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Tendencia patológica a la quema de objetos o lugares, sin control y sin conciencia del riesgo que supone el fuego incontrolado. Es normal que las leyes persigan a los pirómanos, que frecuentemente llevan su mal asociado a otros desequilibro integrados en su misma estructura fisiológica.
Pedro Chico González, Diccionario de Catequesis y Pedagogía Religiosa, Editorial Bruño, Lima, Perú 2006
Fuente: Diccionario de Catequesis y Pedagogía Religiosa