H6083
Diccionario Strong
עָפָר
afár
de H6080; polvo (como desmenuzado o gris); de aquí, lodo, tierra, barro: barro, ceniza, escombro, mezcla, polvo, tierra.
עַפְרָה Afrá. Véase H1036.
—-
Diccionario Chávez
עפר PIEL:
Esparcir polvo sobre algo (2Sa 16:13). — Perf. עִפַּר.
—-
Diccionario Vine AT
‘apar (עָפָר, H6083), «polvo; terrones; yeso; ceniza». Se encuentran cognados de este vocablo en ugarítico, acádico, arameo, siríaco y arábigo. Aparece unas 110 veces en todas las épocas del hebreo bíblico.
El nombre se refiere a «tierra suelta y porosa» o sea «polvo». En la primera ocasión en que se usa en la Biblia, ‘apar parece significar eso mismo, «tierra suelta y porosa»: «Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra. Sopló en su nariz aliento de vida» (Gén 2:7). En Gén 13:16, el término se refiere a las «partículas más menudas del suelo»: «Yo haré que tu descendencia sea como el polvo de la tierra» (RVA). Cuando se escribe en plural, el nombre puede significar un «montón de polvo» o sea «terrones»: «No había hecho aún la tierra, y la hierba, ni los primeros terrones del orbe» (Pro 8:26 NBE; «ni el principio del polvo del mundo» RVR, cf. NRV; «polvo primordial» NVI, cf. BJ; «polvo primero» LBA).
‘Apar puede significar «argamasa o yeso seco y desmenuzado»: «También hará raspar toda la casa por dentro, y el polvo resultante será arrojado fuera de la ciudad, a un lugar inmundo» (Lev 14:41 RVA). En Lev 14:42 el término quiere decir «yeso húmedo» o «mezcla»: «Luego tomarán otras piedras y reemplazarán aquellas piedras; y él tomará otra mezcla [«barro» RVR] y volverá a recubrir la casa» (LBA). En Deu 9:21, ‘apar indica un «material molido fino»: «Yo tomé vuestro pecado, el becerro que habíais hecho, y lo quemé en el fuego. Lo desmenucé moliéndolo bien, hasta reducirlo a polvo, el cual arrojé a la quebrada que descendía del monte» (RVA).
‘apar puede referirse a las «cenizas» de alguna cosa quemada: «Entonces mandó el rey al sumo sacerdote Hilcías, a los sacerdotes de segundo orden, y a los guardianes de la puerta, que sacasen del templo de Jehová todos los utensilios que habían sido hechos para ba’al, para Asera y para todo el ejército de los cielos; y los quemó fuera de Jerusalén … e hizo llevar las cenizas de ellos a Bet-el» (2Re 23:4). En un uso algo parecido, el vocablo indica las «cenizas» de un holocausto (Núm 19:17).
A veces se llama «polvo» a los «escombros» de una ciudad: «Así me hagan los dioses y aun me añadan, si el polvo de Samaria basta para llenar las manos de todo el pueblo que me sigue» (1Re 20:10 RVA). En Gén 3:14 la maldición de la serpiente fue comer «polvo» para siempre (cf. Isa 65:25; Miq 7:17). En Job 28:6 encontramos otro matiz que proviene de las características del polvo, un paralelismo entre ‘apar y «piedras», lo que hace suponer que el término aquí significa «suelo»: «Sus piedras son yacimientos de zafiros, y su polvo contiene oro» (LBA).
‘apar puede servir como símbolo de «superabundancia», o de una «gran masa» de algo. Este uso, que ya se citó (Gén 13:16), reaparece en su cumplimiento en Núm 23:10 : «¿Quién contará el polvo de Jacob, o el número de la cuarta parte de Israel?» ‘Apar se refiere a «total destrucción» en 2Sa 22:43 : «Como polvo de la tierra los molí; como lodo de las calles los pisé y los trituré». En Sal 7:5 el término quiere decir «sin valor» o «inútil»: «Persiga el enemigo mi alma, y alcáncela; huelle en tierra mi vida, y mi honra ponga en el polvo» (RVR; «por los suelos» NVI). Experimentar derrota es «lamer el polvo» (Sal 72:9) y recuperarse de una derrota es «sacudirse el polvo» (Isa 52:2). Esparcir «polvo» («tierra») delante de alguien comunica vergüenza y humillación (2Sa 16:13); mientras que aflicción o duelo se expresa en varias acciones que indican abatimiento, entre ellas echarse «polvo» o «tierra» en la cabeza (Jos 7:6). Abraham se considera «polvo y ceniza», o sea que no es realmente importante (Gén 18:27).
En Job 7:21 y en pasajes semejantes, ‘apar se refiere al «polvo» de la tumba: «Pues ahora yaceré en el polvo, y si con diligencia me buscas, ya no estaré» (RVA). El mismo vocablo se usa también como un símil de un «ejército desparramado»: «Porque el rey de Siria los había destruido y los había dejado como polvo de la trilla» (2Re 13:7 RVA).
Fuente: Varios Autores