Biblia

LA TUMBA DE DAVID

LA TUMBA DE DAVID

Aunque los enterramientos estaban habitualmente fuera de la ciudad, no faltaron las excepciones, sobre todo en la época preexí­lica. Entre éstas se encuentran las tumbas de los reyes de Judá. A la muerte de David el autor del libro de los Reyes (1Re 2:10) certifica que el rey †œfue sepultado en la ciudad de David.†
El rey Heredes, según cuenta Flavio Josefo (Antigüedades 16,7,1), hizo erigir una columna funeraria sobre la tumba de David y Salomón; en cualquier caso todaví­a entonces (mil años después) se conservaba una tradición sobre el lugar de la tumba daví­dica. También hoy existe una †œtumba de David,† que el ministerio israelí­ de religiones ha convertido en lugar de peregrinación judí­a, en contra de sus propias convicciones. Cierto que esa cámara sepulcral, debajo del cenáculo (supuestamente la tumba vací­a de Esteban), se denomina desde el siglo XII d.C. †œtumba de David†; pero no sabemos cómo los cruzados pudieron llegar a llamarla así­. El emplazamiento lo hace inverosí­mil, porque esa colina occidental de Jerusalén no era la Ciudad de David. Pero una vez surgida la denominación de †œtumba de David,† se afianzó. Cuando los franciscanos, que desde el siglo XIV eran los guardianes de los santos lugares de Tierra Santa, fueron expulsados por los turcos en el siglo XVI, con un traspaso de propiedad el lugar se llamó Nebi Daud (que en árabe significa †œProfeta David†). En el interior de esa cámara mortuoria, que es un resto románico (ábside) de la catedral de Sión de los cruzados, hay un sarcófago del siglo XIV que probablemente fue trasladado allí­ por los franciscanos. Hoy está recubierto de láminas brillantes y adornado con coronas de la Torah. Los israelí­es la veneran como la tumba de David.

Fuente: Diccionario de Geografía de la Biblia