PAULA. SANTA

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Dama romana de noble familia y fortuna desahogada. Quedó viuda y conoció a S. Jerónimo, al que ayudó en sus gastos por conseguir documentos bí­blicos hebreos con los que hacer la nueva traducción de la Biblia que, según la tradición, le habí­a encargado el papa Dámaso. Ella misma conocí­a el hebreo, pues era muy culta.

En 385 se dirigió a la tierra de Jesús con su hija Eustoquio. Sufragó la edificación de dos monasterios, uno masculino y otro femenino, en Belén. Al final de su vida quedó totalmente empobrecida por haber invertido en las obras y en limosnas su original y extenso patrimonio. Su figura y buenas acciones quedaron reflejadas en las Cartas de S. Jerónimo.

Pedro Chico González, Diccionario de Catequesis y Pedagogí­a Religiosa, Editorial Bruño, Lima, Perú 2006

Fuente: Diccionario de Catequesis y Pedagogía Religiosa