LA FORTALEZA ANTONIA
Sita al noroeste de la explanada del templo e inmediatamente vinculada al mismo, se remonta en sus comienzos al tiempo de Nehemías. Entonces se llamó simplemente birah (fortaleza, torre, ciudadela), término con el que a veces se denominaba también al templo, de modo que al principio bien pudo indicar simplemente una fortificación del recinto del templo. Los Macabeos renovaron y ampliaron la construcción. Herodes el Grande, después de haber conquistado Jerusalén como rey, la utilizó para su uso como vivienda y cuartel y allí habitó durante los años 37-23 a.C., hasta que terminó su nuevo palacio real en la ciudad alta. El ampliado castillo de los Macabeos lo denominó †œfortaleza Antonia,† en homenaje al triunviro romano Antonio, al que debía su realeza. Como Antonio fue vencido por Octavio el año 31 a.C. en la batalla de Actium, después de la cual Antonio se suicidó, la designación de la fortaleza en su honor debió ser antes del año 31.
Durante el período romano, en la fortaleza Antonia estuvo la guarnición romana permanente. Desde la fortaleza se controlaba en el aspecto militar y policíaco especialmente el recinto del templo. Desde la fortaleza se podía llegar a través de unas escaleras a la plaza del templo. Allí residía también el comandante militar romano, mientras que el procurador tenía su †œpretorio† en el antiguo palacio real de Heredes; pero el procurador sólo permanecía en Jerusalén durante las fiestas. No sabemos si cuando el procurador no residía en Jerusalén estaban también ocupados los cuarteles del pretorio.
Nada más estallar la guerra judeo-romana (66 d.C.), los judíos conquistaron la fortaleza, que conservaron hasta el año 70 d.C. Después de que Tito la ocupase, mandó arrasarla.
Fuente: Diccionario de Geografía de la Biblia