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Sinónimo de penitencia o de castigo al cuerpo, a fin de dominar sus inclinaciones sensoriales. Los macerantes o penitentes surgieron con frecuencia en los tiempos medievales y antiguos. Evidentemente la maceración tiene unos límites de sentido común y de salud y es aceptable en cuando medio para conseguir el autodominio, pero no en cuanto signo de masoquismo y autocastigo irracional.
Pedro Chico González, Diccionario de Catequesis y Pedagogía Religiosa, Editorial Bruño, Lima, Perú 2006
Fuente: Diccionario de Catequesis y Pedagogía Religiosa