POPULORUM PROGRESSIO
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Tal vez la más significativa Encíclica de Pablo VI, del 26 de Marzo de 1967, en la que expone su doctrina social sobre el progreso y la armonía entre las naciones.
Pedro Chico González, Diccionario de Catequesis y Pedagogía Religiosa, Editorial Bruño, Lima, Perú 2006
Fuente: Diccionario de Catequesis y Pedagogía Religiosa
Ha pasado por ser la encíclica por excelencia de Pablo VI sobre el tema social o desarrollo de los pueblos. Publicada el 26 de marzo de 1967 consta de dos partes, con diversos capítulos.
La primera parte se titula «por un desarrollo integral del hombre», y habla de los datos del problema, de la implicación de la Iglesia en el desarrollo de los pueblos y de la acción correcta que se debe emprender.
En una segunda parte se aborda el problema «hacia el desarrollo solidario de la humanidad». Se pide expresamente la asistencia a los débiles, la equidad en las relaciones comerciales y el amor universal.
Es una encíclica de plena actualidad y que merecería la pena volver a leerla personal y comunitariamente en estos tiempos de neoliberalismo y globalización y donde, como denuncia la encíclica, los ricos son cada vez más ricos y los pobres cada vez más pobres.
BIBL. – PABLO VI, Encíclicas, Edibesa, Madrid 1998.
Raúl Berzosa Martínez
Vicente Mª Pedrosa – Jesús Sastre – Raúl Berzosa (Directores), Diccionario de Pastoral y Evangelización, Diccionarios «MC», Editorial Monte Carmelo, Burgos, 2001
Fuente: Diccionario de Pastoral y Evangelización
Encíclica de Pablo VI sobre el desarrollo de los pueblos, publicada el 26 de marzo de 1967. El planteamiento l el estilo de la carta reflejan lo que se ha llamado «el optimismo conciliar» y en general, el espíritu del concilio Vaticano II.
Después de una introducción que subraya el carácter mundial del problema, la primera parte expone cuál es el desarrollo auténtico e integral del ser humano según la visión cristiana, a saber, el desarrollo de todo el hombre y de todos los hombres. Alude a continuación a los peligros relacionados con dicho desarrollo.
Como realizaciones urgentes se señalan en particular: a) el destino universal de los bienes; b) la función social de la propiedad: los deberes de los poderes públicos, de los cuerpos intermedios, de las familias, de las organizaciones, de las instituciones culturales con vistas a la elaboración conjunta de un humanismo pleno.
La segunda parte afronta de manera más específica el problema del desarrollo (Desarrollo humano y solidaridad). Se subraya la necesidad de organizar en amplia escala la lucha contra el hambre en todo el globo mediante la constitución de un fondo mundial; se recuerda el deber de la equidad en los intercambios comerciales y se denuncia en el nacionalismo y en el racismo los principales obstáculos contra la solidaridad humana.
Tiene especial importancia la conclusión de la encíclica, que se ha convertido justamente en una especie de máxima en la doctrina social de la Iglesia: el desarrollo es el nuevo nombre de la paz (n. 87).
L. Sebastiani
Bibl.: Texto en MPC, 11, 773-802: 9. Lopez Jordán (ed.), El manifiesto social de Pahlo VI studium, Madrid 1967: AA, VV , Teología y sociología del desarrollo, Comentario a la «Populorum progressio», Razón y Fe, Madrid 1968.
PACOMIO, Luciano [et al.], Diccionario Teológico Enciclopédico, Verbo Divino, Navarra, 1995
Fuente: Diccionario Teológico Enciclopédico