H727
Diccionario Strong
אָרוין
arón
o אָרין arón; de H717 (en el sentido de recolección); caja: arca, ataúd.
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Diccionario Chávez
אֲרוֹן
1) Arca del pacto (1Sa 3:3).
2) Ataúd o sarcófago (Gén 50:26).
3) Cofre para guardar dinero (2Re 12:10).
— אֲרִוצֵם Sobre esta palabra en Jer 50:44 ver bajo Hifil de רוץ.
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Diccionario Vine AT
‘arôn (אָרוין, H727), «arca; ataúd; cofre; caja». El vocablo tiene cognados en fenicio, arameo, acádico y arábigo. Se encuentra unas 203 veces en el hebreo bíblico durante todos los períodos.
En Gén 50:26 la palabra representa un ataúd o sarcófago (tiene el mismo significado en fenicio): «Y murió José a la edad de ciento diez años; y lo embalsamaron, y fue puesto en un ataúd en Egipto». Este sarcófago fue quizás uno bien trabajado, como los tantos que se han encontrado en Egipto.
Durante el reinado de Joás, cuando se reparó el templo, el dinero de los trabajos se depositaron en un «cofre» con un agujero en la tapa. El sumo sacerdote Joiada lo preparó y colocó en la entrada del templo (2Re 12:9).
En la mayoría de los casos, ôn se refiere al «arca del testimonio». Este mueble funcionaba principalmente como un receptáculo. Como tal, la palabra se modifica a menudo por los nombres o atributos divinos. En 1Sa 3:3, el nombre divino modifica primero a ôn : «Samuel estaba durmiendo en el templo de Jehová, donde estaba el arca de Dios». El nombre de Dios que se relaciona con el pacto, Jehová (Yahveh), modifica a ôn por vez primera en Jos 4:5. En Jue 20:27 se encuentra la primera ocasión en que figura la frase el «arca del pacto de Elohîm ». 1Sa 5:11 usa la frase «el arca del Dios [‘elohîm] de Israel» y 1Cr 15:12 emplea «el arca de Jehová [Yahveh] Dios [‘elohîm] de Israel».
A veces los atributos divinos reemplazan el nombre divino: «Levántate, oh Jehová, al lugar de tu reposo, tú y el arca de tu poder» (Sal 132:8). Otro grupo de adjetivos enfocan en la redención divina (cf. Heb 8:5). Es así como ôn se describe a menudo como «el arca del pacto» (Jos 3:6) o «el arca del pacto de Jehová» (Núm 10:33). Como tal, el arca contenía las evidencias de los hechos redentores de Dios: las tablas en las que estaban inscritos los Diez Mandamientos, un gomer (1, 76 litros) de maná y la vara de Aarón (cf. Éxo 25:21; Deu 10:2; Éxo 16:33-34; Núm 17:10). Ya por los tiempos de Salomón solamente las tablas quedaban en el arca (1Re 8:9). El cofre también se llamaba «el arca del testimonio» (Éxo 25:22), porque contenía las dos tablas que eran evidencia de la redención divina.
Éxo 25:10-22 nos dice que el arca se construyó de madera de acacia con una medida de 1,80 m (largo) por 1,35 (ancho) por 1,35 (alto). Estaba forrado de oro por dentro y por fuera, y con su moldura de oro. En cada una de sus cuatro patas había una argolla de oro en la parte superior atravezadas con varas de acacia en oro, que no podían quitarse y que servían para cargar el arca. La tapa de oro o propiciatorio tenía las mismas dimensiones que la superficie del arca. Dos querubines de oro estaban sentados encima del arca frente a frente, en representación de la majestad celestial (Eze 1:10) que rodea al Dios viviente.
Además de contener memoriales de la redención divina, el arca representaba la presencia de Dios. Estar delante del arca equivalía a estar en la presencia de Dios (Núm 10:35), aunque su presencia no se limitaba a la misma (cf. 1Sa 4:3-11; 1Sa 7:2, 1Sa 7:6). El arca dejó de tener esta función sacramental cuando Israel comenzó a considerarlo como una caja mágica con poder sagrado (palladium).
Dios prometió reunirse con Moisés frente al arca (Éxo 25:22). De esta manera, el arca funcionaba como un lugar donde se recibía la revelación divina (Lev 1:1; Lev 16:2; Núm 7:89). El arca sirvió de instrumento mediante el cual Dios guiaba y defendía a Israel durante su peregrinaje en el desierto (Núm 10:11). En fin, fue sobre esta misma arca que el más insigne de los sacramentos de Israel, la sangre de propiciación, se presentaba y recibía cada año (Lev 16:2 ss).
Fuente: Varios Autores