MAIMONIDES

[948](1135-1204)

Filósofo judí­o español, llamado Moisés ben Maimon y nacido en Córdoba. Huyo al Africa, y luego a Egipto donde vivió, al llegar la invasión de los almohades que iniciaron cruel persecución. Ejerció la medicina y fue médico del sultán Saladino. Profundo conocedor de la filosofí­a neoplatónica y de la aristotélica, asumió postura moderada intermedia. Se preocupó de los estudios bí­blicos y de los relacionados con Dios y con la Teologí­a.

Escribió numerosos comentarios en la lí­nea de hacer compatible la filosofí­a con el judaí­smo, siendo su libro más conocido la «Guí­a de perplejos» fue la obra que más influyó en los ascetas cristianos, al estilo de Fray Luis de Granada en su «Guí­a de pecadores».

Pedro Chico González, Diccionario de Catequesis y Pedagogí­a Religiosa, Editorial Bruño, Lima, Perú 2006

Fuente: Diccionario de Catequesis y Pedagogía Religiosa

(1135-1204). Judí­o de Córdoba, el último de los grandes maestros de la tradición rabí­nica, y junto a Rasi (Selomo ben Isaac: 1040-1105), la autoridad definitiva en el campo rabí­nico. Ha sido también uno de los filósofos más importantes de la historia occidental, con gran influjo en la escolástica cristiana (siglo XIII). Se esforzó por mostrar la coherencia entre la religión y el pensamiento racional (entre la Biblia y la filosofí­a). Su obra principal, La Guí­a de los Descarriados, sigue siendo un libro clásico, de pensamiento y religión, una de las obras filosóficas y religiosas más importantes de la historia. Su pensamiento ha influido de un modo decisivo en la filosofí­a judí­a y cristiana posterior, hasta la actualidad. Estaba convencido del valor de la filosofí­a (originaria de Grecia), pero también de la verdad del judaismo, que, a su juicio, era la religión que mejor concuerda con la razón humana. Maimónides ha sido y, en algún sentido, sigue siendo el defensor más importante de la concordancia entre Biblia y pensamiento discursivo.

PIKAZA, Javier, Diccionario de la Biblia. Historia y Palabra, Verbo Divino, Navarra 2007

Fuente: Diccionario de la Biblia Historia y Palabra

Maimonides

Las enseñanzas de Moisés Maimónides

Moisés ben Maimun (en árabe, Abu Amran Musa) filósofo y comentarista judío nació de padres judíos en Córdoba (España) en 1135. Vivió con sus padres en España, Palestina y norte de África, estableciéndose en el Viejo Cairo en 1165, donde ejerció como médico de la corte y como jefe de las comunidades judías de Egipto se dedicó a la exposición del Talmud. Murió en El Cairo el 13 de diciembre de 1204; fue enterrado en la ciudad de Tiberio en Palestina. Sus escritos incluyen: (1) Comentarios: (a) “Kitab alSiraj, un comentario sobre la Mishna, escrito en árabe y traducido al hebreo ( publicado por primera vez en 1492), al latín (Oxford 1654) y alemán (Leipzig, 1863). (b) “Mishneh Torah”, o Yad haHazakah”, escrito en hebreo y publicado muchas veces (primera edición en Italia en 1480). Trasladado parcialmente al inglés en 1863 por Bernard y Soloweyczik; (2) Obras Filosóficas: (a) “Dalalt alHa´irin”, traducido al hebreo como “Moreh Nebukim” (1204) y al latín como “Doctor Perplexorum”, “Dux Dubitantium”. El original árabe fue publicado, con una traducción francesa titulada “guide des égarés” por Munk (13 vol. Pairs 1856 – 66). Una traducción inglesa parcial hecha por Towley aparece como “Las razones de la ley de Moisés” (londres 1827) y una versión de la obra completa bajo el título “The Guide of the Perplexed”, por Friedländer (Londres 1889); (b) Obras Filosóficas Menores; Sobre la Unidad de Dios”, “Sobre la Felicidad” “Sobre la terminología de la Lógica”, “sobre la Resurrección “ etc; (3) Obras médicas y astronómicas: Varios tratados sobre los venenos, sobre la higiene, un comentario sobre Hipócrates, sobre los principios astronómicos del calendario judío etc.
Maimónides ejerció una influencia muy importante en los filósofos escolásticos, especialmente Alberto el Grande, Sto.Tomás y Duns Scoto, con su “Guia de Perplejos” y las introducciones filosóficas a secciones de sus comentarios al Mishna. El mismo era un escolástico judío, educado más por la lectura de los libros de los filósofos árabes que por contacto personal con ellos. Adquirió un íntimo conocimiento de Aristóteles en la abundante literatura filosófica en árabe. Intentó conciliar las enseñanzas del Estagirita con las enseñanzas de la Biblia. El principio que inspiró toda su actividad filosófica coincide con el paradigma escolástico: no puede haber contradicción entre las verdades reveladas por Dios y los descubrimientos de la mente humana en ciencia y Filosofía. Más aún, por Ciencia y Filosofía él entendía la ciencia y filosofía de Aristóteles.
Sin embargo se separó de las enseñanzas del texto de Aristóteles en algunos puntos importantes, manteniendo, por ejemplo que el mundo no era eterno, como enseñaba Aristóteles, sino creado ex nihilo, como se enseña explícitamente en la Biblia. También rechazó la doctrina aristotélica de que el cuidado providente de Dios se extiende solamente a la humanidad y no al individuo. Pero mientras que en estos puntos importantes se adelantó a los escolásticos e influyo en ellos,sin duda alguna, su admiración por los comentaristas neoplatónicos, por su propia inclinación mental, esencialmente judía, mantuvo doctrinas que los escoláticos no podían aceptar. Por ejemplo llevó demasiado lejos el principio de la predicación negativa respecto de Dios. Los escolásticos estaban de acuerdo con él en que ningún predicado es adecuado para describir la naturaleza de Dios, pero no hubieran llegado tan lejos como decir que ningún término de sentido afirmativo puede ser aplicado a Dios. Ellos admitían que mientras “eterno”, “omnipotente”, etc. tal como los aplicamos a Dios, son inadecuados, podemos decir “Dios es eterno” etc., y no se necesita, como hizo Moisés, usar la negativa “Dios no es no-eterno”, etc.
La más característica de sus doctrinas filosóficas es la de la inmortalidad adquirida. Distingue dos clases de inteligencia en el hombre, una material en el sentido de que depende del cuerpo y es influenciada por él, y otra inmaterial, es decir, independiente del organismo corporal. Esta última es una emanación directa del Entendimiento Agente (esto es una interpretación del nous poietikós de la filosofía aristotélica) y se adquiere como resultado de los esfuerzos del alma para adquirir el cocimiento de la absoluta pura inteligencia de Dios. El conocimiento de Dios es, por consiguiente, el que, por así decirlo, desarrolla en nosotros la inteligencia inmaterial y así confiere al hombre una naturaleza inmaterial o espiritual.
Esta inmaterialidad no solo confiere al alma esa perfección en la que consiste la felicidad humana, sino que dota al alma con la inmortalidad. El que ha conseguido el conocimiento de Dios ha alcanzado una condición de existencia que le hace inmune a todos los accidentes de la fortuna, a todas las tentaciones del pecado y hasta de la misma muerte. El hombre que tiene en su poder adquirir un cocimiento está en una posición de trabajar no sólo en su propia salvación , sino también en su propia inmortalidad. El parecido entre esta doctrina de la inmortalidad y la de Spinoza es tan sorprendente que avala la hipótesis de la influencia de Maimónides en él. Mientras que Spinoza enseña que el camino para adquirir el conocimiento que confiere la inmortalidad es el progreso desde el conocimiento propio a través del conocimiento científico a la intuición filosófica de todas las cosas sub specie aeternitatis Moisés mantiene que la vía a la perfección y la inmortalidad es el camino del deber como se describe en la Ley de Dios.
Entre las cuestiones teológicas que discutió Moisés están la naturaleza de la profecía y la reconciliación del mal con la bondad de Dios.. Está de acuerdo con”los filósofos” enseñando que, puesto que la inteligencia del hombre es una de la serie de inteligencias que emanan de Dios, el profeta debe, por el estudio y la meditación , levantarse al grado de perfección requerida en el estado profético. Pero aquí invoca al autoridad de “La Ley” que enseña que una vez alcanzada la perfección hace falta un acto libre de Dios antes de que el hombre llegue a ser profeta. En su solución del problema del mal sigue a los neoplatónicos insistiendo en la materia como fuente de todo mal e imperfección
WILLIAM TURNER
Transcrito por W Kofron
Con agradecimientos a la Iglesia de Sta maría , Akron, Ohio
Traducido por Pedro Royo

Fuente: Enciclopedia Católica