NEGUEV

Neguev (heb. Negeb, “[tierra] seca”; egip. Ngb). Expresión que aparece con frecuencia en la RVR para designar la región sur de la Palestina cultivable y densamente poblada. A menudo se la traduce como “sur”. Solo ciertas partes del Neguev son habitables, por causa de la escasez de manantiales y de la poca cantidad de lluvia. Sin embargo, las numerosas ruinas antiguas que se encuentran en la región revelan que en tiempos anteriores a los de los israelitas, cuando Palestina estaba bajo el control egipcio, y también durante la ocupación nabatea (100 a.C.-100 d.C.), vivió allí­ una población mayor que la de otros perí­odos. El nombre se encuentra en textos egipcios que muestran las conexiones entre el paí­s del Nilo y esa región. El AT distingue diversas partes del Neguev, de acuerdo con las tribus que viví­a allí­: habla del “Neguev… de los cereteos” y del “Neguev de Caleb” (1Sa 30:14), el “Neguev de Judá”, el “Neguev de Jerameel” y el “Neguev de los ceneos” (27:10). Por causa de la falta de unidad geográfica y polí­tica de su territorio, era una región ideal para que las tribus que hací­an incursiones, como los amalecitas o los edomitas, pudieran controlar las principales rutas de caravanas que cruzaban el área. Como lo indican las investigaciones arqueológicas recientes, durante el perí­odo romano 835 las técnicas de conservación del agua llegaron a ser tan refinadas que ciertas secciones del Neguev mostraron tanta fertilidad como otras partes de Palestina. Siglos de abandono, sin embargo, han convertido otra vez el Neguev en un desierto con pocos oasis, como el de Cades-barnea, una región en la que sólo podí­an vivir los beduinos. Durante los últimos años se han hecho esfuerzos intensos para volver a cultivar la región, y hacerla productiva como para sostener una población sedentaria. Beerseba es la ciudad más importante del Neguev; está en una encrucijada en el extremo norte. La forma Negev es ahora la más frecuente para ese nombre. Mapa II, D 2/3.

Fuente: Diccionario Bíblico Evangélico

(heb., neghev, árido). La región desértica al sur de Judea. El término también significa sur, debido a su posición geográfica con respecto a Judá, y desierto por su aridez (comparar Gen 12:9, nota de RVA; Eze 20:46).

El Néguev tiene una zona de montañas que terminan abruptamente en la región del desierto y está limitado al este por el mar Muerto y el oeste por el mar Mediterráneo. Fue en este territorio que Hagar, mientras huí­a de Sara, encontró al ángel (Gen 16:7, Gen 16:14). Aquí­ vivieron tanto Isaac como Jacob (Gen 24:62; Gen 37:1). Este territorio era parte de lo que originalmente perteneció a los amalequitas (Num 13:29). En el reparto de las tierras, el Néguev fue asignado a la tribu de Simeón (Jos 19:1-9), o a Judá (Jos 15:20-32). Muchas de las expediciones de David durante el reinado de Saúl sucedieron en el Néguev, principalmente alrededor de Siclag (1Sa 27:5 ss.).

Fuente: Diccionario Bíblico Mundo Hispano

(Lugar seco, secadal). Región al sur de la tierra de Israel de clima árido y desértico, de escasa pluviometrí­a. Forma una especie de triángulo invertido, con su ápice en Eilat y su base una lí­nea entre el mar Muerto y el Mediterráneo a la altura de Gaza, ocupando unos 12.000 km2. Abraham peregrinó por el N. (Gen 12:9; Gen 13:1-3; Gen 20:1), así­ como Isaac (Gen 24:62). Moisés envió a los espí­as a explorar la tierra a partir del N, que estaba habitado por los amalecitas y otras tribus (Num 13:17, Num 13:29). Josué conquistó †œtoda la región de las montañas, del N., de los llanos y de las laderas† (Jos 10:40). Formó parte del sur y del sudeste del territorio de la tribu de Judá. El rey Uzí­as †œedificó torres en el desierto† para asegurar las comunicaciones con Eilat (2Cr 26:10). Ocupando el N. la mayor parte del territorio al sur de Israel, con el tiempo la palabra N. vino a ser sinónimo de †œsur† o †œmediodí­a†. Esto produce cierta confusión a veces en citas escriturales que se refieren, por ejemplo, a †œlas ciudades del N.† (Jer 13:19; Jer 32:44), que algunos opinan es una referencia a las poblaciones del Reino del Sur, Judá. Después del exilio el N. perdió importancia como asentamiento de israelitas, y quedó, sin embargo, en la memoria como señal de prosperidad †œcuando Jerusalén estaba habitada y tranquila … y el N. y la Sefela estaban también habitados† (Zac 7:7), la cual se espera retorne cuando †œlos cautivos de Jerusalén que están en Sefarad poseerán las ciudades del N.† (Abd 1:20).

Fuente: Diccionario de la Biblia Cristiano

tip, REGI DESI

sit, a3, 118, 113

vet, = “el seco”. La región actualmente conocida con el mismo nombre de Neguev o Negev. Allí­ pastaban los rebaños, a algunos kilómetros al sur de Hebrón (cfr. Gn. 18:1 y 20:1; Nm. 13:22; Gn. 12:9). Este territorio se diferencia mucho de la parte accidentada del paí­s, de la llanura, y del Arabá (Jos. 10:40; 12:8). La parte septentrional del Neguev fue asignada a las tribus de Judá y de Simeón (Jos. 15:21-32; 19:1-9). Habí­a allí­ las siguientes localidades importantes: Cades-barnea (Gn. 20:1); La hairoi (Gn. 24:62); Beerseba (Jos. 15:28); Siclag (Jos. 15:31); Arad (Nm. 21:1).

Fuente: Nuevo Diccionario Bíblico Ilustrado

[023]

Desierto al sur de Israel, convertido en tierra agrí­cola al norte y zona de minerí­a al sur, así­ como en plataforma de las instalaciones militares del Estado de Israel. Está situado en el antiguo territorio de los edomitas y amalecitas. Tiene buenos yacimientos de minerales que se explotan y se exportan comercialmente por el puerto de Elat, en el Norte del Mar Rojo.

Pedro Chico González, Diccionario de Catequesis y Pedagogí­a Religiosa, Editorial Bruño, Lima, Perú 2006

Fuente: Diccionario de Catequesis y Pedagogía Religiosa

El heb. neḡeḇ, ‘secadal’, se refiere a las tierras meridionales de Palestina. Surgen conceptos erróneos a raíz de la traducción “el mediodía” (= sur) tanto en °vrv1 como en °vm, en las que unos 40 pasajes describen la región de este modo, incorrectamente. Se trata de una región indefinida, que cubre alrededor de 1.200.000 hectáreas, o sea casi la mitad de lo que ocupa la Israel moderna. la frontera N puede trazarse convenientemente al S del camino entre Gaza y Beerseba, siguiendo la isoyeta de los 20 cm. anuales de promedio, luego directamente al E de Beerseba hacia el mar Muerto pasando por Ras ez-Zuwein. La frontera S, que tradicionalmente se unía a las tierras altas de la península de Sinaí, se traza ahora políticamente al S del uadi el-Arish hasta la cabecera del golfo de Ácaba en Eilat. El uadi Arabá, ahora la frontera política con Jordania, está dominado al E-por la escarpa del Arabá, la frontera tradicional. Para la descripción de los rasgos geográficos del Neguev, véase * Palestina.

La mención del Neguev se limita casi exclusivamente a la época preexílica, aparte de alusiones en Zac. 7.7 y Abd. 20. Se hace referencia a cinco distritos en el N del Neguev: el Neguev de Judá, el de los jerameelitas, el de los ceneos (1 S. 27.10), el de los cereteos y el de Caleb (1 S. 30.14). Estos ocupaban las tierras agrícolas y de pastoreo entre Beerseba y Bir Rikhmeh y las laderas occidentales de las tierras altas centrales de Khurashe-Kurnub. Esta comarca fue colonizada por los amalecitas (Nm. 13.29), y las ruinas de sus sitios fortificados se ven todavía entre Tell Arad (Nm. 21.1; 33.40), 32 km al E de Beerseba, y Tell Jemmeh o Gerar (Gn. 20.1; 26.1). Durante el éxodo los espías se sintieron abrumados por sus defensas (Nm. 13.17–20, 27–29), que perduraron hasta comienzos del ss. VI a.C., cuando probablemente fueron destruidas finalmente por los babilonios (Jer. 13.19; 33.13). El sitio de las 29 ciudades y sus aldeas en el Neguev (Jos. 15.21–32) se desconoce, excepto Beerseba (“pozo de siete”, o “pozo del, juramento”, Gn. 21.30), Arad, Jirbet Arareh o Aroer (1 S. 30.28). Fein o Punón (Nm. 33.42), y Tell el-Kheleifeh o Ezión-geber han sido identificadas.

La importancia estratégica y económica del Neguev ha sido significativa. El “camino de Shur” lo atravesaba desde la zona central de Sinaí hacia el NE en dirección a Judea (Gn. 16.7; 20.1; 25.18; Ex. 15.22; Nm. 33.8), ruta seguida por los patriarcas (Gn. 24.62; 26.22), por Hadad edomita (1 R. 11.14, 17, 21–22), y probablemente ruta de escape utilizada por Jeremías (43.6–12) y más tarde por José y María (Mt. 2.13–15). La ruta la dictaba la zona de tierras colonizadas donde el agua de pozo resulta significativa, de allí las frecuentes referencias a sus pozos (p. ej. Gn. 24.15–20; Jos. 15.18–19; Jue. 1.14–15). Uzías reforzó la defensa de Jerusalén estableciendo colonias agrícolas y defensivas en su flanco S expuesto al N del Neguev (2 Cr. 26.10). Resulta claro, tomando como base la historia del Cercano Oriente, que el Neguev representaba un vacío conveniente para la reubicación de gente cada vez que la presión de la población hacía emigrar a algún grupo humano de la Media luna fértil. También resultaba significativa la ubicación de los minerales de cobre en el E del Neguev y su comercialización en el Arabá. El control de esta industria explica las guerras de Saúl con los amalecitas y los edomitas (1 S. 14.47s), y las subsiguientes victorias de David frente a los edomitas (1 R. 11.15s). También explica la creación por Salomón del puerto de Ezión-geber y, cuando se llenó de sedimento, la creación de un puerto nuevo en Elat por Uzías (1 R. 9.26; 22.48; 2 R. 14.22). El persistente odio de los edomitas se explica por las luchas para controlar dicho comercio (cf. Ez. 25.12 y el libro de Abdías).

Entre el ss. IV a.C. y el comienzo del ss; II d.C., cuando los nabateos finalmente desaparecieron, este pueblo semita originario del S de Arabia levantó una civilización brillante sobre la base de pequeñas obras hidráulicas en el Neguev. Desplegado a lo largo de las rutas comerciales estratégicas entre Arabia y la Media luna fértil, este pueblo se hizo rico mediante el comercio de especias e incienso de Arabia, y de otros productos exóticos procedentes de Somalilandia y la India. Posteriormente, ya en la era cristiana, el Neguev se convirtió en baluarte del cristianismo. Glueck ha identificado unos 300 sitios cristianos bizantinos primitivos en el Neguev, que datan de los ss. V y VI d.C.

Bibliografía. G. Adam Smith, °GHTS, pp. 148ss; C. F. Pfeiffer, “Neguev”, °DBA, pp. 484–485; M. Noth, El mundo del Antiguo Testamento, 1975; A. Fernández, Geografía bíblica, 1951; id., Problemas de topografía palestinense, 1936.

Para la ocupación del Neguev en diversos períodos arqueológicos, véase * Arqueología; Y. Aharoni, IEJ 8, 1958, pp. 26ss; 10, 1960, pp. 23ss, 97ss; N. Glueck, Rivers in the Desert, 1959; id., Deities and Dolphins (The story of the Nabataeans), 1966; C. L. Wooley y T. E. Lawrence, The Wilderness of Zin, 1936.

J.M.H.

Douglas, J. (2000). Nuevo diccionario Biblico : Primera Edicion. Miami: Sociedades Bíblicas Unidas.

Fuente: Nuevo Diccionario Bíblico