(heb. deḇaš; ‘miel’, la palabra usual; nōfeṯ, ‘jugo’, ‘goteo’; ya˓ar, ‘panal’; ya˓raṯ had-deḇaš, ‘panal con miel’; ṣûf deḇaš, ‘un fluir de miel’; gr. meli, ‘miel’; melission kērion, ‘panal de miel’). *Alimento favorito en tiempos bíblicos (Pr. 24.13; cf. Ecl. 11.3). La miel se encontraba en las grietas de las rocas (Dt. 32.13; Sal. 81.16); en los árboles (1 S. 14.25–26, aunque el texto heb. aquí es oscuro); en el desierto de Judea (Mt. 3.4; Mr. 1.6); y en cadáveres de animales (Jue. 14.8).
La miel se empleaba en la preparación de tortas (Ex. 16.31), y se consideraba que tenía propiedades medicinales (Pr. 16.24). Era un regalo aceptable (2 S. 17.29; 1 R. 14.3); un recurso valioso (Jer. 41.8); y evidentemente abundaba lo suficiente como para ser exportada (Ez. 27.17, aunque algunos sugieren que en este versículo y en Gn. 43.11 debe haberse querido decir jarabe de uvas o de dátiles (ár. dibs); cf. Jos., GJ 4.469). Estaba prohibida como ingrediente de cualquier ofrenda de harina a Yahvéh (Lv. 2.11) a causa de la posibilidad de que fermentara (así Plinio, HN 11.15), pero se la incluía en los diezmos y las primicias (2 Cr. 31.5), lo que incidentalmente sugiere la existencia de abejas domesticadas (* Animales). En épocas posteriores los judíos pueden haber practicado la apicultura.
Se habla de Canaán como una tierra de la “que fluye leche y miel” (Ex. 3.8, etc.; cf. ANET, pp. 19–20); para una discusión de este tema véase la nota de T. K. Cheyne (EBi, 2104). Gosén también se describe en forma similar (Nm. 16.13).
La miel como “la principal de las cosas dulces” ha inspirado muchas alusiones figuradas, p. ej. Sal. 19.9–10; Pr. 5.3 (cf. Cnt. 4.11); Pr. 24.13–14 (cf. Ecl. 39.26); Ez. 3.2–3; Ap. 10.9.
J.D.D.
Douglas, J. (2000). Nuevo diccionario Biblico : Primera Edicion. Miami: Sociedades Bíblicas Unidas.
Fuente: Nuevo Diccionario Bíblico