En el
I. En el Antiguo Testamento
a. “Llamar a”, por lo tanto “invitar o citar (por nombre)” (Gn. 3.9, etc.); “convocar a asamblea” (Lm. 1.15). “Invocar el nombre” se encuentra en Gn. 4.26 y en adelante (“los hombres comenzaron a invocar el nombre de Jehová”), y denota el acto de invocar la protección de Dios, ya sea pidiendo ayuda a alguien cuyo nombre (
b. “Dar el nombre a” se encuentra en
II. En el nuevo Testamento
Aquí se encuentran los mismos usos, y el llamado de Dios es ahora “en Cristo Jesús” (Fil. 3.14). Es un llamado a adoptar el nombre de cristiano (1 P. 4.16; Stg. 2.7; Hch. 5.41; Mt. 28.19) y a pertenecer a Dios en Cristo (1 P. 2.9). “Llamar a” aparece en Mr. 2.17 p. ej., y “llamar con el nombre de” en Lc. 1.59. Permanentemente se usa el participio presente pasivo, como en Lc. 7.11. Jesús llamó a algunos de los discípulos, y ellos le siguieron (Mr. 1.20). Las epístolas, especialmente las de Pablo, aclaran el significado teológico del llamamiento de Cristo. Viene de Dios, por medio del evangelio, para la salvación, por la santificación y el acto de creer (2 Ts. 2.14), para el reino de Dios (1 Ts. 2.12), para comunión (1 Co. 1.9) y servicio (Gá. 1.15). Otros escritores imparten esta significación total al llamado de Dios por medio de Jesús (cf. He. 3.1; 9.15; 1 P. 2.21; 1 Jn. 3.1 especialmente: “… que seamos llamados hijos de Dios”). Los que responden son “llamados” (1 Co. 1.24; Lightfoot
Muchos comentaristas interpretan el “llamamiento” en 1 Co. 7.20ss como una ocupación determinada. Aquí klēsis más bien significa el llamado divino de cada hombre como acontecimiento histórico concreto, e. d. como si incluyese en sí las circunstancias externas en las que fue recibido. La esclavitud, en sí misma, no es incompatible con la fe en Cristo.
Bibliografía. L. Coenen, Lothar y otros,
Douglas, J. (2000). Nuevo diccionario Biblico : Primera Edicion. Miami: Sociedades Bíblicas Unidas.
Fuente: Nuevo Diccionario Bíblico