NAIM

hebreo placentero. Aldea de Galilea, a 8 kilómetros al sureste de Nazaret, en una suave pendiente desde la que se domina el valle de Yisreel. Allí­ Jesús resucitó al hijo único de una viuda, Lc 7, 1 1-17.

Diccionario Bí­blico Digital, Grupo C Service & Design Ltda., Colombia, 2003

Fuente: Diccionario Bíblico Digital

El nombre de este asentamiento aparece en las versiones siria y griega de la Biblia como Nain (Luc 7:11). Por el contrario en el midrás Genesis-Rabba se le deriva de Na†™im (es decir, †œamable†); el nombre corriente en tiempos de Jesús podrí­a haber sido, pues, Na†™im. Sus pobladores mahometanos actuales, que apenas llevan allí­ doscientos años, designan el lugar Nein (vulgar: Nen).
Hoy ya no se puede encontrar en Naí­m ninguna nota amable. Es un pequeño montón de ruinas miserables, con una capilla en la que se venera el lugar del milagro de Naí­m, y que se levantó en 1880 en el punto en que se alzaba una iglesia de los cruzados ya destruida. Supuestamente la iglesia cruzada habrí­a estado sobre la casa de la viuda, cuyo hijo resucitó Jesús. Los franciscanos del Tabor celebran allí­ de vez en cuando algún servicio litúrgico.
Las dimensiones de la antigua Naí­m no han podido establecerse hasta ahora. Los restos de ruinas que se han encontrado más allá de la aldea no son probablemente restos de edificios del tiempo de Jesús. No ha podido descubrirse hasta ahora ninguna puerta, aunque en 1865 aún pudieron verse huellas de una muralla de la ciudad (Tristam, The Land of Israel, Londres).
Naí­m está en la preterraza septentrional del monte Dahi (dyebel el-Dahi), de 515 m sobre el nivel del mar y hermano gemelo del Tabor; queda pues entre ambos montes, aunque al pie del Dahi. Los primitivos peregrinos cristianos dieron a ese monte el nombre de Hermón (Hermonim, †œpequeño Hermón†), porque el Sal 89/Luc 88:13 canta: †œEl Tabor y el Hermón ensalzan tu nombre.† Se creyó, en consecuencia, que se trataba de dos montañas vecinas. Pero el Salmo piensa en el verdadero Hermón.
La fuente de caudal abundante fertilizaba ya entonces las tierras al noroeste del asentamiento. Olivos e higueras le confieren su marca, destacando su follaje oscuro sobre los campos de trigo de la llanura de Yizreel. Eso tal vez podrí­a haber motivado el topónimo de lugar †œamable.†
La ciudad antigua de Naí­m pudo haber tenido dos puertas: una al oeste, llamada tal vez Puerta del Agua, porque conducí­a a la fuente, en dirección a la llanura y a la ruta noroccidental, camino de Nazaret. Y otra puerta al este, hacia Endor y mirando hacia el camino que conducí­a en dirección nordeste. A través de esa puerta oriental pasó ciertamente el cortejo fúnebre del joven de Naí­m, pues que las antiguas tumbas rupestres, en una de las cuales deberí­an de haberlo sepultado, quedan al nordeste: en la falda del Dahi. Todaví­a hoy pueden verse algunas de tales tumbas.

Fuente: Diccionario de Geografía de la Biblia

(NAIN)

La ciudad donde Cristo resucitó al hijo de la viuda (Lucas, vii, 11-17). El Midrash (Bereshitrabba, 88) le da el significado de “placentero” a un lugar llamado Naim en el territorio de Isaachar, en Galilea. Eusebio y San Jerónimo (Onomasticon) ubican a Naim al sur del Monte Tabor, y no muy lejos de Endor. Opuesto a Tabor, y a una milla y media al norte de Endûr (sin dudas el Endor que se menciona en la biblia), existe una villa llamada Naîn (“placer). Está situada en cordillera noroccidental de Jebel Dahy, el pequeño Hermon, y comanda una magnífica vista. Hay trazos de ruinas cerca de su límite norte, pero ingún signo de fortificaciones. “La puerta de la ciudad” (Lucas, vii, 12) puede haber pertenecido a una barrera, construida para proteger al lugar de las tribus que merodeaban, como era siempre el caso del Este. Un camino escarpado conduce a la villa, pasando por el sitio de una antigua iglesia que fue convertida en mezquita, “Moukâm Lidna Aisa” (Oratorio del Señor Jesús). La mezquita, que cayó en ruinas, fue reemplazada por otra en los alrededores. En 1880 los Franciscanos compraron las ruinas del primer edificio, y levantaron encima de la ruinas un capilla. No lejos de ahí se pueden ver las tumbas de roca de los Judíos. Debido a esto la historia gráfica de Naim encuentra una fácil localización.

BARNABAS MEISTERMANN
Transcrito por Christine J. Murray
Traducido por Alonso Teullet

Fuente: Enciclopedia Católica