NOTAS ESCOLARES
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Se suelen denominar así tradicionalmente a las calificaciones numéricas o cualitativas con las que se da cuenta del proceso académico de los alumnos.
Las notas o anotaciones son siempre relativas y variables. Tradicionalmente se ha usado una escala de términos paralelos a las cuantificaciones (sobresaliente, 9 y 10: notable, 8 y 7; aprobado, 5 y 6; suspenso, de 0 a 4) Con todo las formas han variado y siguen cambiando entre los diversos países y sistemas académicos o costumbres.
En lo que todos coinciden es su carácter relativo y nunca definitivo y en el alto grado de subjetividad que acecha a los que califican o evalúan. Al mismo tiempo se coincide en relacionar las notas solo con los aspectos cuantificables: conocimientos o habilidades. Resulta mucho más difícil cuantificar las actitudes, los intereses, las disposiciones afectivas. Es imposible cualificar, ni siquiera aproximadamente, los sentimientos éticos, los estéticos y los espirituales.
Los rasgos religiosos, menos que ningún otro, se prestan a ser evaluados: la sensibilidad moral, el interés por la oración, el grado de caridad y, sobre todo, la fe o la esperanza. Con todo el empleo de las calificaciones como estímulos, en las dimensiones culturales, también tienen algo que ver con la educación religiosa, sobre todo tratando con niños.
Pedro Chico González, Diccionario de Catequesis y Pedagogía Religiosa, Editorial Bruño, Lima, Perú 2006
Fuente: Diccionario de Catequesis y Pedagogía Religiosa