MONTE GERIZIM Y EBAL
Estos dos montes están relacionados muy de cerca, el primero está a 868 ms. y el otro a 938 ms. sobre el nivel del mar. Entre ellos hay un paso angosto hacia Siquem y la ladera de Gerizim está entre ellos. Este paso es un camino del mar hacia el Jordán. (1) Gerizim está al sur, y ahora se llama Jebelet-tur o (Tor). La cima es una gran altiplanicie. Aquí se encuentran algunas ruinas, la más importante es el castillo que Justiniano edificó en el año 583 d. de J.C., con muros de 1.5 a 3 metros de espesor, que forma un cuadro grande rodeado de torres. En el muro occidental hay doce piedras, y según se dice, son aquellas que Israel sacó del cauce del Jordán
(Josué 4:20). También quedan numerosas cisternas y terraplenes. En el centro de la altiplanicie está una roca sobresaliente que los samaritanos señalan como el altar de su templo antiguo. Dicen que fue sobre esta altiplanicie donde Abraham iba a sacrificar a Isaac (Génesis 22). Cada año, sobre esta montaña, observan la pascua de acuerdo con las instrucciones del Pentateuco. (2) Ebal está al norte del valle de Siquem. El lado del sur, cerca de Siquem, está escarpado y cubierto con nopales y abrojos. Cerca de la cumbre hay un santuario musulmán donde dicen (aunque sin ninguna seguridad) que está la cabeza de Juan el Bautista. En la cumbre también hay ruinas de un templo pequeño, de una gran fortaleza y de sus muros, los cuales eran muy espesos. La vista desde la cumbre del Ebal es espléndida. De ahí uno puede ver las aguas azules del mar Mediterráneo, el monte Carmelo, Gilboa, el Hermón Pequeño y el Tabor, el valle de Sarón y Esdraelón, las tierras altas de Galilea con Nazaret arriba de la llanura y hacia el Líbano, y Hermón. También se puede ver el monte Galaad, el monte de Bazán, y la pared oriental del valle del Jordán, la tierra de Moab y las alturas alrededor de Jerusalén.
Estos dos montes o montañas se hicieron famosos por ser escogidos como el escenario donde Israel renovaría en Canaán su pacto con Dios. Moisés había mencionado este lugar, y declaró que Gerizim sería el monte de bendición y Ebal el monte de maldición (Deuteronomio 11:29-30; 27:11-26). En armonía con estas instrucciones Josué situó la mitad de las tribus sobre Ebal, y la otra mitad sobre Gerizim y el arca con los sacerdotes y levitas en el centro. De Gerizim proclamaron la bendición de Dios, y de Ebal las maldiciones que les sobrevendrían si desobedecían a Dios. También desde este monte pronunció su parábola (o fábula) a los varones de Siquem (Jueces 9:7-21).
Fuente: Diccionario Geográfico de la Biblia