PESOS Y MEDIDAS

Medidas de longitud 1 codo = 2 palmos = 6 palmos menores = 24 dedos. Hay que distinguir entre medidas reales y medidas corrientes, ya que las primeras son siempre algo más largas. Codo Palmo Palmo menor Dedo Medidas de camino valores aproximados Pie Paso Braza Camino sabático Legua Dí­a de marcha Medidas de capacidad 1 = valores aproximados Log = 1, 72 l Qab = 1 /18 Gomer= 1/10 Diezmo = 1/10 Hin = 1/6 Sea= 1/3 Efá = 1 Letec = 5 Homer = 10 Kor = 10 Pesos g = valores aproximados Guera = 0, 6 g Medio siclo = 6 g Siclo= 11, 5 g Kesita = 46 g Libra = 320 g Mina = 60 siclos = 685 g real corriente 52, 5cm 45, 8cm 26, 9cm 2, 9cm 8, 7cm 7, 6cm 2, 2cm 1, 9cm 0, 38 m 0, 92 m 1, 85 m 1, 2 km 1, 5 km 40, 0 km Bat = 0, 51 l Efá = 2, 2 1 Efá = 4 1 Efá = 4 1 Bat = 6, 5 1 Efá= 13 l Bat = 40 l Efá = 200 l Efá = 400 l Bat = 400 l Talento = 3.600 siclos = 41 kg Petra, griego roca. Capital del reino nabateo en Arabia desde el siglo III a. C. hasta aproximadamente el año 200 de la era cristiana. Estaba situada a medio camino entre el mar Muerto y el golfo de íqaba, cruce de las rutas de las caravanas desde Gaza en el Mediterráneo, Damasco y el golfo Pérsico. Tuvo su origen en la antigua ciudad de ® Sela, en Edom.

Los nabateos la embellecieron con magní­ficas obras monumentos tallados en piedra, tumbas excavadas en piedra rosa, teatro semicircular, un templo, varias termas. Roma la conquistó en el año 106 de nuestra era, y formó parte de la provincia de Arabia Pétrea. La ciudad continuó floreciendo en los siglos II y III, pero, posteriormente, Palmira atrajo la mayorí­a del comercio, y la ciudad de P. decayó.

En el Canto primero del Siervo de Yahvéh el profeta Isaí­as menciona esta ciudad del desierto, Is 42, 11.

Diccionario Bí­blico Digital, Grupo C Service & Design Ltda., Colombia, 2003

Fuente: Diccionario Bíblico Digital

Los hallazgos arqueológicos, la misma Biblia y otros escritos antiguos proporcionan la base principal para asignar valores aproximados a los diversos pesos y medidas utilizados por los hebreos.

Medidas de longitud. Las medidas de longitud utilizadas por los hebreos se derivaban del cuerpo humano. Determinando la relación entre la longitud o anchura de una parte del cuerpo y otra, es posible averiguar la relación entre las diversas medidas de longitud. Como los descubrimientos arqueológicos indican que un codo medí­a unos 44,5 cm., se pueden dar valores modernos aproximados a las medidas de longitud mencionadas en la Biblia. (Véase CODO.) El siguiente cuadro presenta tanto la relación entre las medidas de longitud hebreas como sus equivalencias modernas aproximadas.

Medidas de longitud
Equivalente moderno
1 dedo = 1/4 palmo menor 1,85 cm.
1 palmo menor = 4 dedos 7,4 cm.
1 palmo = 3 palmos menores 22,2 cm.
1 codo = 2 palmos 44,5 cm.
1 codo largo = 7 palmos menores 51,8 cm.
1 codo corto 38 cm.
1 caña = 6 codos 2,67 m.
1 caña larga = 6 codos largos 3,11 m.

[Nota al pie de la página]
(Posiblemente igual al codo †œanterior† de 2Cr 3:3.)
Existen ciertas dudas en cuanto a qué medida designaba el término hebreo gó·medh, que solo aparece en Jueces 3:16 con referencia a la longitud de la espada de Ehúd. En muchas versiones esta palabra se traduce †œcodo† (BJ, Mod, NM, RH, LT, Val). Algunos eruditos creen que gó·medh equivale a un codo corto, que corresponde aproximadamente a la distancia desde el codo hasta los nudillos de la mano cerrada, es decir, unos 38 cm.
Otras medidas de longitud mencionadas en las Escrituras son la braza (aproximadamente 1,8 m.), el stá·di·on o estadio (unos 185 m.) y la milla, probablemente la milla romana (1.479,5 m.). La palabra †œcamino† se utiliza a menudo para referirse a una distancia general que se ha recorrido. (Gé 31:23; Ex 3:18; Nú 10:33; 33:8.) Un dí­a de camino quizás equivalí­a a unos 32 Km. o más, mientras que si ese dí­a era un sábado, parece que correspondí­a aproximadamente a 1 Km. (Mt 24:20; Hch 1:12; véanse BRAZA; CAMINO; ESTADIO; KILí“METRO; MILLA.)

Medidas de capacidad. Basándose en fragmentos de jarros que llevan la designación †œbato† en caracteres hebreos antiguos, se calcula que la capacidad de una medida de bato es de unos 22 l. En los cuadros de arriba se calculan las medidas para áridos y para lí­quidos en relación con la medida de bato. Cuando la relación entre una medida y otra no se especifica en la Biblia, se ha obtenido de otros escritos antiguos. (Véanse BATO; CAB; CORO; HIN; HOMER; LOG; OMER; SEA.)

Medidas de capacidad para áridos
Equivalente moderno
1 cab = 4 logues 1,22 l.
1 omer = 1 4/5 cabes 2,2 l.
1 sea = 3 1/3 omeres 7,33 l.
1 efá = 3 seas 22 l.
1 homer = 10 efás 220 l.

Medidas de capacidad para lí­quidos
Equivalente moderno
1 log = 1/4 cab 0,31 l.
1 cab = 4 logues 1,22 l.
1 hin = 3 cabes 3,67 l.
1 bato = 6 hines 22 l.
1 coro = 10 batos 220 l.

Otras medidas de capacidad para áridos y para lí­quidos. La palabra hebrea `is·sa·róhn, que significa †œdécimo†, a menudo denota la décima parte de un efá. (Ex 29:40; Le 14:10; 23:13, 17; Nú 15:4.) Según el Targum de Jonatán, las †œseis medidas de cebada† (literalmente, †œseis de cebada†) mencionadas en Rut 3:15 son seis medidas de sea. Tomando como autoridad la Misná y la Vulgata, se cree que el término hebreo lé·thekj (létek) equivale a medio homer. (Os 3:2; BAS; BC, nota; DK; EMN; FS; Ga; NM; SA; Val; Baba mesia, 6:5, nota y apéndice II, D.) Hay quien equipara los términos griegos me·tre·tes (que aparece en plural en Jn 2:6 y se traduce †œmedidas de lí­quido†) y bá·tos (que se halla en plural en Lu 16:6) con la medida hebrea del bato. Por lo general se opina que el quénice griego (kjói·nix, traducido por litro) es un poco menor que el cuartillo de áridos y algo mayor que el litro. (Rev 6:5, 6.)

Pesos. Los hallazgos arqueológicos dan a entender que un siclo pesaba unos 11,4 g. Basándose en este dato, el siguiente cuadro establece la relación entre los pesos hebreos y su equivalente moderno aproximado.

Pesos
Equivalente moderno
1 guerá = 1/20 siclo 0,57 g.
1 beka
(medio siclo) = 10 guerás 5,7 g.
1 siclo = 2 bekas 11,4 g.
1 mina
(mané) = 50 siclos 570 g.
1 talento = 60 minas 34,2 Kg.
La palabra griega lí­Â·tra comúnmente se equipara con la libra romana (unos 327 g.). La mina de las Escrituras Griegas Cristianas se estima en 100 dracmas. (Véase DRACMA.) Esto significarí­a que la mina griega pesaba unos 340 g., y el talento griego, unos 20,4 Kg. (Véanse DINERO; MINA, I; SICLO; TALENTO.)

Superficie. Los hebreos designaban la superficie de una porción de terreno mediante la cantidad de semilla que se necesitaba para sembrarla (Le 27:16; 1Re 18:32), o lo que una yunta de toros podí­a arar en un dí­a. (1Sa 14:14, nota.)

[Ilustración en la página 657]
Juego de pesas hebreas con inscripciones

Fuente: Diccionario de la Biblia

1. EN EL ANTIGUO TESTAMENTO

La metrología, ciencia exacta, requiere sanción legal para imponer la autoridad otorgada a cualquier sistema en particular. En el antiguo Cercano Oriente las normas variaban entre distritos y ciudades, y no hay pruebas de que Israel usara o tuviese un sistema integrado. David (2 S. 14.26) y Ezequiel (45.10) hacen referencia a ciertas normas básicas de pesos y medidas. La tradición rabínica de que las normas para las medidas estaban depositadas en el templo no se ha verificado (cf. 1 Cr. 23.29). La ley, empero, establecía que el hebreo debía mantener pesos, medidas, y balanzas justas (Lv. 19.35–36; Ez. 45.10). Los profetas se expresaban en contra de los mercaderes que, aumentando o disminuyendo sus pesas (Dt. 25.13), o valiéndose de pesas engañosas (Mi. 6.11) o balanzas falsas (Pr. 11.1; 20.23), estafaban a sus prójimos. Dado que las balanzas antiguas tenían un margen de error de hasta un 6% (PEQ 74, 1942, pp. 86), y pocas pesas heb. de la misma denominación encontradas hasta ahora son de un peso exactamente idéntico, puede verse la importancia de esta exhortación. Estas, y otras variantes, significan que a los antiguos pesos y medidas sólo puede dárseles un equivalente aproximado en términos modernos.

I. Pesos

Las pesas antiguas eran piedras (heb. ˒eḇen) labradas de diversas formas, generalmente con base plana, que las hacían fáciles de utilizar o reconocer (p. ej. tortugas, patos, leones). Con frecuencia tenían grabado su peso y la norma empleada. Las pesas se llevaban en una bolsa o cartera (Dt. 25.13; Mi. 6.11; Pr. 16.11) con el fin de que el comprador pudiese comprobar que los pesos eran “de buena ley entre mercaderes” en cualquier lugar determinado (Gn. 23.16).

a. Talento (heb. kikkār, ‘rodaja’; ac. biltu, ‘carga’; gr. talanton, ‘pesa’). Esta era la unidad más grande, probablemente denominada así por la forma característica en que se moldeaban los grandes pedazos de metal para este fin, como en la tapa de plomo del efa (Zac. 5.7). Se usaba para pesar oro (2 S. 12.30, etc.), plata (1 R. 20.39), hierro (1 Cr. 29.7), y bronce (Ex. 38.29). La renta anual de Salomón incluía 666 talentos de oro (1 R. 10.14).

Los treinta talentos de oro pagados por Ezequías como tributo (2 R. 18.14) se corresponden con la cantidad que Senaquerib dice haber recibido (Anales), lo cual indica que en esa época se usaba un talento similar en Judá y Asiria. Este podría ser el talento “ligero” de unos 30 kg, ya que las pesas babilónicas en forma de pato de este valor varían entre 29, 76 y 30, 27 kg. Una pequeña encontrada en Tell Beit Mirsim (4.565 g) se ha interpretado como este talento de 30, 43 kg o, más probablemente, de 28, 53 kg (e.d. 8 minas de 570,6 g = 8 x 50 siclos de 11, 41 g; véase inf.).

Otras pesas babilónicas indican que también se usaba un talento “pesado” o de norma doble; los que se han pesado varían antre 58, 68 y 59, 82 kg, e. d. alrededor de 60 kg.

b. La mina (heb. māneh; ac. manû) era una medida de peso que se usaba para pesar oro (1 R. 10.17, °vm), plata (Esd. 2.69 y Neh. 7.71–72, °vm) y otros productos. El talento estaba subdividido en 60 minas de 50 siclos, o 50 minas de 60 siclos. Hay algunos indicios de que en Palestina, como en Ras Shamra, la mina de 50 siclos estuvo en uso en tiempos preexílicos. El pago por 603.550 hombres de una capitación de ½ siclo (véase f. beka) produjo 100 talentos, 1.775 siclos, e. d. 3.000 siclos por talento (como en Ras Shamra), pero podría interpretarse por cualquiera de las dos normas. No obstante, los múltiplos de 50 siclos (p. ej. 400, Gn. 23.15; 500, Ex. 30.24; 5.000, 1 S. 17.5; 16.750, Nm. 31.52) parecen ofrecer una prueba concluyente del uso de una mina de 50 siclos.

Las reformas metrológicas de Ezequiel incluían la redefinición de la mina, estableciéndola en 60 siclos (45.12, TM, 20 + 25 + 15). Así, la nueva mina heb. de 20 (geras) x 60 (siclos) mantuvo invariable el valor de la mina en relación con la de Babilonia, que comprendía 24 (girū) x 50 (šiqlu) = 1.200 geras.

c. El siclo (heb. šeqel; ac. šiqlu; arm., ugar. ṯql) era el peso básico (šāqal, ‘pesar’) común a todas las metrologías semíticas. Su valor variaba considerablemente según la época y la región:

(i)     El siclo real, determinado por “el peso real” (2 S. 14.26), era una norma conocida también en Babilonia. Probablemente se trataba del “siclo pesado” de Ras Shamra (kbd). El análisis de las pesas encontradas en Gabaón, Gezer, Meguido, y Tell en-Nasbeh muestra un siclo “pesado” de 12, 5–12, 88 g, e. d. alrededor de 13 g.

(ii)     El siclo común se usaba frecuentemente para pesar objetos de metal (1 S. 17.5; la armadura de Goliat de 5.000 siclos = 56, 7 kg), comestibles (2 R. 7.1; Ez. 4.10), y comúnmente el oro y la plata, sugiriéndose así su uso como medio de pago. Las monedas de plata de un siclo (sigloi) aparecieron primeramente en el reinado de Darío I (* Dinero).

Unas cincuenta pesas grabadas de un siclo o múltiplos ascendentes muestran una variación de 11, 08–12, 25; un promedio de 11, 38 g. Esto se compara favorablemente con los cálculos basados en las pesas de denominaciones menores (véase inf.), que confirman una posible devaluación en tiempos posexílicos a unos 11, 7–11, 4 g para el siclo.

Las inscripciones en las pesas usan los símbolos Interpretados por Y. Yadin (Scripta Hierosolymitana 8, 1961, pp. 1–62) como 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10, 20, 30 reales (lmlk). Otros (Scott, Aharoni), empero, equiparan estas marcas como el equivalente del siclo en función de pesos egp., 8 siclos = 1 deben = 10 qedets (1 deben = alrededor de 91 g). Así, los numerales hieráticos egp. se inscribían en las pesas para mostrar su valor; I y II para 1 y 2 siclos, las pesas de 4 y 8 siclos llevaban los numeros 5 y 10 (), luego valores en qedets.

(iii)      El siclo del templo o “siclo del santuario” (Ex. 30.13; Lv. 5.15, etc.) estaba relacionado con un bega o ½ siclo (°vm “beka”, Ex. 38.26) y 20 geras (Ez. 45.12), aunque más tarde con la revaluación equivalía a 1/3 de siclo (Neh. 10.32). Se cree que este siclo era el nṣp (véase d. inf.), del que se han encontrado algunos que pesan 9, 28–10, 5 g, e. d. alrededor de 10 g, con una depreciación a alrededor de 9, 8g.

d. El nṣp o ‘parte’ equivalía a 5/6 de siclo. Trece pesas encontradas le asignan un peso de unos 10 g (véase c. sup.).

e. El pim (heb. pı̂m o payim) se menciona solamente en 1 S. 13.21 (°vrv1, “y cuando se hacían las bocas en las rejas”) que debería traducirse, como en °vrv2, “y el precio era un pim por las rejas de arado …” Esta pesa era 2/3 de una unidad (cf. el ac. [šini]pu), probablemente del siclo común, ya que doce pesas pim encontradas (en Laquis, Jerusalén, Gezer, Tell en-Nasbeh, etc.) promedian 7, 8 g.

f. El becá (heb. beqa˓, ‘fracción, división’) se usaba para pesar oro (Gn. 24.22), y para pagar la capitación que se indicaba como equivalente a “medio siclo… según el siclo del santurario” (Ex. 38.26, °bj). Dado que se han encontrado siete pesas con la inscripción bq˓ o con la abreviatura b (en Laquis, Jerusalén, Gezer y Bet-sur) se puede efectuar una comprobación del valor del siclo. Estos bq˓ tienen un peso promedio de 6, 02 g.

g. ḥmš, “1/5” aparece inscrito en una pesa con forma de tortuga procedente de Samaria que pesa 2,499 g. Esta se compara con otra inscrita “¼ nṣp, ¼ šql, sugiriendo una subdivisión del siclo de Ezequiel.

h. gera (heb. gērâ; as. girû). Se definía como 1/20 de siclo (Ex. 30.13; Ez. 45.12).

i. Otros pesos. El peres (arm. pl. parsin) de Dn. 5.25, 28 era una subdivisión del siclo que se usaba en Babilonia (cf. el bab. antiguo paras), y como el parisu (Alalak), posiblemente igual a ½ siclo ya que el término para cualquier peso (aquí “fracción”) tenía un valor preciso. Así la escritura en la pared constituía superficialmente una declaración de peso, “mina, mina, siclo, medio siclo”. El qeśı̂ṭâ (kesita, °vrv2 mg, eds. Caribe, Gn. 33.19; Jos. 24.32; Job 42.11) parece ser una unidad de un peso todavía no determinado. Una pesa de piedra de Darío II tiene la inscripción 120 krš = 20 minas.

La tabla que acompaña a este artículo indica la relación de estos pesos entre sí, y ofrece equivalentes modernos aproximados; esta tabla debe usarse con precaución debido a las normas variables que se usaban en la antigüedad.

II. Medidas lineales

Las medidas lineales se basaban en unidades “naturales” que se podían aplicar fácilmente.

a. La caña (qāneh), aunque con frecuencia denotaba un instrumento de medir, más que una medida (* Artes y Oficios), tenía 6 codos de largo, y era lo suficientemente exacta como para considerarla como unidad de longitud (Ez. 40.5; Ap. 21.15, °vm “vara”).

b. El codo (heb. ˒ammâ; ac. ammātu; lat. cubitus) era la distancia desde el codo hasta la punta de los dedos. Este codo “natural” (“codo de un hombre”, °bj “codos corrientes”, Dt. 3.11) se usaba para indicar el tamaño general de una persona (4 codos la altura de un hombre; cf. 1 S. 17.4; 1 Cr. 11.23) o un objeto (Est. 5.14; Zac. 5.2). Describía profundidad (Gn. 7.20) o distancia (Jn. 21.8).

Para mediciones exactas se usaba un codo definido con más precisión. Este codo hebreo normalizado medía 44, 45 cm., ligeramente más corto que el codo egp. corriente de 44, 7 cm. Esta cifra aceptada generalmente equivale con bastante exactitud a la longitud que se da para el túnel de Siloé como “1.200 codos”, equivalente a 533,1 m, lo cual da un codo de 44, 42 cm. Edificios excavados en Meguido, Laquis, Gezer, y *Hazor revelan un plano basado en múltiplos de esta medida. También la fuente de bronce de Salomón, de una capacidad de 1.000 batos (e. d. 22.000 litros; 1 R. 7.23–26; 2 Cr. 4.2, 5), cuando se calcula para la capacidad de una esfera, da un codo de 44, 48 cm. (R. B. Y. Scott, JBL 77, 1958, pp. 210–212).

El codo mayor o “real” era un ancho de la mano (“cuarta”) más largo que el codo normal de 6 palmos (menores) (Ez. 40.5, véase °bj mg, °vm), e. d. 51, 81 cm. Con esto compárese el codo babilónico de 50, 3 cm. (de 30 dedos de largo marcados en una estatua de Gudea) que era “tres dedos” más corto que el codo egp. de 52, 45 cm. (Herodoto, Hist. 1. 178).

c. El gōmeḏ (ac, °vrv2 “codo”, °nbe “palmo”) aparece únicamente en Jue. 3.16, donde sirve para medir un arma, probablemente daga o puñal (así vss. cast.), más bien que espada, y por lo tanto se lo ha interpretado como subdivisión (tal vez 2/3) del codo, o como el codo corto de 5 palmos mencionado en la Misná.

d. El palmo o “cuarta” (zereṯ), mano extendida desde el pulgar hasta el meñique (Vg., incorrectamente, palmus; vss. cast. “palmo”), era un medio codo (1 S. 17.4; Ex. 28.16; Ez. 43.13), aunque “medio codo” podía expresarse literalmente (Ex. 25.10).

e. El palmo menor (ṭefaḥ; ṭōfāḥ) o “ancho de la mano se calculaba en la base de los cuatro dedos (por ello la Vg. tiene quattuor digitis), e. d. 7, 37 cm. Así se midió el espesor de la fuente de bronce (1 R. 7.26 = 2 Cr. 4.5), el borde de la mesa del tabernáculo (Ex. 25.25; 37.12), y el de la que estaba en el templo de Ezequiel (40.5; 43.13). La vida del hombre no es más que (unos cuantos) anchos de la mano de longitud (Sal. 39.5, °vm “palmos”).

f. El dedo o dígito (˒eṣba˓) era ¼ de ancho de mano (Jer. 52.21), y la subdivisión más pequeña del codo que se usaba comúnmente en Palestina, como en Egipto y Mesopotamia. Generalmente se considera que medía 1, 85 cm.

g. La distancia (o espacio), por oposición a la medición de objetos, se calculaba, en tiempos preexílicos, equiparándola con un promedio conocido. Se calcula como un “tiro de arco” (Gn. 21.16), “una media yugada” (mitad de un surco arado) (1 S. 14.14), “un día de camino” (Nm. 11.31; 1 R. 19.4), o ”camino de tres días” (Gn. 30.36; Ex. 3.18; Jon. 3.3). No está demostrado que esta última frase deba tomarse meramente como indicación general de “distancia larga” (cf. “camino de siete días”, Gn. 31.23), porque los babilonios usaban normas exactas; p. ej. bēru, marcha de “horas dobles”, de 10,692 km (AfO 16, 1953, pp. 20, n. 138).

El paso (peśa˓) en 1 S. 20.3 se usó en forma metafórica más que en la forma exacta en que se usaba el “pie” asirio contemporáneo (= 32, 92 cm.). De forma semejante la “media legua” (kiḇraṯ hā˒āreṣ, °vm “algún trecho”, °vp “un poco lejos”, “cierta distancia”, Gn. 35.16; 48.7; 2 R. 5.19) no era más que una indicación vaga de distancia.

En tiempos macabeos se introdujeron las medidas helenísticas. Así Bet-sur se encontraba a unos 5 sjoinoi de Jerusalén (2 Mac. 11.5, °bj “esjenas”, °bc “estadios”, °nbe “leguas”), e. d. 30, 5 km según el valor tolemaico del sjoinos de 6, 1 km. Se empleaba el stadion alejandrino de 184,9 m. De Jerusalén a Escitópolis había 600 estadios (2 Mac. 12.29, °bj), lo que se corresponde bien con la distancia conocida de 110 km entre estas dos ciudades.

III. Medidas de superficie

Las superficies no se expresaban específicamente sino que se describían dando las dimensiones necesarias. Así, el cuadrado era de cuatro lados de igual dimensión (merubbā˓aṯ, ‘cuadrado’, 1 R. 7.31; Ez. 40.47; 45.2, “en cuadro”), la circunferencia de un círculo (1 R. 7.23, “redondo”) y el diámetro la distancia “de un borde al otro” (2 Cr. 4.2).

La superficie de la tierra se calculaba empíricamente. Así, los viñedos (Is. 5.10) o un campo (1 S. 14.14) se medían por el ṣemeḏ (yugada), e. d. la extensión que una yunta de animales podía arar en un día (cf. ár. faddan). En Babilonia esto se definía como 6.480 codos cuadrados = 1.618 m². Esto en tiempos posteriores se convirtió en el lat. jugum, jugertum de 28.800 pies cuadrados romanos = 2.529 m². Otro método consistía en estimar la extensión por la cantidad de semilla (se˒â) requerida para sembrarla (Lv. 27.16; 1 R. 18.32). En el período helenístico esto equivalía a 33/5 seahs el jugerum de tierra, e. d. 700 m² por seah 2, 1 hectáreas por homer de 30 seahs (JBL 64, 1945, pp. 372), lo que parece haber mejorado hasta alcanzar 781 m² y 2, 34 hectáreas respectivamente para el ss. II d.C.

Las medidas específicas de los pastizales alrededor de las ciudades levíticas (Nm. 35.4–5) ofrecen dificultades. Puede haber sido una superficie de 2.000 codos cuadrados (v. 5), los centros de cuyos lados también se calculaban como a un radio de 1.000 codos desde los muros de la ciudad (v. 4).

IV. Medidas de capacidad para áridos

Los términos usados derivan originalmente de los receptáculos que contenían una cantidad acordada, y que de este modo servían como medida.

a. El homer (heb. ḥomēr; ac. imēr), ‘una carga de asno’, se usaba comúnmente en todo el Asia al S de Anatolia y al O del Éufrates en el 2º milenio, y a partir de entonces como medida para cereales. El homer es más antiguo que el coro (RA 67, 1973, pp. 78); cf. Lv. 27.16; Ez. 45.13. La recolección de 10 homeres de codornices (Nm. 11.32, °vrv2 “montones”, °bc hómeres) equivalía a glotonería, mientras que un rendimiento de sólo un efa de trigo por homer de semilla representaba un fracaso (Is. 5.10), dado que había 10 efas en el homer, lo que equivalía a unos 220 litros.

b. El coro (heb. kōr, sum. gur; ac. kurru) era una medida grande para áridos igual al homer (Ez. 45.14), que se usaba para la flor de harina (sōleṯ), la harina (qemaḥ, 1 R. 4.22), el trigo y la cebada (2 Cr. 2.10; 27.5). También aparece como medida para el aceite (Ez. 45.14), aunque 2 Cr. 2.10 y el gr. tienen bato (cf. el pasaje paralelo, 1 R. 5.11).

c. El medio homer (heb. leṯeḵ) aparece sólo en Os. 3.2, como medida para la cebada. Como se lo menciona después del homer, Aq., Sim., y la Vg. lo interpretan como ½ coro o ½ homer, pero no hay pruebas que confirmen esto (cf. °vm). El leṯeḵ podría ser una medida fenicia.

d. Efa (heb. ˒ēfâ; egp. ı̓pt) es el nombre de un recipiente lo suficientemente grande como para dar cabida a una persona (Zac. 5.6–10), y por ello de una medida exacta (Lv. 19.36). Se usaba únicamente para cercales, tenía subdivisiones de 1/6 (Ez. 45.13; 46.14), o 1/10 (Lv. 5.11), y se usaba comúnmente desde muy antiguo (Jue. 6.19). El efa no debía disminuirse nunca (Am. 8.5) sino ser invariablemente de igual (justa) medida (Dt. 25.14; Pr. 20.10). El efa era igual a la medida para líquidos denominada bato, siendo ambas 1/10 de homer (Ez. 45.11).

e. El seah (heb. seâ; ac. sûtu) era también una medida para harina y cereales (Gn. 18.6; 1 R. 18.32; °bc “seás”, °vrv2 “medidas”).

f. El gomer (heb. ˓ōmer, cf. el ár. ˓umar, ‘cuenco pequeño’) aparece únicamente en el relato de la recolección del maná (Ex. 16), y se usaba tanto para la medida misma (vv. 18, 32–33) como para la cantidad medida (vv. 16, 22). El ˓ōmer equivalía a 1/10 de efa (v. 36).

g. La “décima parte” (°vrv2; heb. ˓iśśārôn) era una medida usada para la harina (Ex. 29.40; Nm. 15.4), igual a 1/10 de efa (Nm. 28.5), y por lo tanto igual al gomer.

h. El cab (heb. qaḇ), medida de capacidad que aparece únicamente en 2 R. 6.25, donde entre los precios inflados durante el sitio de Samaria ¼ de qaḇ de vainas de algarroba se vendía por 5 (siclos) de plata (así °nbe; cf. °vm, °bc, °bj). El cab = 4 log = 1/5 de seah = 1/6 de hin = alrededor de 11 litros.

i. La “medida” (heb. šālı̂š) de Sal. 80.5 (°bc ); Is. 40.12 (°vm; °bj) es literalmente 1/3, pero no se indica ninguna unidad, de modo que se desconoce la medida de capacidad.

Se notará que estas medidas para áridos combinan los cálculos sexagesimales babilónicos (1 kur = 30 sutu = 180 qa) con el sistema decimal (también empleado por los asirios). Véase la tabla que acompaña al artículo.

V. Medidas de capacidad para líquidos

a. El bato (heb. baṯ; gr. batos, Lc. 16.6 únicamente) era el equivalente del efa para líquidos (Ez. 45.11, 14). Se usaba para medir el agua (1 R. 7.26), el vino (Is. 5.10), y el aceite (2 Cr. 2.10). Era una medida exacta y normalizada (Ez. 45.10, alrededor de 22 litros).

b. El hin (heb. hı̂n; egp. hnw, ‘olla’) se usaba para designar el recipiente que se empleaba como medida (Lv. 19.36, °vm) y para la medida de agua (Ez. 4.11), aceite (Ex. 29.40), o vino (Lv. 23.13). Según Josefo (Ant. 3. 197; 4. 234), el hin equivalía a 1/6 de bato.

c. El log (heb. lōḡ) se usa únicamente en Lv. 14.10 como medida de aceite en la ceremonia de la purificación del leproso. Según el Talmud, equivalía a 1/12 de hin.

Los valores de estas medidas para líquidos dependen del valor del bato, pero el valor de esta última medida es incierto, ya que los únicos receptáculos inscritos marcados bt (Tell beit Mirsim) y bt lmlk (Laquis) son fragmentarios, y no pueden reconstruirse con seguridad; por ello el valor del bato se ha calculado diversamente entre 20, 92 y 46, 6 litros. Sobre el supuesto de que la medida del bato era la mitad del tamaño del “bato real”, y de que estas inscripciones denotan la capacidad total de los recipientes, la propuesta de 22 litros en tiempos bíblicos (Albright), y 21, 5 litros en tiempos helenísticos se adopta generalmente como base para los cálculos, ya que recibe algún apoyo por la comparación con la capacidad de la fuente de Salomón, que era de 1.000 batos = 22.000 litros. Para pesos en el Talmud, véase EJ, 16, 1971, pp. 388–392.

Bibliografía. °R. de Vaux, Instituciones del Antiguo Testamento, 1985; C. Gancho, “Metrología, °EBDM, t(t). V, cols. 122–124; M. Noth, El mundo del Antiguo Testamento, 1976, pp. 180s; E. Heaton, La vida en tiempos del Antiguo Testamento, 1959.

A. E. Berriman, Historical Metrology, 1953; A H. Gardiner, Egyptian Grammar³, 1957, pp. 197–200 (para metrología egp.); R. de Vaux, Ancient Israel, 1961, pp. 195–209; R. B.Y. Scott, “Weights and Measures of the Bible”, BA 22, 1951, pp. 22–40; PEQ 97, 1965, pp. 128–139; Y. Aharoni, BASOR 184, 1966, pp. 33–19.

D.J.W.

2. EN EL NUEVO TESTAMENTO

I. Pesos

Sólo dos pesos se mencionan en el NT. La litra de Jn. 12.3; 19.39 (cf. lat. libra) era una medida rom. equivalente a 327,45 g. En Ap. 16.21 el adjetivo talantiaios, “del peso de un talento”, se usa para describir (piedras de) granizo: Arndt sostiene que este talento equivalía a 125 libras, por lo que sería de unos 41 kg, pero HDB calcula su peso en alrededor de 20, 5 kg.

II. Medidas lineales

a. El codo. Como en los tiempos del AT, las medidas se relacionaban con las partes del cuerpo, y la unidad básica seguía siendo el pējys (“antebrazo”) o codo. Bajo el imperio romano hubo dos medidas diferentes para el codo: el codo rom. de 6 anchos de mano de 74 mm = 44, 4 cm., y el codo filetario de 52, 5 cm. Julián de Ascalón relata que este último sistema de medición era el acostumbrado en Palestina y Egipto, (Jeremias, pp. 11n.), y esta es probablemente la longitud indicada en Jn. 21.8; Ap. 21.17. En Mt. 6.27; Lc. 12.25 también se usa este término.

b. La orgyia (“braza”, Hch. 27.28) era la longitud de los brazos extendidos, y por lo tanto aproximadamente 1, 8 m. Se trataba de una unidad gr., derivada del verbo oregō, ‘me estiro’. Herodoto (2. 149) dice que equivalía a 6 pies gr. o 4 codos griegos.

c. El estadio (Lc. 24.13; Jn. 6.19; 11.18; Ap. 14.20; 21.16) medía 100 orgyiai y equivalía a unos 185 m. Como se suponía que el hipódromo de Olimpia medía exactamente un estadio, esta palabra se usaba para la pista, como en 1 Co. 9.24, de donde nos viene la palabra “estadio”.

d. milion (“milla”, Mt. 5.41) es transliteración gr. de una medida rom., mille passuum, ‘mil pasos’. Esta medida tenía 1.478,5 m, u 8 estadios, y se calculaba sobre la base de 5 pies rom. (cada uno de 29, 57 cm.) por paso (1, 48 m).

e. El viaje en día de reposo que se menciona en Hch. 1.12 no era en realidad una medida, sino más bien producto de la exégesis rabínica de Ex. 16.29 y Nm. 35.5 (cf. Lumby en CGT, ad loc.. Se lo fijó en 2.000 codos (Talmud ˒Erubin 51a) y se denominaba teḥûm ha-šabbāṯ: límite del día de reposo.

III. Medidas de superficie

No se usa ninguna en el NT, pero la unidad básica bajo el imperio romano era el jugerum, calculado sobre la base de la cantidad de tierra que podía arar una yunta de bueyes en un día. Esto se estimaba en un actus, o surco (36, 6 m), por dos (73, 2 m); de modo que el jugerum equivalía a dos actus cuadrados, o 0, 27 hectáreas.

IV. Medidas de capacidad para áridos

a. El joinix (“cuartillo”, °nbe., Ap. 6.6), se estima entre 3/4 y algo más de 1 litro, y el mejor cálculo sería la segunda de estas posibilidades. Era una medida gr., y Herodoto (7. 187) dice que se trataba de la ración diaria de grano por hombre en el ejército invasor de Jerjes.

b. El satón (arm. sā˒ṯâ, heb. se˒â) era el se˒â de la época veterotestamentaria: Josefo (Ant 9. 85) lo consideraba equivalente a 1½ modii (véase inf.). Es la medida mencionada en Mt. 13.33; Lc. 13.21, donde se agrega levadura a 3 sata (°bc “satos”) de harina de trigo, cada una de unos 12, 3 litros.

c. El coro de Lc. 16.7 (una “medida de trigo”) era el heb. kōr. Según Josefo (Ant. 15. 314) equivalía a 10 medimnoi áticos, y, como el medimnos contenía 48 joinikes, el coro tendría 525 litros. Por cuanto Ez. 45.11 estima el batos en una décima parte de un coro, generalmente se considera que Josefo confundió el medimnos con el metrētēs, y que el coro contenía 10 metrētai, alrededor de 395 litros. Se usaba tanto para líquidos como para áridos.

d. El modios (“almud”) de Mt. 5.15; Mr. 4.21; Lc. 11.33 era el lat. modius, y las tres referencias usan el término para denotar un recipiente usado para medir dicha cantidad. Era una medida para granos, que contenía 16 sextarii; 6 modii equivalían al gr. medimnos (Cornelio Nepos, Attica 2). Así el modius contenía 8 joinikes y equivalía a unos 8, 75 litros.

V. Medidas de capacidad para líquidos

a. El xestēs de Mr. 7.4 (“jarros”) es también una referencia al recipiente que se usaba para medir dicha capacidad, y la mayoría de los entendidos (pero véase Moulton y Howard, Grammar of New Testament Greek, 2, 1929, pp. 155) entiende que se trata de una corrupción del lat. Sextarius. Esta era una medida para líquidos y áridos de 1/16 de modius, alrededor de 500 cc.

b. El batos (“barril” de aceite en Lc. 16.6) es una forma gr. del heb. baṯ (véase sup.). Según Josefo (Ant. 8.57), contenía 72 sextarii o 4½ modii, o sea alrededor de 39, 5 litros.

c. El metrētēs que se menciona en Jn. 2.6 (“cántaros”) era una medida gr. para líquidos, aproximadamente equivalente al baṯ, y por lo tanto contenía unos 39, 5 litros. Así, los cántaros de piedra utilizados en las bodas de Caná tenían una capacidad de entre 80 y 120 litros cada uno.

Bibliografía. °J. Jeremias, Jerusalén en tiempos de Jesús, 1977; A. C. Bouquet, La vida cotidiana en tiempos de Cristo, 1962.

R. G. Bratcher, “Weights, Money, Measures and Time”, BTh 10.4, 1959; J. Jeremias, Jerusalem in the Time of Jesus, 1969 (hay versión en cast.).

D.H.W.

Douglas, J. (2000). Nuevo diccionario Biblico : Primera Edicion. Miami: Sociedades Bíblicas Unidas.

Fuente: Nuevo Diccionario Bíblico