INTERIORIDAD
(v. contemplación, espiritualidad)
(ESQUERDA BIFET, Juan, Diccionario de la Evangelización, BAC, Madrid, 1998)
Fuente: Diccionario de Evangelización
Actuar según Dios no es el esfuerzo de aceptar una regla externa, es el agua de la vida que salpica en el corazón del cristiano. El cristiano actúa porque es inundado por la gracia, y mediante el discernimiento del Espíritu Santo intuye cómo tiene que actuar, decidir, hacer. La belleza y la grandeza de la vida cristiana están en una moral que nace desde dentro. Entre los grandes doctores de la Iglesia, san Agustín es el que mejor ha sabido captar el principio de la interioridad: la vida cristiana tiene su propia fuente originaria, que es obra del Espíritu Santo, pero que nace de la interioridad del hombre y se expresa en santidad y justicia. Es, en otras palabras, la ley del Nuevo Testamento. Santo Tomás, resumiendo esta característica del hombre evangélico, escribe: Lex Novi Testamenti principaliter consistit in Spiritu Sancto, esto es, la ley del Nuevo Testamento consiste principalmente en el Espíritu Santo, fuerza interior que permite al hombre actuar según los mores divinos.
Carlo María Martini, Diccionario Espiritual, PPC, Madrid, 1997
Fuente: Diccionario Espiritual