IRENEO DE LYON. SAN

[922] (140-202)

Su nombre significa pací­fico, sembrador de paz. Nació en Asia Menor, probablemente en Esmirna. De niño escuchó predicar a San Policarpo, obispo de su ciudad y discí­pulo directo de Juan Evangelista. En el 177 habí­a emigrado a Lyon, sin que se sepan las causas y circunstancias. Allí­ fue ordenado sacerdote y pronto, el 178, Obispo de la comunidad cristiana.

Intervino ante el papa Ví­ctor, para que llegara a una avenencia con las Iglesias Orientales sobre la cuestión del a Pascua y no hubiera ruptura de la comunión con ellas. Vuelto de Roma, se opuso con energí­a a la herejí­a del gnosticismo y otros errores.

Hacia el año 180 escribió contra los gnósticos un texto: «Contra las herejí­as» que, además de ser importante por su sátira, nos permite conocer mejor las bases del gnosticismo.

Se dedicó a la predicación con sentido pastoral. Se le atribuye también otro escrito de evangelización «Exposición de la predicación apostólica», en donde se refleja la gran importancia que aquellos primeros cristianos atribuí­an a la docencia de los Apóstoles, fuente primera de toda la doctrina cristina. De otros libros sólo se conocen los tí­tulos, aludidos por escritores posteriores.

Se conocen poco datos de su muerte. Según San Gregorio de Tours, padeció la muerte bajo el emperador Lucio Captan Severo hacia el 202.

Pedro Chico González, Diccionario de Catequesis y Pedagogí­a Religiosa, Editorial Bruño, Lima, Perú 2006

Fuente: Diccionario de Catequesis y Pedagogía Religiosa