PERGAMO

Rev 1:11; 2:12


Pérgamo (gr. Pérgamos y Pérgamon, tal vez “ciudadela”, “acrópolis” o “altura [elevación]”; lat. Pergamum). Antigua capital de Misia, ubicada en el valle del Caico, a unos 24 km del mar y a 5 km al norte del rí­o Caico. El perí­odo de su mayor importancia abarcó los ss III y II a.C., cuando los atálidas rigieron el reino de Pérgamo, que entonces abarcaba una gran parte del Asia Menor occidental. Atalo III legó su reino a los romanos, y cuando murió (133 a.C.) la región se transformó en la provincia de Asia, con Pérgamo como capital y residencia del procónsul. La acrópolis, construida en la cumbre y las laderas de un abrupto monte que se eleva unos 300 m sobre la llanura, albergaba la mayorí­a de los edificios públicos más importantes. Entre ellos estaba el palacio de los Atálidas, un gran teatro que rivalizaba en tamaño con el de Efeso, los templos dedicados a Atenea y Demeter, y la estructura más maravillosa de todas: el enorme altar de Zeus, de unos 39 m de largo, por 36,5 de ancho, y 12 m de alto. Las lozas de piedra esculpida que cubrí­an los lados del altar eran obras maestras. Describí­an una guerra entre gigantes y dioses que reflejaban las victorias de los habitantes de Pérgamo sobre los gaulos, a quienes empujaron al centro del Asia Menor, donde llegaron a ser los gálatas del NT. 404. Colina de las ruinas de Pérgamo. Al pie y a la izquierda, la moderna ciudad de Bergama. 405. Antiguo altar dedicado a Zeuz reconstruido en el museo de Berlí­n-Sección Pérgamo. Pérgamo fue excavada desde 1879 hasta 1886 por Karl Humann, que descubrió el altar dedicado a Zeus y transportó los elementos que lo constituí­an a Berlí­n, donde fue totalmente reconstruido (fig 405). Los arqueólogos alemanes recientes se concentraron en el Asclepeion -el complejo en honor de Esculapio, el dios de la sanidad-, en donde encontraron una gran escuela de medicina, un hospital con salas de tratamientos, un teatro para entretener a los pacientes y un santuario de Esculapio. El famoso médico Galeno recibió su preparación en esta institución. El nombre de Pérgamo se ha perpetuado en la 924 palabra pergamino.* Este fue inventado o desarrollado allí­ luego que Tolomeo V de Egipto (203-181 a.C.) prohibió la exportación de rollos de papiro por temor a que la gran biblioteca de la ciudad pronto pudiera tener más volúmenes que la de Alejandrí­a. Con esto, en Pérgamo refinaron el proceso de curtido del cuero y desarrollaron un excelente material para escribir que los griegos, en su honor, llamaron pergamenós. En ella existió una iglesia cristiana hacia fines del s I d.C., como lo muestra el hecho de que Juan le dirigió un mensaje desde la isla de Patmos (Rev 2:12-17). La sucesora moderna de Pérgamo es la ciudad de Bergama, a los pies de la acrópolis (fig 404). Acerca del significado de Pérgamo como una de las 7 iglesias del Apocalipsis, véase CBA 7:98-101, 765, 766.

Fuente: Diccionario Bíblico Evangélico

ciudad de Misia, al noroeste de Asia Menor, cerca a la costa del mar Mediterráneo, que fue la capital del reino de P. La ciudad cobró importancia cuando Lisí­maco, general macedonio, la escogió para hacer una fortaleza y guardar allí­ sus tesoros. Al morir Lisí­maco, gobernó Eumenes I, 263-241 a. C., quien llevó el reino a la prosperidad. Le sucedió Atalo I Sóter, 241-197 a. C., quien venció a los gálatas y a Antióco III, rey seléucida, apoderándose del noroeste de Asia. Hizo alianza con Roma y convirtió a P. en centro artí­stico y literario de Asia Menor. Le sucedió su hijo Eumenes II, ca. 197-160 a. C., quien siguió con la polí­tica prorromana, lo mismo que con la actividad cultural. Construyó el altar a Zeus, y desarrolló la biblioteca creada por su padre, donde fundó una escuela de gramática, que rivalizó con la biblioteca de Alejandrí­a, en Egipto. Esta polí­tica continuó bajo Atalo II Filadelfo, 160-138 a. C., y Atalo III, ca. 138-133 a. C., quien dejó a P. en herencia a Roma, y la ciudad se convirtió en una de las capitales principales de la provincia romana de Asia.

Una de las siete cartas del Apocalipsis de Juan va dirigida a la Iglesia de P., Ap 1, 11; 2, 12-17, donde P. es definida como el lugar †œdonde está el trono de Satanás†, pues en el año 29 a. C., se habí­a construido en P. un templo dedicado al culto al emperador romano, además de lo levantados a otros dioses del paganismo, Ap 2, 12.

Diccionario Bí­blico Digital, Grupo C Service & Design Ltda., Colombia, 2003

Fuente: Diccionario Bíblico Digital

Ciudad de Misia (Rev 1:11; Rev 2:12), principal en la provincia de Asia. Fue sede del primer templo del culto a César y luego se dedicó otro templo al culto de Trajano. En el acantilado que dominaba Pérgamo habí­a un altar a Zeus semejante a un trono (comparar Rev 2:13).

Es natural que los nicolaí­tas florecieran en un lugar donde la polí­tica y el paganismo estaban tan fuertemente aliados (Rev 2:15), y donde la presión sobre los creyentes para obligarlos a transigir con el mundo seguramente era muy fuerte.

Fuente: Diccionario Bíblico Mundo Hispano

Aproximadamente a 105 kms. al norte de Esmirna se encontraba Pérgamo sobre una montaña de 305 mts. de altura. Situada a 29 kms. del océano y comunicaba con el Egeo a través del rí­o Caicus, el cual era navegable por pequeñas embarcaciones. Pérgamo dominó no sólo el valle del Caicus, sino también un camino al interior del Asia Menor al igual que el camino hacia la costa occidental. Su riqueza provení­a del comercio, la agricultura, la ganaderí­a y las industrias dependientes de los tejidos de lana, los pergaminos y las minas de plata.
Pérgamo fue llevado al cenit de su prosperidad bajo la dinastí­ atalita durante los siglos III y II a. de J.C. La expansión territorial se produjo en gran parte por la estrecha cooperación y con el apoyo de roma. El último de los átalos, Atalo III, legó su reino a Roma en la hora de su muerte en el 133 a. de J.C. Dentro del imperio, el reino era conocido como la provincia de Asia y abarcaba aproximadamente la tercera parte occidental del Asia Menor. Habiendo sido la capital polí­tica de la provincia desde el comienzo, Pérgamo gradualmente cedió su posición a Efeso que era más accesible a los gobernadores romanos por mar.
Durante el siglo II d. de J.C. , una sección grande y nueva de Pérgamo se desarrolló al pie de la Montaña en donde la ciudad Antigua estaba situada y la ciudad de la Montaña llegó a ser la acrópolis. Durante los tiempos bizantinos, la ciudad fue de nuevo confinada a la acrópolis; pero actualmente la acrópolis está deshabitada, y la moderna ciudad cubre la ciudad baja del tiempo del imperio romano.
Pérgamo es uno de los lugares antiguos que ha sido excavado más prolijamente. La historia comienza con los esfuerzos del arquitecto alemán Carl Humann, quien llegó a ser el ingeniero principal de carreteras para el occidente del imperio otomano y en 1868 estableció su cuartel general en Pérgamo. En ese año él empezó excavaciones que han sido continuadas por los arqueólogos alemanes por espacio de casi un siglo y que actualmente están casi terminadas.
El primer triunfo mayor de los excavadores alemanes fue la localización del gran altar de Zeus con sus notables esculturas. Construido probablemente por el rey Eumenes (197–159 a. de J.C. ), el altar yací­a sobre fundamentos que medí­an 39 por 35 mts. El altar descansaba sobre un gran plinto en forma de herradura de 9 mts. de altura, al que se llegaba por una escalinata de 28 escalones de 18 mts. cada uno en el lado occidental. Estos escalones conducí­an a través de una serie de columnas iónicas hasta un patio cuadrangular donde estaba el altar propiamente dicho. Los tres lados exteriores del monumento fueron labrados con escenas de batallas entre los dioses y los gigantes y escenas que representaban la derrota de los galos por Eumenes. Otro friso se extendí­a alrededor de los tres lados interiors del patio del altar en el nivel superior y representaba eventos de la vida de Telefus, hijo de Hércules y el antepasado mí­tico de la dinastí­a atalid. El friso ( ca. 122 mts. de largo) es un poco más corto que el del partenón. La exportación del altar de Zeus por la astucia de Humann hizo que el gobierno turco prohibiera otras exportaciones de antigüedades. El altar reconstruido de zeus fue albergado en un museo Pérgamo, en Berlí­n, y después de estar escondido durante la segunda Guerra Mundial ha sido colocado nuevamente en Berlí­n Oriental. Algunos han pensado que el altar de Zeus es a lo que el apóstol Juan se referí­a cuando hablaba del †œtrono de satanás† en pérgamo (Ap. 2:13).
Al pie de la acrópolis, Eumenes (aparentemente) edificó un ágora más baja, un patio pavimentado de 63 por 33 mts. rodeado por pórticos dóricos que dan acceso a los negocios. Arriba de la colina sobre el ágora estaba el complejo del gimnasio en tres terrazas. Encima del gimnasio, en aproximadamente la mitad de la falda, estaba el ágora superior, por encima y a la izquierda de la cual estaba el alter de zeus. Al ascender por el lado occidental de la acrópolis desde el altar, se llega a los restos de un hermoso templo de Atena que está rodeado en sus tres lados por la biblioteca de dos pisos que en algún tí­empo habí­a sido la segunda en el mundo antiguo, jactándose de tener unos 200.000 volúmenes (rollos). Pero el edificio estaba más o menos vací­o en los dí­s de Juan, debido a que Antonio habí­a dado la biblioteca de Pérgamos a Cleopatra y la mayorí­a de los libros habí­an sido llevados a Alejandrí­a. Al lado de la acrópolis adyacente al templo de Atenas estaba el teatro que fue construido en el 170 a. de J.C. y tení­a capacidad para 15.000 espectadores. Otros 4 teatros han sido encontrados en Pérgamo. En la cima de la montaña estaba el arsenal e inmediatamente debajo de éste uno de los cinco ricamente decorados palacios de la ciudad.
Inmediatamente antes de la Segunda Guerra Mundial la atención arqueológica se centró en la ciudad baja de Pérgamo, actualmente casi sepultada por la moderna ciudad de Bergama. Y desde la Segunda Guerra Mundial ha sido hecho mucho trabajo en el Asklepion (situado en un pequeño altiplano encima de la ciudad baja), el gran centro de salud dedicado a *Esculapio, dios de la medicina. Este era un centro famoso en la antigüedad; aun los emperadores (Adriano, Marco Aurelio y Caracalla) vinieron aquí­. Y Galeno fue uno de los más grandes médicos que practicó allí­. El centro adquirió su mayor desarrollo en el sigo II d. de J.C. , y la mayorí­a de las estructuras excavadas allí­ datan de ese siglo. Pero el Asklepion fue fundado en los tiempos helénicos y fue importante en la época de juan. Para saber cómo se veí­a entonces, requeriráuna mayor investigación; pero ciertamente, incluí­a por lo menos un templo a Esculapio y un dormitorio donde dormí­an los pacientes.
Aunque falta mucho por hacerse en Pérgamo, un estudiante puede hoy recorrer con provecho una acrópolis excavada y un Asklepion parcialmente restaurado. Se tendrí­a una major idea de algunas de las estructuras si no hubiera sido por el vandalismo efectuado durante la Segunda Guerra Mundial.

Fuente: Diccionario Bíblico Arqueológico

Ciudad en Asia, donde habí­a una iglesia, a la que Jesús le escribe una carta en Ap.l:ll,Rev 2:12.

Aquí­ se inventaron los “pergaminos”. Hoy se llama “Bergama”.

Diccionario Bí­blico Cristiano
Dr. J. Dominguez

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Fuente: Diccionario Bíblico Cristiano

(Ciudadela). Ciudad en la región NO de la Anatolia, hoy Turquí­a, a unos 24 km de la costa. Fue capital del reino de Misia en tiempos de los griegos y luego de la provincia romana de Asia. El historiador Plinio la llamó †œla ciudad más celebrada en Asia†. Hoy se llama Bergama. Una de las cartas de Juan en el Apocalipsis es dirigida a la iglesia de P. (Apo 1:11; Apo 2:12-17). Fue ciudad-estado famosa por su riqueza. Tení­a una biblioteca de 200.000 volúmenes, que competí­a con la de Alejandrí­a, en Egipto, hasta que en un gesto de amistad Marco Antonio la regaló a Cleopatra, terminando así­ la rivalidad entre ambas ciudades. †¢Pergamino. Era muy famoso el templo a Esculapio, donde aprendieron medicina muchas personas, entre ellas el gran Galeno. El templo de Zeus era monumental. Tení­a un altar y una estatua enormes, con un friso que fue excavado y se exhibe hoy en un museo en Berlí­n. Era también muy conocido el templo que los habitantes de P. erigieron en honor de Augusto César. Muchos piensan que la alusión que hace Juan al decirle a la iglesia de P. que moraba †œdonde está el trono de Satanás† (Apo 2:13) posiblemente se refiera a ese templo, sede de la adoración al emperador.

Fuente: Diccionario de la Biblia Cristiano

tip, HIST CIUD IGLE

ver, PERGAMINO

sit, a9, 344, 181

vet, (también “Pergumum”, o “Pergamos”). La ciudad más importante de Misia, a 5 Km. al norte del rí­o Caicos, y a 24 Km. del mar Egeo. Habí­a sido la capital de un opulento reino, muchos de cuyos reyes llevaron el nombre de Atalo. El primero de esta dinastí­a, Atalo I, accedió al trono en el año 241 a.C. Rechazó a las hordas invasoras galas, que se establecieron finalmente en el territorio que desde entonces recibe el nombre de Galacia. Eumeno, su hijo, lo sucedió en el año 197 a.C., embelleció Pérgamo, y creó una célebre biblioteca, la segunda en importancia después de la de Alejandrí­a. Atalo III murió el año 133 a.C., después de haber legado sus bienes a los romanos y acordado la independencia de Pérgamo y de sus alrededores. Los romanos se apoderaron de la ciudad, y pasaron aquel reino a provincia de Asia (129-126 a.C.), de la que vino a ser capital la ciudad de Pérgamo. En el año 6 a.C., el procónsul, gobernador de la provincia bajo el Imperio, mudó su residencia a Efeso. Marco Antonio donó a Cleopatra los 200.000 volúmenes de la biblioteca de Pérgamo que fueron a engrosar la de Alejandrí­a. La acrópolis de Pérgamo se levantaba sobre una escarpada colina, a 304 m. por encima de la llanura. Cerca de la cumbre se levantaba un monumental altar que habí­a elevado Eumeno II para conmemorar la victoria de su padre sobre los galos. Cerca de este altar se hallaba un templo dedicado a Atenea. En la época romana se edificó sobre la acrópolis un templo consagrado a Augusto. En el exterior de la ciudad se hallaba el célebre santuario de Asklepios (Esculapio), dios de la medicina, que atraí­a a las multitudes. El pergamino (lat. “pergamena”; gr. “pergamênê”) recibe el nombre de esta ciudad (véase PERGAMINO). Pérgamo es la tercera de las siete iglesias de Asia. En Apocalipsis dice que allí­ se hallaba el “trono de Satanás”. Antipas, un cristiano fiel, sufrió el martirio en esta ciudadela del paganismo (Ap. 1:11; 2:12-17). En la actualidad esta ciudad se llama Bergama.

Fuente: Nuevo Diccionario Bíblico Ilustrado

Pérgamo era una ciudad de Misia, situada en un valle como a 24 kms. del mar, y a 5 kms. del rí­o Casio, dos tributarios que parece fluí­an por la ciudad o al lado de ella. La ciudad original, la acrópolis, los templos y los teatros de la ciudad posterior estaban sobre un monte entre estos tributarios. Su importancia y poder se notan en el hecho de que tan temprano como 420 a. de J.C. acuñaron sus propias monedas. Los primitivos pobladores fueron descendientes de los colonos griegos. Pero habí­a muchos judí­os y ellos fueron tan bondadosamente recibidos por la ciudad que muchos se asimilaron lo suficientemente con los griegos como para llevar nombre griegos. La lí­nea de los reyes atalios, que comenzó en 241 a. de J.C., adornaron tanto la ciudad con hermosos edificios, que pronto llegó a ser la ciudad más maravillosa de todo el oriente. El arte y la literatura fueron estimulados. Habí­a una biblioteca de 200.000 volúmenes. Los libros eran de pergamino, el cual fue perfeccionado y usado allí­ primero. Más tarde Antonio le dio esta biblioteca a Cleopatra y aun más tarde fue movida a Alejandrí­a.
A su muerte Atalo III, el último rey de Pérgamo, dio Pérgamo al Imperio Romano y pasó a ser la capital de la provincia romana de Asia. Esto le dio nueva prominencia y, cuando por razón de su importancia comercial, de sus crecientes riquezas y de su influencia polí­tica Esmirna vino a ser la capital, Pérgamo quedó como el centro religioso y su magnificencia continuó.
Habí­a aquí­ hermosos templos dedicados a los cuatro grandes dioses; Zeus, Dianisus, Atena u Asklepios. El altar de Zeus tení­a 12 metros de altura, y era la más famosa de todas las estructuras que adornaban la ciudad y una de las maravillas del mundo antiguo. En conexión con el templo de Asklepios habí­a una escuela de medicina, y enfermos de todas partes de Asia vení­an en muchedumbres esperando que el dios revelarí­a remedios para su sanamiento a sus sacerdotes por medio de sueños. Aquí­ también estaba el famoso templo de Esculapio, dios que era representado por una serpiente. La ciudad ganó el tí­tulo de tres “Neokoros”, lo cual significa que tres templos habí­an sido edificados a los emperadores romanos en los cuales los emperadores eran adorados.
Sus ruinas se encuentran cerca de la actual Bergama, una corrupción del antiguo nombre. Algunos dicen que está situada sobre las ruinas de la antigua ciudad, pero que es de menos extensión. Está situada en Turquí­a. En tiempos antiguos llevaba el nombre de Pérgamo porque fue aquí­ donde hací­an o hicieron los primeros pergaminos. Ahora tiene como unos 21.797 habitantes, predominando los turcos y mahometanos. La base del altar a Zeus todaví­a es visible como también las ruinas del teatro de Agora, el gimnasio y varios templos. En tiempos antiguos era notable por ungüentos, cerámica y pergaminos, mientras que ahora sus principales artí­culos de comercio son algodón, lana, opio, pieles y valonia, este último son grandes bellotas de dos clases de robles.
El cristianismo llegó a Pérgamo muy temprano, y a la iglesia Juan el revelador le dirigió la palabra (Apocalipsis 2:12-17). Aquí­ Antipas fue matado por el estado romano (Apocalipsis 2:13). Era un lugar muy difí­cil, llamado el lugar, “donde estaba el trono de Satanás” (Apocalipsis 2:13), probablemente refiriéndose a toda la adoración falsa allí­. Habí­a grandes tentaciones y algunos seguí­an a Baal y otros las doctrinas de los Nicolaí­tas. Por mucho tiempo quedó como un centro religioso, teniendo un obispado.

Fuente: Diccionario Geográfico de la Biblia

(Ciudadela; Acrópolis).
Ciudad de Misia que estaba en el NO. de Turquí­a (Asia Menor) donde se encontraba una de las siete congregaciones a las que escribió el apóstol Juan, como dice el libro de Revelación. (Rev 1:11; 2:12-17.) La ciudad estaba a unos 80 Km. al N. de Esmirna (la actual Izmir) y a unos 25 Km. de la costa del mar Egeo. Cerca del emplazamiento de la antigua Pérgamo se halla la moderna Bergama. En sus comienzos, Pérgamo era una fortaleza situada sobre una colina escarpada y aislada entre dos rí­os, pero con el tiempo la ciudad se extendió por el valle, y la colina se convirtió en la acrópolis.

Historia. No es posible determinar con certeza de dónde era originaria la población de Pérgamo, aunque es posible que procediera de Acaya (Grecia). Para el año 420 a. E.C. la ciudad ya acuñaba monedas, y en el siguiente siglo Jenofonte dijo que era una ciudad fortificada. A la muerte de Alejandro Magno, llegó a formar parte del territorio de Lisí­maco. Filetero, el lugarteniente de Lisí­maco, se convirtió en el gobernante de la ciudad y los territorios adyacentes, dando comienzo a la dinastí­a atálida, bajo la que Pérgamo se conviritió en una ciudad próspera e importante. El rey Atalo I (241-197 a. E.C.) se unió a los romanos en su lucha contra los macedonios. Su sucesor, Eumenes II, se hizo con una biblioteca inmensa que rivalizaba con la famosa biblioteca de Alejandrí­a. Al parecer fue entonces cuando se inventó en esa ciudad el pergamino (pergamena charta). Para ese tiempo el reino de Pérgamo también controlaba la mayor parte del O. de Asia Menor. En 133 a. E.C. Atalo III legó Pérgamo a Roma en su lecho de muerte, y la ciudad se convirtió en la capital de la provincia romana de Asia. (Véase ASIA.) Aun después de perder la capitalidad, Pérgamo retuvo su importancia como centro oficial administrativo.

Religión de Pérgamo. Se daba mucha importancia a la religión pagana en Pérgamo. Parece ser que magos caldeos (astrólogos) huyeron de Babilonia a Pérgamo y ubicaron allí­ su colegio central. Eumenes II construyó un enorme altar de mármol al dios Zeus para celebrar la derrota que infligió a los galos. Se han desenterrado sus restos y se ha visto que estaba decorado con un enorme relieve que representaba a los dioses luchando contra los gigantes. (GRABADO, vol. 2, pág. 945.) Los enfermos de todas partes de Asia acudí­an a Pérgamo porque allí­ estaba el templo de Esculapio, el dios de la curación y la medicina.
Un aspecto particularmente notable de la religión de Pérgamo era su culto a los gobernantes polí­ticos. La ciudad edificó un magní­fico templo para la adoración de César Augusto. De modo que fue la primera ciudad que tuvo un templo dedicado al culto imperial. Durante los dí­as de los emperadores Trajano y Severo, se construyeron otros dos templos en la ciudad, por lo que la Encyclopædia Britannica llama a Pérgamo †œel principal centro del culto imperial en la primera época del imperio† (1959, vol. 17, pág. 507). Esta adoración del emperador romano debió cumplir un propósito polí­tico: unir a todos los pueblos conquistados del imperio bajo un dios común; todos podí­an adorar a sus dioses locales o nacionales, pero además debí­an adorar al emperador.

†œDonde está el trono de Satanás.† En la carta a la congregación de Pérgamo, el apóstol Juan menciona que la ciudad estaba †œdonde mora Satanás† y que, por lo tanto, los cristianos estaban viviendo †œdonde está el trono de Satanás†. (Rev 2:13.) †œSe ha conectado la frase con el conjunto de cultos paganos, […] pero la principal alusión probablemente sea a la adoración del emperador. Allí­ fue donde la adoración al emperador divino se habí­a convertido en la piedra de toque de la lealtad cí­vica en tiempos de Domiciano.† (New Bible Dictionary, edición de J. Douglas, 1985, pág. 912.) Dado que en el mismo versí­culo que menciona †œel trono de Satanás† se habla del martirio de Antipas, es posible que a este se le diera muerte por negarse a adorar a César.
Otro factor que ayuda a entender la expresión †œdonde está el trono de Satanás† tal vez sea la importancia que alcanzó la adoración de Zeus, o Júpiter, el dios principal de todas las deidades paganas. Una leyenda decí­a que ciertos dioses habí­an sido testigos del nacimiento de Zeus desde la colina donde se edificó Pérgamo. Al inmenso altar construido después en la acrópolis se le considera una de las maravillas de aquella época. Las personas que adoraban a Zeus podí­an tener otros dioses, pero debí­an verlos como subordinados a este. No obstante, a los cristianos de Pérgamo se les encomió porque tuvieron asida firmemente su devoción exclusiva al Dios verdadero Jehová y no negaron la fe pese a morar †˜donde estaba el trono de Satanás†™.

†œLa enseñanza de Balaam.† Sin embargo, existí­a en la congregación la influencia socavadora de los †œque tienen firmemente asida la enseñanza de Balaam†. (Rev 2:14.) Esta expresión hace recordar al profeta Balaam de Mesopotamia, quien recomendó que se utilizasen mujeres paganas para inducir a los varones israelitas a practicar la adoración obscena de dioses falsos, después que fallaron sus intentos por maldecir a Israel. Como consecuencia de la inmoralidad sexual e idolatrí­a que resultó, murieron 24.000 israelitas. (Nú 25:1-18; 1Co 10:8; véase BALAAM.) Algunos de la congregación de Pérgamo, los †œque tienen firmemente asida la enseñanza de Balaam†, seguramente consintieron la fornicación. (Jud 4, 11; 2Pe 2:14, 15.) Pérgamo era famosa por el suntuoso templo de Afrodita (Venus), la diosa del amor sexual, donde eran comunes las prácticas sensuales religiosas.
Algunos miembros de aquella congregación también habí­an sido influidos por la enseñanza de †œla secta de Nicolás†, y se les exhortó a que se arrepintieran de tal proceder. (Rev 2:15, 16.)

Fuente: Diccionario de la Biblia

(véase el mapa que acompaña al art. sobre *Colosas). Ciudad en la provincia romana de Asia, en el O de lo que es hoy la Turquía asiática. Ocupaba una posición dominante cerca del extremo marítimo del amplio valle del Caico, y probablemente fue un lugar de asentamiento humano desde fecha muy temprana. Se hizo importante sólo después del 282 a.C., cuando Filetero se rebeló contra Lisímaco de Tracia y la hizo capital de lo que vino a ser el reino atalida, que en el 133 a.C. fue legado por Atalo II a los romanos, quienes formaron con él la provincia de *Asia. El primer templo del culto imperial fue construido en Pérgamo (ca. 29 a.C.) en honor a Roma y Augusto. Por ello la ciudad se jactaba de la primacía religiosa en la provincia, si bien *Efeso se convirtió en su principal centro comercial.

Pérgamo aparece en tercer lugar en la lista de las “siete iglesias que están en Asia” (Ap. 1.11): el orden concuerda con su posición en la secuencia geográfica. Este es el lugar “donde está el trono de Satanás” (Ap. 2.13). La frase se ha relacionado con el complejo cúltico pagano de Zeus, Atenea, Dionisos, y Asclepio, establecido por los reyes atalidas, en el que ocupaba un lugar de especial importancia Asclepio Sóter (“salvador”, “sanador”). Estos cultos ilustran la historia religiosa de Pérgamo, pero la alusión principal probablemente esté referida al culto al emperador. Fue aquí donde el culto al emperador divino se tomó como piedra de toque de la lealtad cívica bajo Domiciano. Señaló una crisis para la iglesia de Asia. Es probable que a Antipas (v. 13) se lo mencione como representante (quizá el primero) de los que fueron juzgados y ejecutados allí por su fe.

Esta carta es la fuente principal para los *nicolaítas, a quienes se equipara decididamente con Balaam; parecen haber constituido un partido que propiciaba un arreglo frente a las presiones paganas.

Aquí Cristo posee la autoridad última y real, simbolizada por la “espada aguda de dos filos” (v. 12), en el lugar donde el procónsul romano ejercía el “poder de la espada” cuando juzgaba. Se acusa a la iglesia de tolerar a un partido cuya enseñanza la habría de arrastrar a la idolatría y la inmoralidad como la de Balaam. Pero el “vencedor” recibe la promesa de Cristo de una relación interior con él. El significado de la “piedrecita blanca” (v. 17) es incierto: estrictamente es un “guijarro” o tessera (tablilla; gr. psēfos). Tenían muchos usos, de los cuales más de uno es aplicable aquí. Representaban absolución, y servían también como fichas o billetes de diversos tipos. El nombre escrito es aquí el del individuo, y señala la aceptación individual del creyente por Cristo.

Una pequeña población (Bergama) existe todavía en la llanura al pie de la acrópolis de la antigua ciudad.

Bibliografía. G. Camps, “Pérgamo”, °EBDM, t(t). V, cols. 1033–1036; C. F. Pfeiffer, “Pérgamo”, °DBA, pp. 515–517.

W. M. Ramsay, The Letters to the Seven Churches of Asia, 1904, cap(s). 21–22; C. J. Hemer, Buried History 11, 1975, pp. 69–83; id., NIDNTT 2, 1976, pp. 676–678.

M.J.S.R., C.J.H.

Douglas, J. (2000). Nuevo diccionario Biblico : Primera Edicion. Miami: Sociedades Bíblicas Unidas.

Fuente: Nuevo Diccionario Bíblico

Pérgamo, Sede titular, sufragánea de Éfeso. Esta ciudad se encuentra a orillas del Selino. Según lo indica su nombre, al principio fue una ciudad de refugio para la gente de la llanura, y ha sido considerada como una colonia de los arcadios. Los historiadores griegos han reconstruido para ella una historia completa porque la confundieron con la distante Teutrania. Jenofonte la menciona por primera vez (“Anab”., VII, VIII, 8; ». Hellen”, III, I, 6). Capturada por Jenofonte en el 399 e inmediatamente capturada de nuevo por los persas, fue castigada severamente en el año 362 después de una revuelta. No cobró importancia hasta que Lisímaco, rey de Tracia, tomó posesión (301 a.C.) Su teniente Filetairos amplió la ciudad, y en el 281 la convirtió en la capital del nuevo reino que él fundó. En 261 legó sus bienes a su sobrino Eumenio I (263-41 a.C.), quien los aumentó considerablemente, dejando como heredero a su primo Atalo I (241-197 a.C.).

Alcanzó su mayor prosperidad bajo su hijo Eumenio II (197-59 a.C.), el cual fundó una escuela de escultura, construyó en memoria de sus hazañas un altar de mármol adornado con una magnífica batalla de gigantes (Ampelio, “Miracula Mundi”, 14), cuyos espléndidos restos se encuentran en el museo de Berlín, y finalmente, fundó la célebre biblioteca. A su muerte en 133 a.C., Atalo III legó su reino a Roma. Aristónico, hijo natural de Eumenio II, trató de restaurar la monarquía, pero fue capturado en 129 a.C. por Perpena, y el reino fue anexado al Imperio Romano bajo el nombre de Asia Propria. Es digno de mencionar que el pergamino fue descubierto allí, y que el médico Galeno fue un nativo.

El Apocalipsis (2,13) menciona al mártir Antipas en relación con Pérgamo. Gayo, a quien iba dirigida la Tercera Epístola de San Juan, llegó a ser obispo de esta ciudad, de acuerdo con las Constituciones Apostólicas (VII, 46). Atalo, martirizado en Lyon bajo Marco Aurelio, era natural de Pérgamo. Eusebio de Cesarea (Hist. Eccl., IV, 15, 48), menciona a los mártires, Carpo, Papilo y Agatónice, ejecutados en marzo del año 250. De una población de 120,000 habitantes que poseía Pérgamo entonces, un gran número eran cristianos. Entre sus obispos puede mencionarse a: Teodoto, que alrededor de 150 estuvo activo contra la secta gnóstica de Colorbasiani; Eusebio, presente en los concilios de Sárdica y Filipópolis en 344; Draconcio, depuesto en el año 360 en el Concilio de Constantinopla; Felipe, presente en el Concilio de Éfeso en 431; Eutropio, en el Concilio Ladrón de Éfeso de 449; Juan, murió cerca de 549; Teodoro, en el Sexto Concilio Ecuménico en 681; Basilio, en el Séptimo en 787; Metodio en el Octavo en 878; Jorge, que vivía en 1256; Arsenio, 1303-16. Pérgamo fue sufragánea de Éfeso hasta el siglo XII, cuando se convirtió en sede metropolitana. Aunque por mucho tiempo ocupada por los turcos la ciudad era todavía una metrópoli en 1387, cuando se le retiró el título y se convirtió una vez más en una diócesis (Miklosich y Müller, “Acta patriarchatus Constantinopolitani”, II, 103, 397). La propia diócesis pronto desapareció.

En el año 610 el cuerpo del emperador Focas fue quemado en un buey de bronce traído de Pérgamo. En el siglo VII, una colonia armenia, muy apegada al monofisismo, y de la que surgió el emperador bizantino Filípico Bardanes (711-13), se estableció allí. En el 716 el general árabe Maslama capturó la ciudad. De esta época data su declive. Fue reconstruida en una escala más pequeña y formó parte del tema de Thrakesion. Constantino VII todavía habla de ella (De Themat., I, 24, 5-13) como una brillante ciudad de Asia. En 1197 los franceses de la segunda Cruzada se detuvieron allí. La ciudad ya había sufrido las incursiones turcas. Luego se convirtió en la capital del tema de Neocastra, y un baluarte contra los sultanes de Iconio. En 1306 el emir de Karasi la capturó a los griegos, pero treinta años después el sultán Orkhan se la arrebató. Salvo por la ocupación temporal de Timur-Leng en 1402, desde entonces ha pertenecido a los osmanlíes. Bajo el nombre de Bergama para 1911 formaba un caza de la villa de Esmirna y tenía 20.000 habitantes, de los cuales 10,000 eran turcos, 700 judíos y 9,300 cristianos (300 armenios y 9,000 griegos cismáticos). Estos últimos tenían dos escuelas para niños y niñas, con cerca de 800 alumnos, y cinco iglesias. Se han descubierto los restos de tres iglesias antiguas, entre ellos la basílica de San Juan. La iglesia de Santa Sofía fue convertida en mezquita en el 1398.

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Fuente: Vailhé, Siméon. “Pergamus.” The Catholic Encyclopedia. Vol. 11. New York: Robert Appleton Company, 1911. 23 Dec. 2012
http://www.newadvent.org/cathen/11666a.htm

Traducido por Luz María Hernández Medina

Fuente: Enciclopedia Católica