LECHE

Gen 18:8 tomó .. mantequilla y l, y el becerro que
Exo 3:8; Deu 26:9 tierra que fluye l y miel
Exo 34:26; Deu 14:21 no cocerás el cabrito en la l
Jdg 4:19 ella abrió un odre de l y le dio de beber
Job 10:10 ¿no me vaciaste como l, y como queso
Job 29:6 cuando lavaba yo mis pasos con l, y la
Pro 27:27 l de las cabras para tu mantenimiento
Pro 30:33 el que bate la l sacará mantequilla
Isa 60:16 mamarás la l de las naciones, el pecho
Joe 3:18 destilarán mosto, y los collados fluirán l
1Co 3:2 os di a beber l, y no vianda; porque aun
1Co 9:7 ¿o quién apacienta .. y no toma de la l
Heb 5:12 tenéis necesidad de l, y no de alimento
1Pe 2:2 desead, como niños .. la l espiritual no


Leche (heb. jâlâb; gr. gála). Elemento de la dieta de la gente de las tierras bí­blicas, pero que no ocupa un lugar tan importante como en nuestra alimentación actual. La palabra aparece con frecuencia en la expresión “tierra que fluye leche Y miel” (heb. jâlâb û- debâsh; Exo 3:8, 17; etc. Las cabras (Pro 27:27), y tal vez también las ovejas (Deu 32:14), así­ como el ganado vacuno suministraban la leche (aunque la palabra “oveja”, en la frase “leche de oveja” de este pasaje, es una traducción del heb. tsô’n, “ganado pequeño”, es decir, ovejas y cabras). En Isa 7:14-22 se habla, aparte de la miel,* de la/del “leche cuajada [requesón]” (heb. jem’âh) como parte de la alimentación del niño Emanuel. Hablando figuradamente, “leche” representa los primeros alimentos de la Palabra para los recién nacidos en la fe (1Pe 2:2), en contraste con la comida sólida de doctrinas que nutre a los cristianos experimentados (1Co 3:2; Heb 5:12).

Fuente: Diccionario Bíblico Evangélico

alimento que utilizaban los patriarcas, Gn 18, 8; 49, 12. La extraí­an de la vaca, camella, oveja y cabra, Dt 14, 21; 32, 14; Jos 5, 6. Se consideraba una costumbre pagana e idolátrica cocer el cabrito en la leche de su madre, Dt 14, 21; Ex 23, 19; 34, 26. La l. denotaba blancura, Gn 49, 12.

Diccionario Bí­blico Digital, Grupo C Service & Design Ltda., Colombia, 2003

Fuente: Diccionario Bíblico Digital

ver ALIMENTO

Fuente: Diccionario Bíblico Mundo Hispano

Los hebreos tomaban principalmente l. de ovejas y de cabras (Deu 32:14; Pro 27:27). Abraham †œtomó mantequilla y l.† y las ofreció a los tres varones que lo visitaron (Gen 18:8). También usaban l. de vaca, de la cual hací­an quesos (2Sa 17:29). La l. era estimada como una de las bebidas más exquisitas, como puede verse por la expresión: †œVenid, comprad y comed sin dinero y sin precio, vino y l.† (Isa 55:1). Para dar la idea de abundancia, se menciona la l. Así­, Canaán era la †œtierra que fluye l. y miel† (Exo 3:8; Num 13:27), o en las palabras de Joel sobre la era mesiánica, cuando †œlos collados fluirán l.† (Joe 3:18). También para expresar †œlo más bueno†, como cuando se dice a Israel: †œMamarás la l. de las naciones† (Isa 60:16). El color blanco de la l. se usa para significar hermosura: †œSus nobles fueron … más blancos que la l.† (Lam 4:7). Existí­a una prohibición de no guisar †œel cabrito en la l. de su madre† (Exo 23:19; Deu 14:21) la cual, según algunos eruditos, se debí­a a alguna práctica idolátrica cananea que se querí­a evitar. En el NT lo que se enfatiza de la l. es su condición de bebida para infantes, lo cual se aplica en sentido espiritual cuando Pablo dice a los corintios: †œOs di a beber l. y no vianda† (1Co 3:2), queriendo decir que todaví­a no estaban maduros para poder asimilar ciertas enseñanzas. Con el mismo sentido se usa en Heb 5:12 y 1Pe 2:2.

Fuente: Diccionario de la Biblia Cristiano

tip, ALIM TIPO

ver, MIEL

vet, Alimento de suma importancia en Oriente. En la actualidad se sigue consumiendo, como en el pasado: la leche de vaca y de oveja (Dt. 32:14), de cabra (Pr. 27:27), de camella (Gn. 32:15). Esta última es excelente y alimenticia, aunque falta de azúcar. Se tomaba la leche agria o natural, y se transformaba también a queso (Dt. 32:14; Jue. 5:25; 2 S. 17:29). Se conservaba en odres y se serví­a en tazones (Jue. 4:19; 5:25). En el NT la leche se usa casi exclusivamente como una imagen de la Palabra de Dios en sus enseñanzas básicas para los cristianos recientes, en tanto que usa la de “vianda” para aquellas verdades que enseña a los más maduros (1 Co. 3:2; He. 5:12, 13; 1 P. 2:2).

Fuente: Nuevo Diccionario Bíblico Ilustrado

Lí­quido que secretan las glándulas mamarias de las hembras de los mamí­feros para nutrir a su prole y que el hombre emplea como alimento habitual. (Gé 18:8; Jue 4:19; 5:25.) La palabra hebrea traducida †œleche† suele referirse a la leche fresca, y por lo general se distingue de la cuajada, el queso y la mantequilla. (Dt 32:14; 2Sa 17:29; Job 10:10; Pr 27:27.) Sin embargo, no se hacen distinciones entre la leche de vaca, de oveja y de cabra. (Eze 25:4; 1Co 9:7.) La leche agria o cuajada se solí­a mezclar con miel y era considerada una bebida refrescante. Cuando David fue al campamento militar para llevar alimento a sus hermanos, dio †œdiez porciones de leche† (†œde queso†, Vg) al †œjefe del millar†. Puede que estas hayan sido porciones de queso fresco. Algunas versiones (BJ, NC, SA) dicen †œdiez requesones†. (1Sa 17:17, 18.)

¿Por qué prohibí­a la Ley cocer un cabrito en la leche de su madre?
Cocer un cabrito en la leche de su madre estaba prohibido en la ley mosaica. (Dt 14:21.) Esta prohibición se menciona dos veces con relación a la ofrenda de los primeros frutos a Jehová. (Ex 23:19; 34:26.)
Existe la teorí­a de que esta práctica tení­a connotaciones idolátricas paganas o mágicas. Sin embargo, por ahora no parece haber prueba fehaciente que lo demuestre.
Otra posibilidad apuntada es que con esta prohibición se quiere subrayar que hay un orden propio y adecuado que ha de respetarse: Dios facultó a la madre del animal para que alimentase con su leche a sus cabritos; usarla para cocer en ella a su crí­a para comerla supondrí­a utilizar la leche materna en perjuicio del animal, precisamente lo contrario a lo que Dios se habí­a propuesto.
Una tercera explicación es que este mandato se dio como estí­mulo a la compasión, lo que estarí­a en armoní­a con otras prohibiciones, como que se diese muerte a un animal si primero no habí­a estado por lo menos siete dí­as con su madre (Le 22:27), que se matase tanto a la madre como a la crí­a en el mismo dí­a (Le 22:28) o que se arrebatase de un nido a la madre y sus polluelos o sus huevos a la misma vez (Dt 22:6, 7).

En la profecí­a. Se predijo lo siguiente sobre Emmanuel: †œDebido a la abundancia de la producción de leche, él comerá mantequilla; porque mantequilla y miel será lo que comerán todos los que queden en medio del paí­s†. Esta circunstancia serí­a el resultado de que los asirios devastaran Judá. A causa de esta devastación, la tierra que anteriormente habí­a estado cultivada quedarí­a cubierta de mala hierba. Por lo tanto, aquellos a quienes se dejase en la tierra tendrí­an que subsistir, al menos hasta cierto grado, de productos lácteos y miel silvestre. Al haber abundantes pastos, los animales que sobreviviesen producirí­an una gran cantidad de leche para una población que habí­a sido notablemente reducida. (Isa 7:20-25; compárese con 37:30-33.)

Uso ilustrativo. A menudo se alude a la leche de manera figurada. (Gé 49:12; Can 5:12; Lam 4:7.) Con el término †œleche† se designan los recursos de las naciones y de las personas. (Isa 60:16.) Se dice repetidas veces que la Tierra Prometida es una tierra †œque mana leche y miel†, lo que indica su abundancia, fertilidad y prosperidad debidas a la bendición de Jehová. (Ex 3:8; Dt 6:3; Jos 5:6; Jer 11:5; Eze 20:6; Joe 3:18.) El pastor de El Cantar de los Cantares dijo que su amada sulamita tení­a leche y miel debajo de su lengua, lo que tal vez querí­a decir que con la lengua pronunciaba palabras agradables. (Can 4:11.)
Como la leche contribuye al crecimiento fí­sico hasta alcanzar la madurez, a la doctrina cristiana elemental se la compara a la †œleche† que fortifica y hace crecer a los pequeñuelos espirituales, hasta que puedan asimilar †œalimento sólido†, las verdades espirituales más profundas. (1Co 3:2; Heb 5:12-14.) El apóstol Pedro dijo a los cristianos: †œComo criaturas recién nacidas, desarrollen el anhelo por la leche no adulterada que pertenece a la palabra†. ¿Con qué propósito? Para que puedan continuar creciendo, no simplemente a la madurez, sino †œa la salvación†, es decir, hacer que su llamamiento y selección sea algo seguro para ellos. (1Pe 2:2; 2Pe 1:10.) En Isaí­as 55:1, Dios invita a los sedientos en sentido espiritual a que compren la †œleche† que favorece el desarrollo espiritual y que, gracias a su bondad inmerecida, puede obtenerse †œsin dinero y sin precio†.

Fuente: Diccionario de la Biblia

gala (gavla, 1051) se usa: (a) literalmente (1Co 9:7); (b) metafóricamente, de una enseñanza espiritual rudimentaria (1Co 3:2; Heb 5:12,13; 1Pe 2:2); aquí­ el significado depende mayormente del significado del término logikos, que la RVR traduce correctamente “espiritual” en este pasaje y “racional” en Rom 12:1: En efecto, aunque logos denota palabra, no se debe traducir, como lo hace la versión autorizada inglesa, “de la palabra”, ni el contexto de 1.23 demanda este significado. En tanto que sí­ es cierto que la Palabra de Dios, como la leche, alimenta el alma, y que este mismo hecho está involucrado en la exhortación, el único otro pasaje en que aparece en el NT es Rom 12:1, donde se traduce “racional”; esto es, inteligente, refiriéndose al servicio, en contraste con la ofrenda de un animal irracional. Así­, aquí­ la alimentación tiene que entenderse como la de aquella naturaleza espiritualmente racional que, actuando por medio de la mente regenerada, se desarrolla con un crecimiento espiritual. La Palabra de Dios no nos es dada de manera que nos sea imposible comprenderla, ni precisa de una clase especial de personas para interpretarla; su carácter es tal que el Espí­ritu Santo que la dio puede desarrollar sus verdades incluso al recién convertido. Cf. 1 Joh 2:27:¶ Nota: En Act 13:1, VM y Besson traducen el término suntrofos como “hermano de leche” (RV, RVR, RVR77: “que habí­a sido criado junto con”). Véanse CRIAR, HERMANO DE LECHE.¶

Fuente: Diccionario Vine Nuevo testamento

En una civilización pastoril como la de los hebreos en el desierto, la leche, don de la naturaleza no fabricado por el hombre, es un *alimento de importancia vital. Fue siempre uno de los alimentos usuales de Israel (Jue 5,25; Prov 27,27; Eclo. 39,26). Tener leche en abundancia era signo de riqueza (Job 29,6). Por su nexo con las promesas y por su empleo figurado adquiere la leche un significado teológico.

1. La leche y las promesas mesiánicas. La *tierra prometida se describe con frecuencia en el AT como el “paí­s que mana leche y miel” (Ex 3,8; 13,5; Dt 6,3; 11,9; Jer 11,5; Ez 20,6.15; etc.): con las riquezas de la vida nómada se describe “esta región fértil y espaciosa” (Ex 3,8), “este paí­s el más bello de todos” (Ez 20,6.15). En la *Bendición de Judá (Gén 49,8-12), que se abre hacia una perspectiva mesiánica, la prosperidad extraordinaria de la tierra de Judá se describe con la abundancia de leche y vino. En los profetas este cuadro de prosperidad sirve para describir la tierra ideal de los tiempos venideros (Jl 4,18; Is 55,1; 60,16), es una imagen de la *consolación y de la *salvación mesiánicas (Is 66,11); en el Cantar de los Cantares la leche simboliza las delicias del amor entre el esposo y la esposa (4,11; 5,1). En tiempos de carestí­a este alimento del desierto volverá a ser el alimento básico del Emmanuel y de los salvados; pero su abundancia será como una evocación de las promesas (ls 7,15.22). 2. La leche de los hijos de Dios. En el NT (salvo ICor 9,7), la leche designa metafóricamente la *enseñanza, como *alimento de los hijos (*niño) de Dios. Para Pablo, que ve sobre todo en el niño su falta de madurez, la leche dada a los corintios todaví­a carnales es el primer mensaje cristiano, por oposición al alimento sólido de la *sabidurí­a reservado a los perfectos (ICor 3,2; cf. Heb 5,12ss). En cambio, según I Pe 2,2, el creyente nacido a la nueva vida debe seguir deseando la leche de la *palabra para crecer y lograr su salvación, pues no deja de ser un niño en *crecimiento y tendrá siempre necesidad de la leche de la palabra de Dios. Esta palabra es en el fondo Cristo mismo (2,3), como lo mostraron bien diferentes Padres: “Nosotros bebemos el Verbo, alimento de *verdad” (Clemente de Alejandrí­a).

-> Niño – Enseñar – Sabidurí­a.

LEON-DUFOUR, Xavier, Vocabulario de Teologí­a Bí­blica, Herder, Barcelona, 2001

Fuente: Vocabulario de las Epístolas Paulinas

(heb. ḥālāḇ; gr. gala). La leche formaba parte de la dieta corriente de los hebreos desde los tiempos patriarcales, y donde había abundancia de leche (Is. 7.22) era posible disfrutar de las delicias adicionales de la crema y la cuajada (heb. ḥem˒â, ‘mantequilla’). De allí la atracción de la tierra de Canaán como tierra que fluye leche y miel (Ex. 3.8), por cuanto la buena provisión de leche era indicación de la existencia de pastos. ḥālāḇ podía referirse tanto a la leche de vaca como de oveja (Dt. 32.14; Is. 7.22), cabra (Pr. 27.27), o posiblemente en épocas patriarcales a la de camello también (Gn. 32.15). Se la guardaba en vasijas, si es correcta la traducción que hace °vrv2 del hapaxlegómeno en Job 21.24, y en odres (Jue. 4.19), de las que podía verterse fácilmente para el refrigerio de los extraños (Gn. 18.8), o para su uso como bebida durante las comidas (Ez. 25.4). Frecuentemente se la menciona con la miel, y con el vino (Gn. 49.12; Is. 55.1; Jl. 3.18), con el que quizás se la haya mezclado en algunas ocasiones con el fin de proporcionar an manjar delicado (Cnt. 5.1). La frase “miel y leche hay debajo de tu lengua” (Cnt. 4.11) se refiere a la dulce conversación del ser amado.

Su uso metafórico para describir la tierra de Canaán ya se ha mencionado; Egipto también fue descrito así por los israelitas amargados durante los años de peregrinación (Nm. 16.13). En otras partes aparece sola como símbolo de prosperidad y abundancia (Is. 60.16; Jl. 3.18), y por ello no es de sorprender que el judaísmo posterior la comparara con la Torá. Kimchi dice de Is. 55.1: “Como la leche alimenta y nutre al niño, así la ley alimenta y nutre el alma.” Esta es una figura similar a la que aparece en el NT acerca del acto de los nuevos conversos de beber “la leche espiritual no adulterada” (1 P. 2.2), aunque Pablo lleva más lejos todavía la metáfora y considera que la leche es indigna de un discípulo maduro (1 Co. 3.2; cf. He. 5.12s).

La extraña prohibición mosaica de no guisar al cabrito en la leche de su madre (Ex. 23.19; 34.26; Dt. 14.21) probablemente se refiriese originalmente a algún rito cananeo. Sobre este versículo, empero, se ha edificado toda la ley dietética judía, que prohíbe consumir leche en las comidas con carne, siendo tan grande la división entre los dos tipos de alimento que entre los judíos ortodoxos es necesario tener elementos de cocina separádos para la preparación de las comidas con carne y con leche.

J.B.Tr.

Douglas, J. (2000). Nuevo diccionario Biblico : Primera Edicion. Miami: Sociedades Bíblicas Unidas.

Fuente: Nuevo Diccionario Bíblico