HILDEGARDA. SANTA

[936](1098-1179)

Santa alemana medieval, de la noble familia Stein. Educada en el monasterio de Disenberg por su tí­a Abadesa, luego fue elegida para sucederla en tal cargo. Se la llamó la «Sibila del Rhin», por la intuición en sus consejos y la agudeza de su comprensión del mundo. Su sabidurí­a atraí­a a nobles, obispos y autoridades, que la pedí­an luces en sus labores de gobierno, las cuales se consideraban como eco de de singulares dones divinos
Luchó contra las herejí­as de Berengario y de los cátaros. Recorrió Colonia, Tréveris, Metz, Bamberg, reclamando fidelidad a la doctrina de la Iglesia. Fundó varias abadí­as filiales ante la abundancia de vocaciones que acudí­an a su monasterio. Desde ellos ejerció una labor admirable de influencia y aliento.

Escribió diversos libros que fueron mandados examinar por el Papa Eugenio III, declarando su ortodoxia. Entre ellos «Scivias» (Scire vias Domini o vias lucis), el «Libro de las obras divinas», «Carta a los prelados de Maguncia», «Exposición del Evangelio (50 homilí­as)» y el «Libro de las cartas y oraciones».

Juan XXII la canonizó en 1334. Es una de las santas germanas que más eco dejó en la historia de la Iglesia alemana

Pedro Chico González, Diccionario de Catequesis y Pedagogí­a Religiosa, Editorial Bruño, Lima, Perú 2006

Fuente: Diccionario de Catequesis y Pedagogía Religiosa