OPIO

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Extracto o latex recolectado de la adormidera, que se deseca y se convierte en productos derivados o bien para uso farmacéutico o eventualmente alucinógenos y sedantes. El Opio se usó en Oriente desde hace milenios por sus efectos sedantes o somní­feros, que son consecuencia de los alcaloides que tienen, especialmente en la morfina y en la narcotina.

Al margen de sus vinculaciones culturales y hasta cúlticas en el Oriente, el uso terapéutico como analgésico y sedante fue usado desde antiguo. En tiempos recientes se fue buscando también como tóxico, que en Oriente se comercializó con intensidad hasta provocar una guerra de Inglaterra contra China (1839-1842). Por haber los chinos prohibido su importación, tuvieron que eliminar tal medida al perder la contienda y debieron liberar cinco puertos y una colonia (Hong-kong) para este y otros comercios.

Los opiáceos como la morfina originan dependencia y su uso, sobre todo de la morfina, originó y mantiene un amplio comercio clandestino con Occidente, donde los toxicómanos (heroinómanos) lo demandan con creciente exigencia, produciendo un mercado ilegal y vicioso de profundas consecuencias sociales.

Educativamente se impone prevenir el uso de este producto, sobre todo en naturalezas jóvenes, que quedan lesionadas por sus nocivos efectos.

Pedro Chico González, Diccionario de Catequesis y Pedagogí­a Religiosa, Editorial Bruño, Lima, Perú 2006

Fuente: Diccionario de Catequesis y Pedagogía Religiosa