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JAMAT

JAMAT

ciudad muy antigua, en Siria, a orillas del Orontes, a 200 kilómetros al norte de Damasco. Cuando Moisés mandó hombres a explorar la tierra de Canán, desde el desierto de Sin, éstos llegaron hasta la entrada de J., el extremo norte de la Tierra Prometida, Nm 13, 21; 34, 8; Jos 13, 5. Esta ciudad fuerte tocó en suerte a la tribu de Neftalí­, Jos 19, 35. En tiempos del rey David, J. era una ciudad-Estado, cuyo rey Tou parece ser que tuvo buenas relaciones con aquél, pues cuando David derrotó a Hadadézer, rey de Sobá, el rey de J. envió a su hijo Joram, para felicitar a David, 2 S 9, 9-10; 1 Cro 18, 9-10, en esta cita Joram aparece como Hadoram. Salomón, hijo de David, la tomó y construyó allí­ centros de avituallamiento, 2 Cro 8, 4. Siendo J. del dominio de los asirios, como lo dice el profeta, Is 10, 9, cuando los samaritanos fueron deportados tras la toma de la ciudad, año 722 a. C., Sargón II trasladó habitantes de J. y los estableció en Samarí­a, 2 R 17, 24. A J. fueron, también, deportados muchos israelitas, cuando Nabucodonosor destruyó Jerusalén, sobre los cuales el oráculo de Isaí­as dice que volverán a su tierra, Is 11, 11.

Diccionario Bí­blico Digital, Grupo C Service & Design Ltda., Colombia, 2003

Fuente: Diccionario Bíblico Digital

(Amatha).

Sede titular de Siria Secunda, sufragánea de Apamea. Jamat fue la capital de un reino cananeo (2 Reyes 23,33; 24,21) cuyo rey, Tou, felicitó a David por su victoria sobre el rey de Sobá (2 Samuel 8,9-11; 1 Crón. 13,9-11). Parece que Salomón tomó posesión de Jamat y su territorio (1 Rey. 4,21-24; 2 Crón. 8,4). Amós (6,2) llama al pueblo “Jamat la Grande”. Los asirios tomaron posesión de ella en el siglo VII a.c. En tiempos de la conquista macedonia se le dio el nombre de Epifania, sin duda en honor a Antíoco Epífanes. Aquila y Teodoreto la llaman Emath-Epifania. En los documentos eclesiásticos se conoce mejor como Epifania. Le Quien (Oriens Christianus, II, 915-918) menciona nueve obispos griegos de Epifania. El primero de ellos, a quien llama Mauricio, es el Manikeios cuya firma aparece en el Primer Concilio de Nicea (Gelzer, “Patrum Nicaenorum Nomina, p. LXI). Conquistada por los árabes en 639, el pueblo recobró su antiguo nombre, el cual ha retenido hasta ahora, bajo la forma de Jamah, que significa “ciudadela”.

Tancredo la tomó en 1108, pero en 1115 los francos la perdieron definitivamente. El geógrafo árabe, Yakout (1148-1229), nació allí. La moderna Jamah (1910) es un pueblo de 45,000 habitantes hermosamente situado sobre el Orontes. Es la residencia de un Mutessarif, dependiente de Damasco. La mayoría de la población es musulmana; pero hay cristianos de varios ritos. Para 1910 tenía dos arzobispos católicos, un melquita griego y uno sirio, uno residente en Labroud, el otro en Homs, y reunían los títulos de Homs (Emeso) y Jamah (Missiones Catholicae, 781-804). Los griegos ortodoxos tenían un obispo propio para cada sede. El moderno pueblo no tiene interés, siendo su principal curiosidad las norias usadas para regar los jardines.

Bibliografía: LEQUIEN, Oriens Christianus II, 915-918; BLUMENBACH, Antiquitates Epiphaniorum (Leipzig, 1737); JULIEN, Sinai et Syrie, 189-192; LEGENDRE in Dict. de la Bible, s.v. Emath.

Fuente: Salaville, Sévérien. «Hamatha.» The Catholic Encyclopedia. Vol. 7. New York: Robert Appleton Company, 1910.

http://www.newadvent.org/cathen/07120c.htm

Traducido por Luz María Hernández Medina

Fuente: Enciclopedia Católica