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Literalmente significa mancha o suciedad. Metafóricamente se alude con el término a la emisión del semen en el varón fuera de la copulación normal en los actos sexuales. La polución puede ser espontánea o intencional, nocturna o diurna, puede ser masturbatoria o por estimulación ocasional, consciente o inconsciente. En las etapas adolescentes se corre el riesgo de identificar polución con pecado sin entender la dimensión ética del acto libre y responsable y no del efecto de ese acto.
Pedro Chico González, Diccionario de Catequesis y Pedagogía Religiosa, Editorial Bruño, Lima, Perú 2006
Fuente: Diccionario de Catequesis y Pedagogía Religiosa