Biblia

H7563

H7563

Diccionario Strong

רָשָׁע

rashá

de H7561; moralmente mal; concr. una persona (activamente) mala: condenado a (muerte), condenar, culpable, delincuente, impío, inicuo, mal, malo, maltratar, malvado, pecador, perverso.

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Diccionario Chávez

רָשָׁע Culpable, injusto (Gén 18:23; Éxo 2:13; 1Re 8:32). — rashá la-mút = que está condenado a muerte (Núm 35:31). b) mal’áj rashá = mensajero impío (Pro 13:17). c) darkó ha-reshaáh = su mal camino (Eze 3:18). d) anashím reshaím = hombres malvados (2Sa 4:11). — Fem. רְשָׁעָה; Pl. רְשָׁעִים; Const. רִשְׁעֵי.

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Diccionario Vine AT

rasha’ (רָשָׁע, H7563), «malvado; impío; culpable». Rasha se encuentra solamente en hebreo y arameo tardío. El vocablo aparece unas 260 veces como nombre o adjetivo, particularmente en la literatura poética veterotestamentaria. Son contados los casos en el Pentateuco y en los libros históricos. Es más frecuente en los libros proféticos.

El significado estricto de rasha’ se relaciona con el concepto de «maldad» o de «ser culpable». Es un término jurídico. La persona que ha pecado contra la ley es culpable: «Los que abandonan la ley alaban a los impíos [«malvados» NVI], pero los que guardan la ley contenderán con ellos» (Pro 28:4 RVA). En ocasiones cuando la justicia no prevaleció en la historia de Israel, los «culpables» se exoneraban: «Cuando los justos dominan, el pueblo se alegra» (Pro 29:2; cf. 2Cr 6:23).

Rasha’ también denota la categoría de personas que habiendo cometido males, aún viven en pecado y están resueltos a seguir pecando. Este es el sentido general del término. El primer salmo exhorta a los piadosos a no imitar las acciones y la conducta de las personas impías y malvadas. El impío no procura a Dios (Sal 10:4); le desafía (Sal 10:13). El «malo» ama una vida entregada a la violencia (Sal 11:5), oprime a los justos (Sal 17:9), no paga sus deudas (Sal 37:21) y tiende lazos para atrapar a los justos (Sal 119:110). El Salmo 37 ofrece una descripción dramática de las acciones de los «impíos» así como del juicio de Dios sobre ellos. Frente a la terrible fuerza de los «malvados», los justos claman por su liberación y exigen el juicio divino sobre los «impíos». El tema de juicio se plantea desde Sal 1:6 : «Porque Jehová conoce el camino de los justos; mas la senda de los malos perecerá». Las expectativas de los justos incluyen el juicio de Dios sobre los «malos» en esta vida para que sean avergonzados (Sal 31:17) y los alcancen las penas (Sal 32:10); que los atrapen en sus propios ardides (Sal 141:10), que su muerte sea prematura (Pro 10:27) y que no haya más memoria de ellos (Pro 10:7). Además, a la hora de la muerte habrá grande regocijo: «En el bien de los justos la ciudad se alegra: Mas cuando los impíos perecen, hay fiestas» (Pro 11:10 RVR; «grito de alegría» RVA).

El juicio de los «malvados» se resalta con mucho énfasis en Proverbios . Aquí los autores contrastan las ventajas de la sabiduría y justicia y las desventajas de los «malos» (cf. Pro 2:22 RVA : «Pero los impíos serán exterminados de la tierra, y los traicioneros serán desarraigados de ella»). En Job se plantea la pregunta de por qué no son cortados los «impíos»: «¿Por qué viven los impíos, y se envejecen, y aún crecen en riquezas?» (Job 21:7). El Antiguo Testamento no ofrece una respuesta clara a esta interrogante. Malaquías predice una nueva era en la que la distinción entre los justos y los «malos» se esclarecerá y en que los justos triunfarán: «Entonces os volveréis y podréis apreciar la diferencia entre el justo y el pecador, entre el que sirve a Dios y el que no le sirve» (Mal 3:18 RVA).

La Septuaginta tiene tres traducciones de ras’ha : asebes («impíos»); jamartolos («pecador») y anomos («sin ley»).

En el Antiguo Testamento hay otros dos nombres afines. Resha’, que se halla unas 30 veces, generalmente significa «maldad o impiedad»: «Acuérdate de tus siervos Abraham, Isaac, y Jacob; no mires a la dureza de este pueblo, ni a su impiedad, ni a su pecado» (Deu 9:27). Rish’ah, que aparece unas 15 veces, tiene que ver con «maldad» y «culpa»: «Por mi justicia Jehová me ha traído para tomar posesión de la tierra. Porque por la impiedad de estas naciones es que Jehová las echa de tu presencia» (Deu 9:4 RVA).

rasha’ (רָשָׁע, H7563), «malvado; criminal; culpable». Algunos estudiosos relacionan este vocablo y el término arábigo rash’a («estar flojo, suelto o dislocado»), si bien ese término es escaso en arábigo literario. El cognado arameo resha significa «ser malvado» y el siríaco apel («hacer maldad»).

En general rasha’ expresa cierta turbulencia y agitación (desasosiego; cf. Isa 57:21) o algo que está dislocado o mal organizado. Por eso, Robert B. Gilderstone sugiere que el vocablo tiene que ver con la agitación y confusión en la que los malvados viven y al desasosiego constante que causan en otros.

En algunos casos, rasha’ tiene el sentido de «ser culpable de un crimen»: «No suscitarás rumores falsos, ni te pondrás de acuerdo con el impío para ser testigo perverso» (Éxo 23:1 RVA); «Quita de la presencia del rey al malvado, y el rey afirmará su trono en la justicia» (Pro 25:5 NVI). «El testigo perverso se burla del juicio, y la boca de los impíos expresa iniquidad » (Pro 19:28 RVA; cf. Pro 20:26). Indultar al «malvado» se considera un crimen abominable: «Absolver al culpable y condenar al inocente son dos cosas que el Señor aborrece» (Pro 17:15 NBI; cf. Éxo 23:7).

El rasha’ es culpable de hostilidad hacia Dios y su pueblo: «¡Vamos, Señor, enfréntate a ellos! ¡Derrótalos! ¡Con tu espada rescátame de los malvados!» (Sal 17:13 NVI); «Acábese ya la maldad de los impíos, y establece al justo» (Sal 7:9 RVA). El vocablo se refiere al pueblo de Babilonia en Isa 13:11 y a los caldeos en Hab 1:13.

rasha’ (רָשָׁע, H7563), «malvado; culpable». En el ejemplo típico que encontramos en Deu 25:2, el adjetivo se refiere a una persona que es «culpable de un crimen»: «Sucederá que si el delincuente [culpable LBA] merece ser azotado, el juez lo hará … azotar en su presencia» (RVA, cf. RVR). Una alusión semejante se halla en Jer 5:26 (RVA): «Porque en mi pueblo se encuentran impíos que vigilan como quien ha puesto una trampa. Ponen objetos de destrucción y atrapan hombres». En 2Sa 4:11 (LBA), ras’ha se refiere específicamente a asesinos: «¿Cuánto más, cuando hombres malvados han matado a un hombre justo en su propia casa y sobre su cama?». La expresión «culpable de muerte» (rashalamût) aparece en Núm 35:31 para indicar un asesino. Faraón reconoce que él y su gente son «impíos», culpables de hostilidad hacia Dios y su pueblo (Éxo 9:27).

rasha’ (רָשָׁע, H7563), «malo; malvado; culpable». El mismo término sirve también como adjetivo. En ciertos casos una persona puede ser tan culpable que merece la muerte: «Cuando haya pleito entre algunos y acudan al tribunal para que los juzguen, absolverán al justo y condenarán al culpable» (Deu 25:1 RVA). Las cualidades de alguien «malvado» ameritan que se le llame una persona «impía»: «¿Cuánto más a los malos hombres que mataron a un hombre justo en su casa, y sobre su cama? Ahora pues, ¿no he de demandar yo su sangre de vuestras manos, y quitaros de la tierra?» (2Sa 4:11; cf. Eze 3:18-19).

Fuente: Varios Autores