ORIENTACION
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Tarea y técnica de animación y aconsejamiento personal o grupal en todo lo que tiene que ver con la actuación y la dinámica vital en diversos campos.
Como ciencia educativa y moral, la Orientación cobró especial importancia con los diversos movimientos de pedagogía personalizada y de pedagogía social, hacia mediados del siglo XX.
Decroly, Freinet, Claparède, Coussinet, sobre todo G. Allport y K. Rogers en su forma no directiva, fueron nombres especialmente relacionados con las técnicas animadoras y orientadoras en los ámbitos escolares.
Algunos campos o sectores fueron singularmente cuidados por su importancia en la formación de la personalidad:
– Orientación escolar, como entorno que genera dificultades de aprendizaje, de relación o de comportamiento.
– Orientación familiar, en cuanto pueden surgir trastornos entre los padres o en relación al trato con los hijos.
– Orientación social y política, sobretodo en ambientes en los que la violencia o el desconcierto origina perplejidades.
– Orientación vocacional y profesional, debido a la trascendencia que tiene el elegir oportunamente los caminos que se pretenden seguir en la vida y la necesidad de ser objetivo al explorar las cualidades con las que se cuenta.
– Orientación moral y religiosa, ya que en determinadas edades la inseguridad o el desconcierto pueden apoderarse de la inteligencia y de la conciencia, sobre todo en personas inseguras o alteradas por las circunstancias.
Las diferentes formas o campos relacionados con la Orientación también afecta a consignas y procedimiento que tienen que ver con la educación de la fe.
Las consignas y criterios que más se demandan por parte de los educadores de la fe y catequistas, tienen que ver con las «orientaciones» que los diversos Episcopados, o la Curia Romana de la Iglesia Católica, han publicado en «documentos orientadores» que se renuevan y actualizan cada cierto tiempo.
Entre estos campos podemos señalar algunos importantes:
– Orientación para la pastoral de adultos y para la iniciación cristiana de personas responsables: que quieren bautizarse, que desean contraer matrimonio, etc.
– Orientación para la pastoral de alejados (agnósticos, violentos, toxicómanos, marginados, divorciados) que requieren una comprensión especial ante su situación y cierto trato moral y religioso acomodado a su situación.
– Orientación sobre la administración sacramental a deficientes mentales, incapaces de actos responsables.
– Orientaciones sobre la pastoral de emigrantes y transeúntes, de manera especial de miembros de iglesias cristianas no adheridas a la Iglesia católica.
– Orientaciones sobre pastoral sanitaria y catequesis de enfermos.
– Orientación de pastoral familiar.
Cada campo catequístico y pastoral requiere especial atención, tacto y acomodación, interés diferenciado y profundo sentido común para la adaptación.
Pedro Chico González, Diccionario de Catequesis y Pedagogía Religiosa, Editorial Bruño, Lima, Perú 2006
Fuente: Diccionario de Catequesis y Pedagogía Religiosa