Biblia

HODEGETICA

HODEGETICA

(v. acción evangelizadora-pastoral, pastoral, pastoral de conjunto)

(ESQUERDA BIFET, Juan, Diccionario de la Evangelización, BAC, Madrid, 1998)

Fuente: Diccionario de Evangelización

La teologí­a pastoral se dividí­a tradicionalmente en didáctica (kerigmática, catequética y homilética), sacramental y hodegética, entendiendo esta última como la ciencia de la guí­a pastoral en el gobierno de los creyentes, relacionada con la actividad sacerdotal. La hodegética (del griego odeghéo = guí­o) se refiere al munus regendi, es decir, a la dirección de las almas y al gobierno de la comunidad, y a la 6uena administración de sus bienes espirituales y materiales.

La pastoral hodegética, además de estudiar los principios directivos, tiende también a traducirlos en metodologí­a y en práctica para la solución de los muchos y complejos problemas que afectan a la comunidad cristiana. Las normas fundamentales para la hodegética se derivan del Nuevo Testamento (Lc22,25-26; 1 Tim 5,1-2; 1 Pe 5,1 -2), sobre todo de la figura del buen Pastor (Jn 10,1-18). El presbí­tero es signo sacramental de Cristo Cabeza y Pastor; lo representa en cuanto que es cabeza de la comunidad y pastor, sacerdote fiel, guí­a del rebaño, permaneciendo con sus ovejas y llevando su misma vida. Así­ pues, el munus regendi et ducendi (función de gobernar y conducir) se deriva de Jesús buen Pastor, y corresponde a su paternidad espiritual.

El Directorio Ecclesiae imago (para el ministerio pastoral de los obispos, 22 de febrero de 1973) ofrece los siguientes principios generales fundamentales sobre el gobierno pastoral: principio del bien común, de la unidad, de la colaboración responsable, de la subsidiariedad, de la coordinación, de la «persona justa en el sitio justo». Las cualidades y requisitos que deben caracterizar la obra de los que están llamados a guiar a los fieles en la Iglesia parecen ser: el ví­nculo de conexión querido por la obediencia, la fuerza de cohesión alimentada por la caridad que actúa y se da, la rectitud de intención, la prudencia, el conocimiento objetivo de la realidad, la valoración positiva y realista de las personas, la sabia distribución de las tareas individuales. Entre los peligros que hay que evitar hay que señalar: el autoritarismo sofocante, la inercia en tomar medidas, el inmovilismo, el abstractismo, el empirismo, el activismo.
R. Gerardi

Bibl.: B. Seveso, Teologí­a pastoral, en DTI, 1, S40-S94; C. Floristán, Acción pastoral, en CFP, 21-36; Y Schurr, Teologí­a pastoral en el siglo XX, en H. Vorgrimler y R. Vander Gucht, La teologí­a en el siglo XX, III, Ed, Católica, Madrid 1974, 313-373; C. Floristán M. Useros, Teologí­a de la acción pastoral Ed, Católica, Madrid 1965; K. Rahner Teologí­a pastoral, en E, Neunhaussler – E, Gossman (eds.), ,¿Qué es teologí­a?, Sí­gueme, Salamanca 1969; M. Szenmártony. Introducción a la teologí­a pastoral Verbo Divino, Estella 1994.

PACOMIO, Luciano [et al.], Diccionario Teológico Enciclopédico, Verbo Divino, Navarra, 1995

Fuente: Diccionario Teológico Enciclopédico