JOAS

rey de Judá 2Ki 11:2-12; 2Ch 22:11-24.


Joás (heb. Yô’âsh, y Yehô’âsh [ 1, 2, 4, 6-8], quizá “yahweh ha dado” o “dado por Yahweh”; también aparece en las Cartas de Laquis; heb. Yôâsh [3, 5], tal vez “Yahweh ha ayudado [sostiene]”; también aparece en óstracas de Samaria). 1. Padre de Gedeón (Jdg 6:11). Aunque su nombre implica la adoración de Yahweh, tení­a un altar a Baal y un objeto de culto de Asera, lo que indicaba que adoraba a esas deidades (6:25). Cuando su hijo Gedeón destruyó el santuario pagano de adoración, los vecinos idólatras amenazaron de muerte a Gedeón, pero Joás defendió a su hijo diciéndoles que su dios Baal se debí­a defender por sí­ mismo (vs 27-32). 2. Octavo gobernante del reino sureño de Judá. Reinó 40 años (c 835-c 796 a.C.). En el 841 a.C., cuando apenas era un niño, su padre Ocozí­as fue asesinado por el rey Jehú de Israel. Entonces Atalí­a, la madre de Ocozí­as se apoderó del trono después de asesinar a todos los hijos de Ocozí­as menos un hijo pequeño, que fue salvado sólo porque la hermana de su padre, Josaba, esposa del sumo sacerdote Joiada, lo sacó furtivamente y lo ocultó (2Ki 11:1-3; 2Ch 22:10-12). En el 7º año del reinado de Atalí­a, Joiada presentó al joven prí­ncipe a los oficiales del ejército y consiguió su apoyo para destronar a Atalí­a y poner como rey a Joás. Bajo la protección del ejército se puso en marcha el plan y el niño fue proclamado rey en el templo. Atalí­a, atraí­da por las aclamaciones, se dirigió a ese lugar, pero luego fue muerta (2Ki 11:4-16; 2Ch 23:1-15). Joiada se puso de inmediato a restaurar la adoración de Dios y a destruir el templo de Baal. Cuando el joven rey llegó a la adultez, reparó el templo, que ya tení­a unos 150 años de existencia, pero dejó que los lugares altos continuaran como lugares de adoración (2Ki 11:17-12:16; 2Ch 23:16-24:16). Sin embargo, después de la muerte de Joiada, el rey cambió considerablemente y llegó a adorar a Asera y otros í­dolos. Reprendido por el hijo de su protector, Zacarí­as, ordenó que lo apedrearan (2Ch 24:17-22; cf Luk 11:51). También sufrió una seria derrota militar cuando Hazael de Damasco invadió Judá después de tomar la ciudad filistea de Gat. Pudo tranquilizar a los arameos entregándoles todos los tesoros del palacio y del templo (2Ki 12:17, 18; 2Ch 24:23, 24). Poco después de su derrota fue asesinado en su cama por 2 de sus propios cortesanos (2Ki 12:20, 21; 2Ch 24:25, 26). Fue enterrado en la ciudad de David, pero no en las tumbas reales. Su hijo Amasí­as lo sucedió en el trono. 3. Hijo del rey Acab de Israel (1Ki 22:26; 2Ch 18:25). 646 4. Decimotercer rey del reino norteño de Israel (si se incluye a Tibni en la lista). Joás sucedió a su padre, Joacaz, como el 3er, rey de la dinastí­a de Jehú, y gobernó 16 años (c 798-c 782 a.C.). Retuvo la adoración nacional de los becerros de Jeroboam, pero fue un admirador de Eliseo, de quien recibió la promesa de que derrotarí­a a los arameos (2Ki 13:10-19). Fue un guerrero de éxito, y en 3 campañas contra Ben-adad III recuperó los territorios de la Transjordania que su padre habí­a perdido (v 25). Parece que al principio sus relaciones con Judá habrí­an sido cordiales, porque cuando Amasí­as preparó una campaña contra los edomitas, puso un gran ejército de israelitas al servicio del rey de Judá. Sin embargo, antes de iniciar la campaña, Amasí­as los envió de vuelta por consejo de un profeta. Esto ofendió a los soldados israelitas, quienes, como venganza, asolaron la sección noroeste del reino de Judá (2Ch 25:5-10, 13). Después que Amasí­as regresó victorioso de la campaña edomita, declaró la guerra a Joás de Israel, quizá en un intento de vengarse por el daño hecho por los soldados israelitas. El rey Joás se sintió molesto y fue a batalla contra el reino del sur con mucha vacilación, describiendo con desprecio el enfrentamiento por medio de la parábola del cedro y el espino (2Ki 14:8-10; 2Ch 25:17-19). En la batalla de Bet-semes, Amasí­as fue derrotado, y el victorioso Joás saqueó Jerusalén y rompió unos 400 codos del muro de la ciudad antes de retirarse con su botí­n y sus rehenes (2Ki 14:11-14; 2Ch 25:20-24). Una estela de Adad-nirari III (810-782 a.C.) descubierta en Tell er-Rimah, Irak, enumera a “Joás el samaritano” entre los reyes extranjeros que pagaron tributo al rey asirio. Que fuera capaz, evidentemente, de vivir en paz con los asirios, lo fortaleció en su tierra y le dio libertad para luchar con éxito contra sus vecinos. Hay evidencia de que su hijo, Jeroboam II, estuvo asociado con él en el trono por unos 11 años. Joás fue enterrado en las tumbas reales de Samaria (2Ki 14:16). Véase Cronologí­a (V, B). Bib.: S. Page, Iraq 30 (1968):139-153. 5. Descendiente de Judá, de la familia de Sela (1Ch 4:22). 6. Benjamita de la familia de Bequer (1Ch 7:8). 7. Benjamita de Gabaón que se unió a David en Siclag (1Ch 12:3). 8. Supervisor de los almacenes de aceite de David (1Ch 27:28).

Fuente: Diccionario Bíblico Evangélico

Yahvéh ha dado. Nombre de varón. 1. J., del clan de Abiezer, de la tribu de Manasés, padre de Gedeón. J. era rico y en su propiedad tení­a un altar a Baal, que su hijo Gedeón destruyó, por lo que el pueblo se levantó, pero fue defendido por J., Jc 6, 11-32. 2. Descendiente de Selá, hijo de Judá, 1 Cro 4, 22. 3. Hijo de Semaá, de Guibeá, de la tribu de Benjamí­n, hábil para el manejo del arco y la honda, de los primeros que se unieron a David en Siquelag, 1 Cro 12, 3. 4. Hijo de Ajab, rey de Israel. J. y Amón, gobernador de Samarí­a, metieron a la cárcel al profeta Miqueas, quien pronosticó que el rey serí­a derrotado en Ramot de Galaad, 1 R 22, 26; 2 Cro 18, 25-26. 5. Hijo de Béker, de la descendencia de Benjamí­n, en tiempos del rey David, 1 Cro 7, 8. 6. Encargado de los almacenes de aceite, en la administración del rey David, 1 Cro 27, 28. 7. J., rey de Israel, 798-783 a. C., de la dinastí­a de Jehú, hijo y sucesor del rey Joacaz, 2 R 13, 9. Siguió durante su reinado el †œpecado de Jeroboam†, su antecesor. Cuando el profeta Eliseo estaba enfermo, próximo a morir, el rey J. lo visitó, y el profeta, mediante el acto simbólico de disparar una flecha hacia el oriente por parte del rey, le anunció que vencerí­a a Aram en Afeq. Luego, le hizo golpear con las flechas en tierra, el rey lo hizo tres veces, y el profeta le anunció tres victorias sobre Aram, la primera en Afeq, 2 R 13, 14-18. J. recuperó los territorios que Jazael, rey de Damasco, le habí­a arrebatado a su padre Joacaz, y que estaban en posesión del hijo y sucesor de Jazael, Ben Hadad III, a quien derrotó tres veces, como dijo el profeta Eliseo, 2 R 13, 25. Estas victorias se facilitaron por los conflictos entre sirios y asirios. Amasí­as, rey de Judá, 796-781 a. C., habiendo derrotado a Edom, en el valle de la Sal, y habiendo conquistado Sela, envió mensajeros al rey de Israel, desafiándolo a la guerra. J. lo derrotó en Bet Semes de Judá y lo hizo prisionero. J. abrió una brecha en la muralla de Jerusalén, entró en la ciudad y saqueó los tesoros del Templo y los del palacio real y tomó rehenes, y todo lo llevó a la ciudad de Samarí­a, 2 R 14, 7-14. 7. J., rey de Judá, 835-796 a. C., hijo de Ocozí­as, rey de Judá, y de Sibí­a, de Berseba. Ocozí­as fue asesinado, en el 841 a. C., junto con Joram, rey de Israel, por el usurpador Jehú. Muerto Ocozí­as, tomó el poder su madre Atalí­a, 841-835 a. C., quien pretendió eliminar la dinastí­a daví­dica, matando a los hijos del rey. Sin embargo, Yehosebá, hermana de Ocozí­as y esposa del sacerdote Yehoyadá, tomó a J., de un año de edad, lo salvó de la matanza y lo ocultó en el Templo durante seis años. Cuando J. cumplió siete años, el sacerdote Yehoyadá encabezó una rebelión contra la reina, hizo coronar rey de Judá al niño, y Atalí­a fue ejecutada cuando entraba a palacio por la Puerta de los Caballos. El pueblo acudió al templo de Baal, que fue destruido y muerto su sacerdote Matán, 2 R 11; 2 Cro 22, 10-12; 23. †œJoás hizo recto a los ojos de Yahvéh todos los dí­as, como el sacerdote Yehoyadá le habí­a instruido†, 2 R 12, 3; 2 Cro 24, 2. El rey ordenó a los sacerdotes reparar los desperfectos del Templo con el dinero de las ofrendas sagradas y sus réditos personales. Pero, al año veintitrés del reinado de J., estas obras no se habí­an hecho. El rey J. determinó que los sacerdotes no recogiesen el dinero, y el sacerdote Yehoyadá colocó un cofre a la derecha del altar, y el dinero recaudado era contado por el secretario real y el sumo sacerdote y, luego, era entregado a los capataces de la obra, fondos con los que pagaban los materiales de la restauración y los trabajadores, albañiles, canteros. El dinero de las ofrendas de expiación y por el pecado se entregaba a los sacerdotes. Terminada la obra, el dinero sobrante se usó para confeccionar objetos para el culto, 2 R 12, 5-17; 2 Cro 24, 4-14.

Tras la muerte del sacerdote Yehoyadá dice el Cronista, aunque de esto no se hace mención en 2 R, J. se alejó del Templo y del clero, siguió los consejos de los jefes del reino y cayó en la idolatrí­a; ni siquiera los profetas pudieron hacer que enmendase su conducta, 2 Cro 24, 17-19.

Zacarí­as hijo del sacerdote Yehoyadá, denunció ante el pueblo el abandono de Yahvéh, y anunció que el Señor los abandonarí­a. El rey J. mandó que fuera lapidado en el atrio del Templo, 2 Cro 24, 20-22; es posible que el Zacarí­as que se menciona en Mt 23, 35 y Lc 11, 51, sea este mismo personaje. Siguiendo al Cronista, dice que J. fue castigado por estos crí­menes, el ejército arameo invadió Judá y Jerusalén, hubo matanza entre la población y los jefes del pueblo, y el botí­n fue enviado al rey de Damasco, 2 Cro 24, 23-24. En 2 R 12, 18-19, se dice que Jazael, rey de Damasco, tras conquistar la ciudad de Gat, se dirigió contra Jerusalén, y J. tomó lo que habí­a en los tesoros del Templo y del palacio real y lo entregó todo al rey de Aram, quien con este pago desistió del ataque a la ciudad.

Los cortesanos de J. urdieron una conspiración y asesinaron al rey en Bet Mil.ló, 2 R 12, 21-22; 2 Cro 24, 25 26.

Diccionario Bí­blico Digital, Grupo C Service & Design Ltda., Colombia, 2003

Fuente: Diccionario Bíblico Digital

(heb., Yeho†™ash, jo†™ash, yo†™ash, quizá signifique Jehovah sostiene o uno a quien Jehovah concedió).
1. Un hijo de Bequer y nieto de Benjamí­n, probablemente nacido después de llegar a Egipto (1Ch 7:8).
2. Uno de los primeros descendientes de Judá por intermedio de Sela, quien juntamente con su hermano Saraf reinaron sobre Moab (1Ch 4:22).

3. Un descendiente de Abiezer, hijo de Manasés (Jos 17:2; Jdg 6:11). Evidentemente su familia habí­a llegado a ser insignificante (Jdg 6:15), pero su hijo Gedeón pudo contar con la ayuda de diez de sus sirvientes (Jdg 6:27). Joás habí­a sucumbido ante el politeí­smo que lo rodeaba y construyó un altar a Baal. Sin embargo, defendió a su hijo cuando éste destruyó ese altar (Jdg 6:30-32).
4. El encargado de los almacenes de aceite de David (1Ch 27:28).
5. Un familiar del rey Saúl quien se alió a David y llegó a ser uno de los comandantes de sus fuerzas (1Ch 12:3).
6. Un hijo del rey Acab a quien se le ordenó que encarcelara al profeta Micaí­as (1Ki 22:26; 2Ch 18:25-26).
7. Uno de los reyes de Judá, desde el año 884 hasta 848 a. de J.C. (2 Reyes 11—13; 2 Crónicas 24 y 25), y quien siendo un infante fuera rescatado de la masacre llevada a cabo por Atalí­a (2Ch 22:8-9). Vivió una vida devota y de servicio mientras tuvo el consejo de su tí­o (2 Reyes 12; 2 Crónicas 24).
8. El rey de Israel desde 848 hasta 832 a. de J.C. (2Ki 13:10-13; 2Ki 14:8-16; 2Ch 25:17-24).

Fuente: Diccionario Bíblico Mundo Hispano

(Dios ha dado). Nombre de personas del AT.

1. Padre de Gedeón. J. tení­a un altar de Baal y una imagen de Asera en su tierra. Cuando Gedeón destruyó ambas cosas, los vecinos de Ofra lo quisieron matar, J. les dijo que si Baal era †œdios, contienda por sí­ mismo con el que derribó su altar† (Jue 6:27-31). Es probable que fuera J. el que puso a Gedeón el nombre de Jerobaal (†œque Baal abogue o pelee†).

. Hijo del rey Acab, de Israel. Cuando el profeta †¢Micaí­as predijo la derrota de †¢Acab y †¢Josafat ante los sirios, el rey ordenó que se le pusiera preso bajo cuidado de J. (1Re 22:26; 2Cr 18:25).

. Rey de Judá durante cuarenta años (2Re 12:1). Hijo de †¢Ocozí­as. Cuando su abuela †¢Atalí­a mató a la descendencia real tras la muerte de Ocozí­as, J. era un recién nacido. Fue salvado por una tí­a, llamada †¢Josaba, esposa del sacerdote Joiada, que lo escondió en el †¢templo, donde estuvo seis años (2Re 11:1-3; 2Cr 22:10-12). Al séptimo año el sacerdote †¢Joiada hizo una conspiración con el ejército y coronó a J. en el templo. †œTodo el pueblo del paí­s se regocijaba y tocaban las trompetas†. Atalí­a, exclamando †œTraición, traición†, rasgó sus vestidos. Joiada ordenó que no la mataran dentro del templo. Fue muerta †œen el camino por donde entran los de a caballo a la casa del rey† (2Re 11:4-16; 2Cr 24:1-15). J. †œhizo lo recto ante los ojos de Jehová todo el tiempo que le dirigió el sacerdote Joiada† (2Re 12:2). El ascenso al trono de J. significó el inicio de un perí­odo de reforma religiosa, que comenzó con la destrucción del templo del dios tirio Baal y la muerte de su sacerdote †¢Matán (2Re 11:18). Se decidió a restaurar la casa de Jehová, para lo cual organizó las finanzas del templo, (2Cr 24:27), estableciendo un programa de reparaciones (2Re 12:4-16; 2Cr 24:4-14). Tras la muerte de Joiada, aunque el pueblo le reafirmó lealtad, †œdesampararon la casa de Jehová el Dios de sus padres† y se produjo un retroceso religioso, volviéndose a la idolatrí­a.

El sacerdote Zacarí­as, hijo de Joiada, profetizó en contra de esto, pero fue apedreado por orden del rey (2Cr 24:15-22). Un año después de esto Hazael, rey de Siria, †œpeleó contra Gat y la tomó†, y destruyó †œen el pueblo a todos los principales de él†. Habiendo vencido con pocas fuerzas al ejército más numeroso de J., y se propuso atacar a Jerusalén. A fin de evitar eso J. le pagó un tributo, para lo cual tuvo que acudir a las reservas hechas por sus antecesores y él mismo (2Re 12:17-18). Comenzó así­ un perí­odo de declinación en el poderí­o de Judá. J. fue asesinado en un complot llevado a cabo por dos de sus siervos, †¢Josacar y †¢Jozabad, y le sucedió Amasí­as su hijo (2Re 12:20-21). No se conocen detalles de esta conspiración, pero aparentemente los asesinos de J. eran funcionarios reales con mucho poder, pues Amasí­as sólo actuó contra ellos, matándolos, †œcuando hubo afirmado en sus manos el reino† (2Re 14:5).

4. Rey de Israel durante dieciséis años (2Re 13:10). Hijo y sucesor de †¢Joacaz. †œHizo lo malo ante los ojos de Jehovᆝ. El profeta Eliseo, ya viejo, le profetizó que derrotarí­a tres veces a los sirios (2Re 13:14-19), lo cual sucedió tras la muerte de †¢Hazael, en dí­as de su hijo Ben-adad (2Re 13:25). Desafiado por el rey de Judá †¢Amasí­as, le derrotó en una batalla en †¢Bet-semes, y lo tomó prisionero. †œRompió el muro de Jerusalén† en un largo trecho, y se llevó los tesoros de la casa de Jehová y del rey, así­ como muchos prisioneros en calidad de rehenes (2Re 14:8-15). Le sucedió su hijo Jeroboam (2Re 14:16).

. Personaje en la descendencia de Judá. Uno de que †œdominaron en Moab y volvieron a Lehem, según registros antiguos† (1Cr 4:22). Otra traducción dice †œse casaron y volvieron a Lehem†. Otra dice: †œen Moab y Jashubilehem†.

. Personaje en la descendencia de Benjamí­n. Hijo de Bequer (1Cr 7:8).

. Miembro, al igual que †¢Saúl, de la tribu de Benjamí­n, pero que se unió a David cuando éste viví­a en Siclag, huyendo de Saúl (1Cr 12:2-3).

. Funcionario del rey David. Encargado †œde los almacenes del aceite† (1Cr 27:28). Es posible que sea el mismo #7.

Fuente: Diccionario de la Biblia Cristiano

tip, BIOG REYE HOMB HOAT

vet, = “Jehová ha dado”. (a) Hombre de Judá, de la familia de Sela (1 Cr. 4:22). (b) Hombre de Manasés, de la familia de Abiezer, fue padre de Gedeón (Jue. 6:11, 15). Establecido en Ofra, estaba acomodado. Habí­a erigido un altar a Baal y una asera, emblema de la Astarté cananea. Dios ordenó a Gedeón que derruyera todo aquello. Cuando los idólatras reclamaron a Gedeón para matarlo por aquel hecho, Joás respondió defendiéndolo: “Si es un dios, contienda por sí­ mismo” (Jue. 6:11-32). (c) Benjamita de Gabaa, se unió a David en Siclag (1 Cr. 12:3). (d) Uno de los hijos de Acab (1 R. 22:26; 2 Cr. 18:25). (e) Hijo de Ocozí­as, rey de Judá. Al saber Atalí­a, madre de Ocozí­as, que su hijo habí­a sido muerto, hizo dar muerte a todos los que quedaban de la sangre real, y se apoderó del trono. Sólo Joás pudo escapar a la muerte gracias a su tí­a Josaba, hermana del rey Ocozí­as y esposa del sumo sacerdote Joiada (2 R. 11:1-3). Joás, de un año de edad, fue escondido en el Templo, donde quedó durante seis años. Al séptimo año, Joiada preparó una conspiración para expulsar a la usurpadora Atalí­a del trono (2 R. 11:4-12). Atalí­a fue hecha prisionera y ejecutada inmediatamente fuera de la puerta de los Caballos (2 R. 11:13-16). Empezó a reinar en el año 842 a.C., a los siete años de edad, reinando cuarenta años. Joás, aconsejado por Joiada, destruyó el culto a Baal y ordenó la restauración del Templo, aunque el pueblo seguí­a celebrando un culto sobre los lugares altos (2 R. 12:1-16). Al morir Joiada, el rey y su pueblo se apartaron de Jehová, erigiendo aseras y otros í­dolos. Al profetizar Zacarí­as hijo de Joiada contra tales prácticas, Joás ordenó su muerte (2 Cr. 24:15-22; Mt. 23:35). Poco después Hazael, rey de Siria, se apoderó de la ciudad filistea de Gat, y amenazó Jerusalén; Joás se vio obligado a entregarle los tesoros del Templo. Después, Joás cayó gravemente enfermo, y Amasa asumió la regencia. Unos siervos del rey Joás le dieron muerte en la cama en venganza de Zacarí­as hijo de Joiada (2 Cr. 24:25). Le sucedió Amasí­as su hijo (2 Cr. 24:27; 2 R. 12:21). (f) Hijo de Joacaz, rey de Israel. Accedió al trono alrededor del año 800 a.C., y reinó 16 años. Este rey siguió adorando los becerros de oro de Bet-el y de Dan. Sin embargo, testimonió afecto al profeta Eliseo y se afligió por su enfermedad. Eliseo le hizo abrir la ventana que daba al oriente y que disparara una flecha, cosa que hizo. A continuación, el profeta le ordenó que golpeara con sus saetas en el suelo. El rey lo hizo sólo tres veces. Las flechas simbolizaban las victorias que Joás debí­a conseguir sobre los sirios. Si hubiera golpeado cinco o seis veces, hubiera llegado a destruir totalmente su poder (2 R. 13:14-25). Después de la muerte de Eliseo, Joás proveyó cien mil soldados mercenarios a Amasa, rey de Judá, que querí­a llevar a cabo una expedición contra los edomitas. Convencido por un profeta, Amasí­as los devolvió. Sin embargo, aunque estos mercenarios habí­an sido pagados por adelantado, irritados, se lanzaron a saquear el territorio de Judá al dirigirse hacia el norte (2 Cr. 25:6-10, 13). Es posible que esto influyera en Amasa para declarar la guerra a Joás. En la batalla de Bet-semes Amasí­as fue derrotado, y Joás destruyó parte de los muros de Jerusalén, se llevó los tesoros del Templo y del palacio, y rehenes con los que asegurar la paz. A la muerte de Joás, su hijo Jeroboam II accedió al trono (2 R. 14:8-16; 2 Cr. 25:17-24).

Fuente: Nuevo Diccionario Bíblico Ilustrado

En hebreo este nombre tiene dos grafí­as distintas, mientras que en español, solo una: †œJoás†. La primera y más común, Yoh·´ásch, es una forma abreviada de Jehoás. Los números 1 y 5 corresponden a la otra grafí­a, Yoh·`ásch.

1. Benjamita descendiente de Béker. (1Cr 7:6, 8.)

2. Descendiente de Judá por medio de Selah, su tercer hijo mencionado por nombre. (1Cr 2:3; 4:21, 22.)

3. El padre del juez Gedeón; abí­-ezrita de la tribu de Manasés. (Jue 6:11, 15; 7:14; 8:13, 32.) Joás debió ser un hombre próspero e influyente en su comunidad, pues poseí­a un altar dedicado a Baal y un †œposte sagrado†, y también era dueño de una casa de siervos. Cuando su hijo Gedeón demolió en secreto el altar y el poste sagrado, y edificó en su lugar un altar a Jehová sobre el que sacrificó un toro de siete años, los habitantes del lugar exigieron a Joás que entregase a su hijo para darle muerte. Su respuesta, sin embargo, fue: †œSi [Baal] es Dios, que él mismo se haga defensa legal†. A partir de entonces, llamó a su hijo Jerubaal. (Jue 6:25-32; 8:29.)

4. Hombre poderoso de la tribu de Benjamí­n que se incorporó a las fuerzas de David en Ziqlag, cuando este era un proscrito de Saúl. Era hijo o descendiente de Semaá. (1Cr 12:1-3.)

5. Jefe nombrado por David sobre las provisiones de aceite. (1Cr 27:28, 31.)

6. Uno de los hombres a quienes Acab entregó al fiel profeta Micaya para que lo metiesen en prisión. Se le llama †œel hijo del rey†. (1Re 22:26, 27; 2Cr 18:25, 26.) Aunque con esto puede darse a entender que era hijo de Acab, también puede indicar que era un oficial de ascendencia real, o que estaba relacionado estrechamente con la familia real.

7. Forma abreviada de Jehoás, rey de Judá, que era hijo de Ocozí­as. (2Re 11:2, 3, 21.) La lectura alternativa †œJoás† en lugar de Jehoás aparece en numerosas ocasiones en el texto masorético hebreo, como se señala en las notas al pie de la página de la Traducción del Nuevo Mundo. (2Re 12:19; 1Cr 3:11; 2Cr 24:1, 2; véase JEHOíS núm. 1.)

8. Forma abreviada de Jehoás, rey de Israel, que era hijo de Jehoacaz y nieto de Jehú. (2Re 14:1, 8, 9.) Esta lectura alternativa (Joás) se da con frecuencia en el texto masorético. (2Re 13:9, 12, 13; 2Cr 25:17, 18, 21; Os 1:1; Am 1:1; véase JEHOíS núm. 2.)

Fuente: Diccionario de la Biblia

(heb. yô˒āš, yehô˒āš, ‘Yahvéh ha dado’). 1. Padre de *Gedeón; miembro de la rama abiezerita de la tribu de Manasés que vivió en Ofra (Jue. 6.11–32). Adorador de *Asera y Baal, que tenía su propio altar; Gedeón lo reemplazó por un altar a Yahvéh (vv. 25–27). A los que querían defenderlo les dijo que Baal podía cuidarse solo (v. 31). Posiblemente fue él quien le puso a Gedeón el nombre de Jerobaal (v. 32).

2. Guerrero benjamita ambidextro que, aunque pariente de Saúl, ayudó a David en su revuelta (1 Cr. 12.1–3).

3. “Hijo” del rey *Acab a quien debía ser llevado el profeta Micaías para que lo encarcelara por haber irritado a Acab con su profecía desfavorable (1 R. 22.26; 2 Cr. 18.25s). Posiblemente “hijo del rey” fuera más bien un título oficial que una forma de parentesco.

4. Hijo de *Ocozías, 8º rey de Judá (ca. 837–800 a.C.). Cuando Atalía aniquiló la línea real a la muerte de su hijo Ocozías, su tía Josaba lo escondió en el templo durante seis años, bajo la protección de su marido *Joiada, el sumo sacerdote (2 R. 11.1–6; 2 Cr. 22.10–12). A la edad de 7 años fue proclamado rey por Joiada, y Atalía fue ejecutada (2 R. 11.7–20; 2 Cr. 23.1–15).

El reinado de Joás duró 40 años (2 R. 12.1), aunque podrían incluirse en esta cifra los 6 años del reinado de Atalía. Reconstruyó el *templo con la ayuda de Joiada (2 R. 12.5–16; 2 Cr. 24.4–14), pero permitió el resurgimiento de prácticas paganas a la muerte de este (2 Cr. 24.17–18). Cuando fue reprendido por esto por Zacarías, hijo de Joiada, lo mató (2 Cr. 24.20–22). A fin de evitar una invasión siria bajo *Hazael, Joás lo sobornó con el tesoro del templo (2 R. 12.18–19). Joás fue muerto en un complot que tramaron sus oficiales para reemplazarlo (2 R. 12.20–21; 2 Cr. 24.25–26).

5. Hijo de *Joacaz; 12º rey de Israel, que ocupó el trono durante 16 años (ca. 801–786 a.C.; 2 R. 13.10). Israel se encontraba bajo presión externa por tres lados durante su reinado. Según una estela de Adad-nirari III de Rimah, este rey recibió tributo de “Iuusu el samaritano” en 796 a.C. (S. Page, Iraq 30, 1968, pp. 139ss; cf. A Malamat, BASOR 204; 1971, pp. 37ss, con respecto a la forma de leer su nombre). Los arameos los oprimían, pero pudo reconquistar territorio que previamente habían perdido (2 R. 13.22–25). Para ello Joás recibió la ayuda de Eliseo, ya anciano (vv. 14–19). También fue desafiado por *Amasías, rey de Judá, a quien derrotó. Saqueó Jerusalén, tomando rehenes para asegurarse de la buena conducta de sus enemigos (2 R. 14.8–14; 2 Cr. 25.17–24).

Bibliografía. R. Díaz Carbonell, M. Grau, “Joás”, °EBDM, t(t). IV, cols. 565–569; J. Bright, La historia de Israel, 1966, pp. 260ss.

A. Malamat en POTT, pp. 145ss.

D.W.B.

Douglas, J. (2000). Nuevo diccionario Biblico : Primera Edicion. Miami: Sociedades Bíblicas Unidas.

Fuente: Nuevo Diccionario Bíblico