LAMPARAS
Las primeras lámparas fueron platillos llenos de aceite de oliva (véase Ez. 27:17) con un pábilo de hilo retorcido que descansaba en el borde. Alrededor del 2000 a. de J.C. , empezaron a aparecer verdaderas lámparas en las que el platillo tenía su borde contraído en cuatro lugares para formar labios que sostenían el pábilo. En siglos posterior es la lámpara tenía sólo un labio que llegó a ser progresivamente contraído hasta tener la forma de un accesorio para cubrir con un hueco. Durante el tiempo de los israelitas se añadió una base a la lámpara. Los modelos cubiertos, con caño de tiempos helénicos fueron hechos en la rueda con un caño formado de una masa de arcilla unida a un cuerpo redondo.
Las lámparas del período del Antiguo Testamento fueron hechas de cerámica, pero en tiempos posteriores se usó también el bronce. Cuando se usaban para iluminar los edificios, las lámparas eran colocadas en un nicho en la pared o en una tarima sobresaliente de la pared Algunas veces estaban suspendidas de una cuerda desde el techo. Las excavaciones palestinenses han producido una gran variedad de portalámparas, generalmente hechas de cerámica. Tales portalámparas fueron usadas para el incienso y las ofrendas en el Cercano Oriente. El cuidado de las lámparas se hizo más eficiente con los portalámparas y ofrecló mejor iluminación (Mt. 5:15). Los portalámparas metálicos descubiertos en Meguido y Bet-san consistían de una varilla que salía de una base tripoide. La lámpara y el portalámpara podían unirse en una sola pieza. Una lámpara de 7 brazos de esta clase se encontró en *Taanac (véase 2 R. 4:10).
Fuente: Diccionario Bíblico Arqueológico