NABOT

1Ki 21:1-14.


Nabot (heb. Nâbôth, quizá “frutos/as” o “elevación [preeminencia]”). Ciudadano de Jezreel que poseí­a una viña cerca del palacio del rey Acab en esa ciudad (1Ki 21:1; 2Ki 9:25), la cual éste deseó adquirirla, pero Nabot rehusó venderle por ser tierra heredada de sus antepasados. Lo sagrado de tal herencia estaba tan fuertemente arraigado que esa tierra no se podí­a enajenar en forma legal mientras Nabot y sus hijos vivieran. Por lo tanto, la astuta y malvada esposa de Acab, Jezabel, tramó un complot para matarlos. Consiguió testigos falos que los acusaran de ofensas contra el rey y los hizo ejecutar (1Ki 21:1-16; 2Ki 9:26). Este horrendo crimen trajo sobre el rey y su impí­a esposa los juicios de Dios (1Ki 21:17-24), castigos que se cumplieron con el correr del tiempo (1Ki 22:34-38; 2Ki 9:30-37).

Fuente: Diccionario Bíblico Evangélico

propietario de una viña en Jezrael, una de las ciudades residenciales del reino septentrional de Israel, 1 R 21. El rey Ajab quiso comprarle la viña contigua al palacio real, pero N. se negó alegando que era la heredad de sus padres, 1 R 21, 4. Para conseguir la viña, no obstante, Ajab aceptó el plan concebido por su mujer Jezabel: enviar unas cartas, en nombre de Ajab, a los ancianos y notables de la ciudad para que proclamasen un ayuno. Luego, dos malvados, acusarí­an a N. de haber maldecido a Dios y al rey y lo apedrearí­an hasta morir, y así­ pasarí­a la viña a manos de Ajab. Así­ sucedió. El profeta Elí­as al enterarse de lo sucedido condenó al rey: †œEn el mismo lugar en que los perros han lamido la sangre de Nabot, lamerán los perros tu propia sangre, 1 R 21, 19. Más tarde, Ajab murió tras la usurpación del poder por Jehú y su cadáver fue arrojado al campo de N., 2 R 9, 25-26.

Diccionario Bí­blico Digital, Grupo C Service & Design Ltda., Colombia, 2003

Fuente: Diccionario Bíblico Digital

El israelita dueño de una viña junto al palacio del rey Acab en Jezreel.

El rey deseaba esta tierra para hacer de ella un huerto, pero la oposición de Nabot a vender su heredad llenó de ira a Acab (1Ki 21:1-4). Jezabel, su esposa, le consiguió la propiedad. Llevó a la muerte a Nabot, acusándolo falsamente de blasfemia y haciéndolo apedrear (1Ki 21:7-14). El castigo cayó sobre Acab (1Ki 22:24-40) como asimismo sobre su hijo Joram y su esposa Jezabel (2Ki 9:25-37).

Fuente: Diccionario Bíblico Mundo Hispano

(Retoño). Hombre de †¢Jezreel que tení­a †œuna viña junto al palacio de Acab rey de Samaria†. éste quiso comprarla, pero N. se negó a venderla porque no querí­a que la propiedad saliera de la herencia familiar. Disgustado, Acab †œse acostó en su cama, y volvió su rostro y no comió†. Enterada su esposa Jezabel del asunto, armó una conspiración para que N. fuera falsamente acusado de blasfemia contra Dios y el rey, a fin de que le apedrearan. Hchho esto, dijo a Acab que fuera a tomar posesión de la viña de N. Dios desaprobó estos hechos y envió al profeta Elí­as a reprender a Acab, diciéndole que †œen el mismo lugar donde lamieron los perros la sangre de N., los perros† lamerí­an la sangre de Acab. También Jezabel fue condenada a muerte (1Re 21:1-29). Algunos piensan que Acab se posesionó de la heredad de N. sobre la base de que según la costumbre las propiedades de un rebelde contra la autoridad real pasaban a manos de la corona, pero parece ser que el crimen incluyó la matanza de los hijos de N. para que no hubiera herederos (2Re 9:25-26).

Fuente: Diccionario de la Biblia Cristiano

tip, BIOG HOMB HOAT

vet, = “frutos” o “eminencia”. Un israelita de Jezreel que rehusó vender la viña de sus antepasados a Acab, el rey idólatra de Israel (Lv. 25:23, 24), y fue, por ese motivo, asesinado haciéndosele el cargo falso de blasfemia, lo cual fue maquinado por Jezabel, la reina. Acab tomó la viña codiciada, tal vez por haber sido legalmente confiscada por el gobierno, considerándose la blasfemia como traición, o quizá porque los herederos, a causa de que sus hijos habí­an perecido con él, se abstuvieron de hacer valer sus derechos, por temor a los ardides poco escrupulosos de Jezabel. Elí­as, sin embargo, tuvo el valor de amenazar al rey y a la reina con la venganza de “Uno más alto que ellos” (1 R. 21:2; 2 R. 9:24-26, 36; Ec. 5:8).

Fuente: Nuevo Diccionario Bíblico Ilustrado

Jezreelita propietario de una viña que fue ví­ctima de un maligno complot de la reina Jezabel. La viña que Nabot tení­a en Jezreel se podí­a ver desde el palacio del rey Acab. Nabot rechazó la oferta que le hizo Acab de comprarle la viña o cambiársela por otra mejor en otro lugar, porque Jehová habí­a prohibido vender a perpetuidad las herencias familiares. (1Re 21:1-4; Le 25:23-28.) Sin embargo, la reina Jezabel, esposa de Acab, consiguió dos testigos que acusaran falsamente a Nabot de blasfemar contra Dios y contra el rey. Como resultado, se dio muerte a Nabot y a sus hijos (2Re 9:26), lo que permitió que Acab tomara posesión de la viña. Debido a este asesinato, Elí­as predijo que los perros no solo se comerí­an a Jezabel, sino que también lamerí­an la sangre de Acab en el mismo lugar que lamieron la de Nabot. Además, le dijo a Acab que su descendencia también serí­a cortada (1Re 21:5-23), declaraciones divinas que se cumplieron. (1Re 22:34, 38; 2Re 9:21, 24-26, 35, 36; 10:1-11.)

Fuente: Diccionario de la Biblia

Jezreelita que figura en un procedimiento legal tramado por Jezabel (1 R. 21). Nabot se había negado a desprenderse de una viña para dársela al rey Acab, pero tras el asesinato judicial de Nabot Acab se apoderó de la viña. Esto indica que, como lo sugiere 2 R. 9.26, los herederos de Nabot también fueron ejecutados juntamente con él. El crimen de tal magnitud se define así: “Nabot ha blasfemado a Dios y al rey” (1 R. 21.13). El procedimiento legal comprendía la adopción de un método de selección que incluía el uso del *Urim y Tumim, tras lo cual Nabot fue colocado bero˒šhā˓ām, “delante del pueblo” (°vm “entre los principales del pueblo”, es erróneo). Lo que se consideraba revelación divina del criminal normalmente exigía la confesión (cf. Acán, Jos. 7.16ss, y Jonatán, 1 S. 14.40ss), pero en este caso fraguado Nabot no va a confesar, y por consiguiente se buscan testigos que den testimonio de un crimen no especificado. Su negativa, por lo tanto, a aceptar el veredicto divino equivale a “burlarse de Dios y el rey” y lleva a la muerte (así como ocurrió en el caso de Acán, y como podría haber ocurrido en el de Jonatán).

Este relato forma parte de todo el complejo *Acab-*Elías con un irónico juego de palabras. El desenlace del incidente es la destrucción de Jezabel y de toda la casa de Acab (1 R. 22.34ss; 2 R. 9.24, 33; 10.1–11).

W.O.

Douglas, J. (2000). Nuevo diccionario Biblico : Primera Edicion. Miami: Sociedades Bíblicas Unidas.

Fuente: Nuevo Diccionario Bíblico