(-> pan, vino). Ordinariamente se vincula el templo de Jerusalén a los sacrificios* animales (cf. Lv 3^1; 16). Pero el culto israelita incluye también ofrendas vegetales, especialmente de pan*, vino* (y aceite*). «El mes primero, día catorce, entre dos luces, será la Pascua de Yahvé. Ofreceréis durante siete días manjares quemados a Yahvé» (Lv 23,5.8). «Cuando seguéis la mies, en la tierra que os daré, llevaréis una gavilla al sacerdote, como primicias de vuestra cosecha… Y sacrificaréis un cordero de un año, sin defecto, como holocausto a Yahvé, junto con su oblación de dos décimas de flor de harina amasada con aceite, como manjar quemado de calmante aroma para Yahvé. Su libación de vino será la cuarta parte de un hin [algo más de un litro]. No comeréis pan ni grano tostado ni grano tierno hasta ese mismo día, hasta traer la ofrenda de vuestro Dios» (Lv 23,12-14). «Celebraréis durante siete días la fiesta de las Tiendas en honor a Yahvé… Habéis de convocar reunión sagrada para ofrecer manjares quemados a Yahvé, holocaustos y oblaciones, víctimas y libaciones, cada cosa en su día…» (Lv 23,33-35). El ritual incluye sacrificios animales, pero ellos están acompañados por ofrendas vegetales (tortas de pan amasadas con aceite) y libaciones de vino. El fuego del altar es signo del Dios, que acoge (huele, recibe) los dones que sus siervos le preparan. Desde el fondo de la tierra sube, en ofrenda a Dios, la primicia de unas comidas, que los hombres toman después en sus casas (o junto al templo). Estas normas alimenticias han sido precisadas por Nm 28-29. Los sacrificios animales (corderos, terneros) van acompañados de pan (amasado en aceite) y de vino, dos alimentos fundamentales de la tierra de Canaán. Este esquema se va repitiendo, desde el sacrificio cotidiano, hasta la gran fiesta de la Expiación. «Tendréis cuidado de traer a su tiempo mi ofrenda, mi alimento, manjares míos quemados de calmante aroma» (Nm 28,2). «Un cordero en holocausto por la mañana, y otro entre dos luces; y como oblación, una décima de medida de flor de harina, amasada con un cuarto de hin de aceite virgen… Y la libación correspondiente: un cuarto de hin por cada cordero. La libación de bebida fermentada para Yahvé la derramarás en el santuario» (Nm 28,4-7). «El sábado, dos corderos de un año, sin tacha, y como oblación dos décimas de flor de harina amasada con aceite, y su correspondiente libación» (Nm 28,9). «Los primeros de mes ofreceréis un holocausto a Yahvé… Y como oblación: tres décimas de flor de harina amasada en aceite por cada novillo (dos por el camero). Las libaciones serán: medio hin de vino por novillo, un tercio por camero» (Nm 28,11-14) «Dos novillos, un camero, siete corderos de un año, sin tacha. La oblación correspondiente de flor de harina amasada con aceite: tres décimas por novillo, dos décimas por el carnero… además del holocausto perpetuo y de su libación (23,16-25). Estos son vuestros sacrificios… aparte de vuestras ofrendas votivas y espontáneas: holocaustos, oblaciones, libaciones y sacrificios de comunión» (Nm 29,39). He citado el sacrificio cotidiano, semanal, mensual y pascual, omitiendo otras fiestas (cf. Nm 28,26-29,38), que repiten el mismo esquema: con los sacrificios animales, los israelitas deben ofrecer a Dios los productos de la tierna: pan (amasado con aceite) y vino, es decir, la ofrenda y libación. Significativamente, Jesús renunciará a los sacrifi cios animales, vinculando su mensaje y vida (pascua) al pan y el vino. Sus seguidores no quemarán en holocausto carne muerta, ni le ofrecerán pan exclusivo o libaciones de licores, sino que comerán y beberán con gozo agradecido (recordando al Cristo) todo el pan y vino de la ofrenda.
Cf. X. Pikaza, Fiesta del pan, fiesta del vino. Mesa común y Eucaristía, Verbo Divino, Estella 2000.
PIKAZA, Javier, Diccionario de la Biblia. Historia y Palabra, Verbo Divino, Navarra 2007
Fuente: Diccionario de la Biblia Historia y Palabra