HORNILLO

Hornillo (heb. kîrayim, “cocina”, “estufa”). Artefacto usado para producir calor por medio de leña u otro combustible, y sobre el cual se colocaban ollas u otros recipientes con agua para calentarla, o alimentos para cocinarlos. Este término aparece sólo una vez en Lev 11:35 En realidad, es una palabra compuesta de kîr, una cocina o estufa, más ayim, que quiere decir “doble”. Por eso, en la RVR se la ha traducido por “horno u hornillos”. En realidad no se trataba de varios artefactos, sino de uno solo doble, lo que posiblemente significa que mediante él era posible calentar simultáneamente dos ollas o recipientes. Horno. Se pueden notar los siguientes tipos: I. Horno para fundir y refinar metales (heb. kibshân [Gen 19:28]; kûr, ac. kûru [Deu 4:20; 1Ki 8:51; etc.]). El heb. alîl, traducido “horno de tierra” en Psa 12:6 es de significado algo incierto. En el NT, el horno de fundición aparece como el káminos de Rev 1:15 En Edom se han descubierto hornos sencillos para extraer cobre del mí­neral. Cada horno consistí­a de: A. Un espacio pará fundir, es 566 decir, un agujero circular en el suelo, recubierto de arcilla, de unos 40 cm de profundidad y unos 45 cm de diámetro. B. Un pozo más profundo excavado junto al anterior, de unos 70 x 100 cm. C. Una plataforma de trabajo hecha de piedras planas que rodeaba la instalación. El aire era forzado en el espacio para fundir mediante fuelles y tuberí­as protegidas en su parte más cercana al calor con protectores de arcilla. Se usaba carbón como combustible. Un horno de fundición más complejo, procedente del s XI a.C., fue descubierto en Tell Qasîleh, cerca de Tel Aviv, Israel (fig 265). 265. Reconstrucción arqueológica y sección transversal de un horno para la extracción del cobre (s XI a.C.). Encontrado en Tell Qasîleh. Bib.: B. Rothenberg, Timna [Londres, 1972], pp 72-78; B. Maisler, IEJ 1 [1950-1951]:74, 75. II. Horno para cocinar (heb. tannûr; ac. tinûru; aram. tannûra’; gr. klí­banos), mencionado repetidamente en el AT (Neh 3:11; Isa 31:9; etc.). Se han descubierto antiguos tannûrîm bien conservados en muchos sitios de Palestina. Se diferencian muy poco de los hornos árabes modernos. Consistí­an de un agujero en el suelo, cuyas paredes generalmente estaban forradas con trozos de cerámica o una cubierta gruesa de arcilla. En ese hoyo se hací­a fuego, sobre el cual se poní­an anchos conos de arcilla o una gran fuente convexa con una perforación central para la salida del humo. Cuando esa bandeja o fuente estaba caliente, se poní­a sobre ella una delgada capa de masa como si fuera un panqueque. Durante el horneado, habí­a que dar vuelta la masa (Hos 7:8). Algunas veces los panes se poní­an sencillamente sobre las cenizas o piedras calientes (1Ki 19:6). Una forma posterior puede verse en la fig 363. III. Horno para/de ladrillos (heb. malbên; aram. ‘attûn; ac. atûnu). Horno donde se cocinaban y/o quemaban los ladrillos (2Sa 2:31). En Nah 3:14, malbên designa al molde de ladrillo antes que al horno. En Jer 43:9 tiene el sentido de “trabajo de albañilerí­a”. Se lo menciona en Dan_3 en relación con el intento de quemar a los 3 amigos de Daniel por rehusarse adorar la estatua de oro de Nabucodonosor. Ese tipo de horno era una estructura cónica de ladrillos, con una abertura en la pared. Los ladrillos crudos eran apilados alrededor de la pared interior, después de lo cual se encendí­a el fuego. El combustible probablemente era el mismo que todaví­a se usa en Mesopotamia: tamo (paja) mezclada con petróleo crudo obtenido de pozos naturales abiertos; en otros paí­ses se usaba carbón u otros combustibles. El káminos de Rev 9:2 probablemente sea una referencia a uno de estos hornos de ladrillos.

Fuente: Diccionario Bíblico Evangélico