Pelícano (heb. qâ’ath). Ave palmípeda de pico grande. Sin embargo, no se conoce la especie exacta a la que se refiere el término hebreo, aunque se ha observado que el pelícano es un símbolo apropiado de la total soledad y del desaliento como el que expresa el salmista (Psa 102:6). Qâ’ath aparece 5 veces en el AT (Lev 11:18; Deu 14:17; Psa 102:6; Isa 34:11; Sof. 2:14). El pelícano se encuentra con frecuencia en los ríos, lagos y pantanos de Palestina, a veces sobre los árboles, con su largo pico descansando sobre su pecho, pero no se lo esperaría hallar en los desiertos o entre las ruinas (Isa 34:11; Sof. 2:14) como las lechuzas y los buitres. El qâ’ath está en la lista de los animales inmundos (Lev 11:18; Deu 14:17). Pelo. Véase Cabello.
Fuente: Diccionario Bíblico Evangélico
ave grande acuática y palmípeda, con el pico ancho y aplastado. La mandíbula superior termina en un fuerte gancho hacia abajo, sobre la punta de la mandíbula inferior. Tiene una bolsa de piel desnuda en la mandíbula inferior. Tiene la cara y la garganta desnudas, las patas cortas y la cola redondeada. Puede pesar hasta 15 kilogramos, y su envergadura alcanzar los 3 metros. Abunda en el Nilo. Se le consideraba animal inmundo, Lv 11, 18; Dt 14, 17. Su consideración de ave inmunda hace parte de la desolación de Edom, Is 34, 11.
Diccionario Bíblico Digital, Grupo C Service & Design Ltda., Colombia, 2003
Fuente: Diccionario Bíblico Digital
ver AVES
Fuente: Diccionario Bíblico Mundo Hispano
Ave que habita en la orilla del mar, lagos y estanques de peces. Su nombre, en hebreo, se deriva de un verbo que señala el acto de vomitar. El p. tiene una bolsa debajo del pico y la mueve de forma particular, como si fuera un espasmo. La misma palabra hebrea se utiliza para señalar a un ave que habita en lugares desolados o ruinas, el †œp. del desierto† (Sal 102:6; Isa 34:11; Sof 2:14). No se sabe con seguridad si se trata del mismo p. marítimo o de otra ave. Algunos especulan que era una especie de búho que hacía también un movimiento que remedaba al del p. No era apto para comerse (Lev 11:18; Deu 14:17). †¢Animales de la Biblia.
Fuente: Diccionario de la Biblia Cristiano
tip, FAUN LEYE AVES
vet, (heb. “Ka’ath”, significaba probablemente “el que vomita”) (Is. 34:11; Sof. 2:14). Según la Ley, se trata de un ave impura (Lv. 11:18; Dt. 14:17). Vivía en el desierto (Sal. 102:7), en las ruinas (Is. 34:11; Sof. 2:14). Se trataba posiblemente del pelícano común, “Pelecanus onocrotalus”, blanco, con tintas de un rosa claro, aunque frecuenta los ríos y lagos con preferencia a las ruinas, a no ser que estén rodeadas de pantanos. Ave palmípeda, tiene las patas admirablemente adecuadas para el medio acuático, aunque también puede posarse en los árboles. Posee un largo pico cuya parte inferior tiene un fondo membranoso, donde el ave transporta el pescado para alimentar a sus polluelos. La altura del pelicano varía de 1,50 a 1,80 m.; su envergadura, que sobrepasa generalmente los 3,5 m., llega en ocasiones a los 4 m. Esta ave, infrecuente en el mar de Galilea, se halla esparcida por las riberas del Nilo y por los lagos egipcios de aguas someras.
Fuente: Nuevo Diccionario Bíblico Ilustrado
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ve acuática palmípeda, de esbelta figura, por lo que siempre fue objeto de hermosas leyendas. Una de ella es que, la hembra, en peligro de muerte y ante la falta de alimento, se hiere el pecho con su acerado pico para dar de comer a sus crías. Ello movió a comparar a Cristo con el pelicano, pues el Maestro dio la vida por sus discípulos
Pedro Chico González, Diccionario de Catequesis y Pedagogía Religiosa, Editorial Bruño, Lima, Perú 2006
Fuente: Diccionario de Catequesis y Pedagogía Religiosa
(heb. qa·´áth).
Los traductores de la Septuaginta griega y la Vulgata latina relacionaron la palabra hebrea qa·´áth con el †œpelícano†, una de las aves que la ley mosaica calificaba de †˜inmundas†™. (Le 11:13, 18; Dt 14:11, 12, 17.)
El pelícano es una de las aves voladoras más grandes, pues llega a tener 1,5 m. de longitud y una majestuosa envergadura de casi 3 m. Su amarillento pico es recto, largo y termina en una especie de uña ganchuda. La bolsa que pende de la mandíbula inferior es casi imperceptible cuando está vacía. Su andar es pesado, pero su vuelo es resistente y grácil; se ha sabido que anidan incluso hasta a unos 100 Km. de los lugares donde pescan. Son pescadores muy hábiles, y sus patas palmeadas les permiten moverse con rapidez en el agua.
Después de comer hasta saciarse, el pelícano suele volar a un lugar solitario, donde adopta una postura melancólica, hundiendo la cabeza en los hombros y quedándose tan inmóvil que podría confundírsele desde lejos con una piedra blanca. Permanece en esta postura varias horas seguidas, por lo que se asemeja a ese estado de quieta melancolía al que alude el salmista cuando ilustra la intensidad de su pena: †œMe parezco al pelícano del desierto†. (Sl 102:6.) Aquí la palabra †œdesierto† no se refiere necesariamente a una zona árida, sino simplemente a un lugar alejado de zonas pobladas, tal vez una extensión pantanosa. Los terrenos pantanosos de la parte N. del valle del Jordán son aún el hábitat de los pelícanos durante ciertas épocas. En Israel se encuentran tres variedades de pelícanos. El más común es el pelícano vulgar (Pelecanus onocrotalus), mientras que el pelícano ceñudo (Pelecanus crispus) y el pelícano africano (Pelecanus rufescens) son menos abundantes.
El pelícano muestra una clara preferencia por lugares deshabitados donde no le moleste el hombre. Allí anida y empolla a su cría, y también se retira después de pescar. Debido a su inclinación por los lugares solitarios y desolados, la Biblia lo utiliza como un símbolo de desolación total. Para simbolizar la venidera desolación de Edom, Isaías predijo que el pelícano tomaría posesión de esa tierra. (Isa 34:11.) Sofonías profetizó que los pelícanos morarían entre los capiteles de las columnas de Nínive, lo que indicaba un total arruinamiento y la completa desaparición de la vida humana. (Sof 2:13, 14.)
Fuente: Diccionario de la Biblia