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Concepto diferente de “noctambulismo”. El segundo alude a quien durante el sueño deambula sin conciencia de lo que hace. Se debe a su sistema nervioso motriz que carece de mecanismos de inhibición para quedarse quieto durante el reposo.
El nocturnismo es el gusto por andar por la noche como tiempo para divertirse. Se práctica curiosamente ampliamente en los estamentos juveniles en la últimas décadas, constituyendo un fenómeno original y contagioso. Se intenta explicar por el placer de moverse con menos testigos y espectadores, incluso con menos estorbos sociales y exigencias legales, por reducirse el fenómeno a edades jóvenes ya que a los adultos les agrada más moverse de día y dormir de noche, incluso por el encanto exótico de conversar, cantar, bailar en la penumbra sugestiva de la luz artificial.
Los educadores deben atender a estos fenómenos sociales, en los que poco pueden influir, pero de los que deben proteger a los que prematuramente se sienten arrastrados por el fenómeno.
Pedro Chico González, Diccionario de Catequesis y Pedagogía Religiosa, Editorial Bruño, Lima, Perú 2006
Fuente: Diccionario de Catequesis y Pedagogía Religiosa