tribunales procuraban separar las funciones de juez y «testigos», estos últimos sí tomaban parte en ejecutar las penas contra los culpables (Deu 17:7), tal como lo hace Dios.

Fuente: Varios Autores